Niño de 8 años es la persona de menor edad acusada de blasfemia en la historia de Pakistán

Shri Katas Raj Temples, also known as Qila Katas is a Hindu Temple Complex in Choa Saidan Shah, a small town of Chakwal District in the Punjab Province of Pakistan.

Templos de Shri Katas Raj, también conocidos como Qila Katas, complejo de templos hindúes en la pequeña ciudad de Choa Saidan Shah, distrito de Chakwal, provincia de Punyab (Pakistán). Imagen de ClicksByMohammadOmer en Flickr (CC BY-SA 3.0).

Un niño hindú de ocho años ha sido acusado de violar la ley pakistaní de la blasfemia en el poblado de Bhong, distrito de Rahim Yar Khan, provincia de Punyab, después de orinar en la biblioteca de una madrasa (escuela religiosa islámica). Según esta controvertida ley, los infractores enfrentan cadena perpetua o la pena de muerte. Los críticos dicen que estas leyes se han utilizado sobre todo para perseguir a minorías de Pakistán.

A finales de julio de 2021, un profesor de la madrasa interpuso una denuncia contra un niño no musulmán que presuntamente entró en la biblioteca y orinó sobre una alfombra. La Policía arrestó al chico y lo acusó de blasfemia. El niño pasó una semana en prisión hasta que el 4 de agosto un tribunal le concedió la libertad bajo fianza. Al conocerse los hechos, decenas de personas protestaron contra su liberación y vandalizaron el templo hindú de Bhong.

En las redes sociales se viralizaron numerosos videos que mostraban cómo una muchedumbre profanaba el templo de Bhong y bloqueaba la carretera vecina.

El periodista Veengas tuiteó:

Han arrasado el templo de Ganesh en el pueblo de Bhong de Rahim Yar Khan, Punyab.
Otro día, otro ataque a los hindúes de Pakistán.

La familia del niño tuvo que ocultarse, y muchas otras familias hindúes de la localidad han huido de sus casas. Se desplegaron fuerzas paramilitares en la zona para rebajar las tensiones y evitar nuevos brotes violentos. Al 19 de agosto, se ha arrestado a 50 personas por vandalizar el templo hindú, y se investiga a otras cien.

El primer ministro Imran Khan condenó el incidente en Twitter:

Mi más firme condena por el ataque de ayer al templo de Ganesh en Bhong, Rahim Yar Khan. Ya he pedido al inspector general de la Policía de Punyab que asegure la detención de todos los culpables y emprenda acciones contra cualquier negligencia policial. El Gobierno también restaurará el complejo.

En un hilo de Twitter, Parkash Heerani, de la comunidad hindú pakistaní, señaló que ya se han producido siete ataques a templos hindúes de Pakistán en los últimos 12 meses:

1. Templo histórico de cien años, Rawalpindi, Punjab, de marzo de 2021.

2. Templo Teri, Karak, Jaiber Pajtunjuá, 30 de diciembre de 2020.

3. Templo Mata Rani, Nagarparkar, Sindh, 24 de octubre de 2020.

4.  Templo de Shri Ram, Kario ghanwar, Badin, Sindh, 10 de octubre de 2020.
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5. Templo de Hanuman, Lyari, Sindh, 17 de agosto de 2020.

6. Templo de Krishna en Islamabad (que estaba en construcción),4 de julio de 2020.

7. Templo de Mata Rani, Chahro Sindh, 26 de enero de 2020.

Lo que ha dicho la justicia: ¿Y qué esperas? Estás en Pakistán.

Protestas contra las leyes de blasfemia

El 9 de agosto de 2021, Amnistía Internacional pidió al Gobierno pakistaní que anulara los cargos contra el niño y le proporcionara una protección a él, su familia y la comunidad hindú local.

About South Asia, colectivo de periodistas feministas repitió una petición de Hindu Samata para proteger a los vulnerables hindúes pakistaníes:

Un niño hindú de ocho años se enfrenta a la pena de muerte en Pakistán por un delito de blasfemia.

El menor no es consciente de su delito. Ni siquiera entiende el significado de la palabra blasfemia.

POR FAVOR, DEN A CONOCER ESTO Y SALVEN A ESTE NIÑO.
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Un niño hindú de ocho años enfrenta la pena de muerte en Pakistán por un delito de blasfemia. POR FAVOR, SALVEN A ESTE NIÑO.

