«Isla del Acorazado» de Japón esconde historias de trabajos forzados durante la guerra

Hashima ("Battleship Island") UNESCO heritage site

Turistas de visita en la isla Hashima («isla del Acorazado») en 2017. La isla, antigua mina de carbón, fue nombrada patrimonio mundial por la Unesco en julio de 2015, dentro del conjunto japonés de la revolución industrial Meiji. En julio de 2021, Unesco dio a Japón una fecha límite para abordar la «insuficiente» información disponible sobre la historia de trabajos forzados en la isla. Foto de Nevin Thompson (CC BY 3.0).

En julio de 2021, el Gobierno japonés y la Unesco entablaron una breve guerra de palabras sobre los lugares patrimonio y el legado japonés de trabajos forzados. Cuando la Unesco reprendió a Japón por no reconocer el uso de trabajos forzados durante la guerra en un lugar patrimonio, el Gobierno japonés prometió una rectificación oficial y dijo que estaba «haciéndolo bien«, con la promesa de recordar a las víctimas de estos trabajos.

El 12 de julio de 2021, la Unesco emitió una decisión provisional en la que declara que Japón sigue necesitando mejorar cómo habla sobre el uso histórico de los trabajos forzados en las antiguas instalaciones industriales que ahora se reconocen colectivamente como patrimonio mundial. La Unesco siguió con una reprimenda formal el 22 de julio de 2021 por la reticencia de Japón al contar la «historia completa» de los antiguos sitios industriales.

La disputa se centra en los «Sitios de la Revolución Industrial Meiji de Japón: Hierro y acero, astilleros y minas de carbón«, 23 sitios históricos en la isla occidental de Kyushu designados colectivamente como Patrimonio Cultural Mundial por la Unesco. Los 23 sitios están reconocidos como lugar de origen de la rápida industrialización de Japón en la segunda mitad del siglo XIX.

La reprimenda de la Unesco llegó después de comprobar que un centro de información, creado en Tokio específicamente para explicar y celebrar el sitio de la Revolución Industrial Meiji, patrimonio mundial de la Unesco en Kyushu, no informaba a los visitantes que algunos de esos lugares fueron el escenarios de trabajos forzados de coreanos durante la guerra.

Antes de la reprimenda, la decisión provisional del 12 de julio señalaba que en la solicitud original a la Unesco en 2015, el Gobierno japonés decía estar:

[…] Prepared to take measures that allow an understanding that there were a large number of Koreans and others who were brought against their will and forced to work under harsh conditions in the 1940s at some of the sites, and that, during World War II, the Government of Japan also implemented its policy of requisition. Japan is prepared to incorporate appropriate measures into the interpretive strategy to remember the victims such as the establishment of information center.

(…) Preparado para tomar medidas que permitan entender que un considerable número de coreanos y de otras nacionalidades se trasladó aquí contra su voluntad y fueron obligados a trabajar en duras condiciones en algunos de los sitios durante la Segunda Guerra Mundial, en la década de 1940. Japón está preparado para incorporar las medidas necesarias en la estrategia interpretativa para recordar a las víctimas, como el establecimiento de centros de información.

La reprimenda de la Unesco señala que Japón no ha satisfecho su obligación de centrarse específicamente en el trabajo forzado que se produjo en Hashima, mina de carbón ubicada en una isla cercana a la costa de la prefectura de Nagasaki, al oeste del país. La «isla del Acorazado» es conocida en todo el mundo como la isla de Hashima, y es donde se explotó una de las primeras minas de carbón de Japón. Apareció en la película «Skyfall» de James Bond.

Japón tiene hasta el 1 de diciembre de 2022 para implementar las recomendaciones de la Unesco sobre el reconocimiento del trabajo forzado.

La mina de Hashima estaba operada por el conglomerado Mitsubishi, que durante la Segunda Guerra Mundial empleó trabajo forzado de coreanos para la extracción de carbón. Al menos 800 coreanos fueron enviados a Hashima durante la guerra, de los cuales supuestamente murieron 134 mientras trabajaban allí.

Otro hecho que hasta ahora no se ha reconocido oficialmente en el material interpretativo es que otras instalaciones industriales incluidas en la denominación «Sitios de la Revolución Industrial Meiji de Japón: Hierro y acero, astilleros y minas de carbón» de la Unesco también utilizaron trabajos forzados. Por ejemplo, otro conglomerado industrial llamado Mitsui, recurrió al trabajo esclavo de prisioneros de guerra en su mina de carbón Miike en Omuta (Kumamoto).