Syed Bilal Qutab, estudioso sufí y presentador de televisión, criticó la violencia contra los hindúes en Facebook:

نہایت افسوس ناک، یہ جنونی کس مذہب کے پیروکار ہیں کہ جنہیں دوسروں کی عبادت گاہوں کے تقدس کا خیال نہیں۔ ان سب افراد کے خلاف ایکشن لے کر سخت سزا دی جائے۔ ہندو کمیونٹی کے جذبات اس طرح بہیمانہ انداز میں مجروح کرنے پر ہم ان سے معذرت چاہتے ہیں۔

Desgraciadamente, al tipo de religión que siguen esos fanáticos no le importa la santidad de los lugares de culto de otras gentes. Se deben emprender acciones contra todas estas personas y castigarlas con severidad. Nuestras disculpas por los daños infligidos a la comunidad hindú con esos actos sin sentido.

La Comisión de Derechos Humanos de Pakistán pidió incrementar la protección de las minorías:

En el Día de las Minorías Nacionales de 2021, la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán señala con gran preocupación que la discriminación y violencia contra minorías sectarias y religiosas no cesa en Pakistán. Otra vez, la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán pide al Gobierno que implemente la resolución de Tassaduq Jilani de 2014 y que establezca una comisión reglamentaria autónoma nacional para minorías. Ciertamente, el mal uso de las leyes de blasfemia han llegado a su nivel más bajo con las recientes acusaciones contra un niño hindú de ocho años. El Estado debe proveer mejor protección y más consistente para minorías contra toda forma de violencia si realmente quiere llamarse un Estado justo.
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En el Día de las Minorías Nacionales de 2021, la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán pide al Estado que brinde una protección mejor y más consistente a las minorías contra toda forma de violencia si realmente desea considerarse un Estado justo.

Gobierno rechaza caso de blasfemia

El 11 de agosto de 2021, Hafiz Tahir Mehmood Ashrafi, representante especial del primer ministro para la Armonía Religiosa y Medio Oriente, afirmó que los hechos relatados en el caso contra el niño hindú de ocho años de Rahim Yar Khan no contravenían las leyes de blasfemia del país. Negó tajantemente el informe de The Guardian, e insistió en que el periódico había difundido una versión errónea del asunto, y que la «Policía no debería haber admitido el caso de la profanación de la escuela, puesto que esos casos estigmatizan al país».

Después de que los medios y el Gobierno presionaran sobre este tema, la Policía anuló los cargos contra el niño. Ashrafi confirmó que «se habían emprendido acciones contra los policías que registraron el caso contra el niño«. También añadió:

The charges against the boy were baseless. Minorities are equal citizens and these are illiterate people attacking worship places. Our Islam does not allow attacking of any other religion’s places of worship.

Los cargos contra el niño no tenían base. Las minorías también son ciudadanos, y esta turba no es más que una horda de analfabetos que atacan santuarios. Nuestro islam no permite ataques a lugares de culto de otras religiones.

Kapil Dev, activista de derechos humanos pakistaní que pertenece a la comunidad hindú, publicó la noticia de que finalmente se habían anulado los cargos contra el niño:

Acaba de saberse:

Se ha invalidado el caso de blasfemia contra el niño hindú de ocho años.

El templo hindú de Rahim Yar Khan ha sido restaurado después del ataque.

Bien hecho, Pakistán.

El Gobierno reparó el templo y lo devolvió a la comunidad hindú en una ceremonia celebrada el 11 de agosto de 2021.

Kapil Dev elogió al Gobierno por la rápida restauración y su solidaridad:

La forma en que la nación y el Estado han respaldado a la comunidad hindú durante los recientes incidentes del ataque al templo de Rahima Yar Khan no tiene precedente y merece enormes elogios. Nos devuelve la fe y revive nuestras esperanzas en recuperar un Pakistán progresistas, pluralista, en paz y para todos.

Las leyes de blasfemia de Pakistán

En Pakistán, fueron los legisladores coloniales británicos los que crearon las primeras leyes sobre ataques religiosos en 1860. Pakistán heredó esas leyes al independizarse en 1947. El gobierno militar del general Muhammad Zia-ul-Haq (1977–1988) amplió las leyes, añadió castigos por delitos como hacer comentarios despectivos contra dignatarios islámicos o vandalizar intencionadamente el Corán. En 1986 se introdujo una cláusula separada que impone la pena de muerte o la cadena perpetua por el delito de blasfemia contra el profeta Mahoma.

Según los datos del Centro para la Justicia Social de Pakistán, entre 1987 y 2020, más de 1850 personas fueron procesadas bajo las leyes de blasfemia de Pakistán.

Algunos grupos han abusado de las leyes de blasfemia para forzar castigos extrajudiciales a grupos minoritarios de Pakistán. Desde 1990, las turbas han matado al menos a 80 personas acusadas de blasfemia en el país.

Además, la gente que intenta ayudar a personas acusadas de blasfemia suele sufrir amenazas y violencia. Estos ataques también son habituales en línea contra personas que critican las leyes de blasfemia, sobre todo periodistas, académicos y organizaciones de la sociedad civil.

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