Antes de la Segunda Guerra Mundial, o incluso antes de que Japón iniciara su expansión colonial en Asia a principios del siglo XX, la mina Miike ya contaba con trabajadores convictos para extraer carbón.

A pesar de su condición de patrimonio mundial de la Unesco, no se ha reconocido esta parte de la historia de Miike.

Mina de carbón de Miike, patrimonio de la humanidad de Japón, donde los prisioneros de guerra trabajaban «como esclavos».
Resumen: La mina de carbón de Miike de Mitsui está incluida en la lista de patrimonio mundial de la UNESCO como uno de los «Sitios de la Revolución Industrial» de Japón.
——————–
Conforme al acuerdo de patrimonio mundial de la Unesco, Japón tiene la responsabilidad de contar toda la historia de Miike y otros «lugares de la Revolución Industrial Meeji».
Iimportante artículo de David Palmer sobre el trabajo forzado durante la guerra en la mina Miike:

El transformador periodo Meiji se produjo a partir de 1867 tras el periodo Edo, desués de más de dos siglos de estricto control sobre prácticamente todos los aspectos de la vida diaria.

Con gobierno y sistema político nuevos, los empresarios Meijo de Japón capitalizaron rápidamente las nuevas oportunidades de comercio con Europa, Estados Unidos y el resto del mundo.

Estos empresarios locales y el propio Gobierno japonés también importaron nuevas tecnologías industriales del extranjero en minería, aceros, manufacturas y construcción naval con el fin de alcanzar la capacidad industrial de las potencias occidentales, y en el proceso, iniciar una revolución industrial.

Aunque el centro de la vida política y económica japonesa estaba en Tokio, al este, se suele considerar que a principios de la era Meiji, la cuna de la revolución industrial de Japón se situó en la isla occidental de Kyushu, debido a las rutas comerciales establecidas con China, de una antigüedad de más de mil años, y a las relativamente nuevas conexiones oceánicas con Europa.

Por ejemplo, la ciudad de Nagasaki y las regiones que la rodean fueron el escenario de los primeros diques secos y astilleros del país, alimentados en parte con el carbón extraído de las cercanas minas de Miike y Hashima. Los astilleros de Nagasaki construyeron algunos de los mayores y más complejos buques de guerra del mundo, y eso le costó ser el objetivo de las bombas atómicas de Estados Unidos en agosto de 1945.

La iniciativa de los «Sitios de la Revolución Industrial Meiji de Japón», además de la controvertida presentación como patrimonio de la Unesco, pretende recordar y celebrar esta riqueza histórica.

Nagasaki Harbor

Puerto de Nagasaki. Iluminada en el centro de la imagen se ve la grúa gigante Cantilever de Industrias Mitsubishi, que como principal astillero naval sufrió el ataque atómico de los B-29 estadounidenses el 9 de agosto de 1945. Industrias Mitsubishi empleó al menos a 3400 obreros en distintas instalaciones de Nagasaki durante la guerra. Prisioneros australianos, británicos, holandeses y estadounidenses se vieron forzados a trabajar en la industria de guerra japonesa de Nagasaki. La empresa minera Materiales Mitrubishi empleó aún más trabajadores forzados en varias minas, como la de Hashima, hoy clasificada como patrimonio mundial de la Unesco. Foto de Nevin Thompson (CC BY 3.0).

«En la historia de la industrialización japonesa que se presenta en sus nuevos lugares patrimonio mundial de la Unesco hay muy poco de verdad», dijo la historiadora Mindy Kotler en una carta de julio de 2021. Kotler es directora de Asia Policy Point, centro de investigación de Washington que estudia las relaciones políticas de Estados Unidos con Japón y el noreste de Asia.

En un artículo publicado en 2021 sobre las iniciativas Unesco de Japón, Kotler señala que las minas, fundiciones y muelles que forman el núcleo del patrimonio mundial japonés de la Unesco suelen omitir un detalle histórico esencial:

The Japanese, however, left out any mention of […] forced labor and abuse, which was the substance of the hundreds of war crimes trials throughout the postwar Pacific.

UNESCO approved the designations in 2015 but conditioned the designations on a promise to provide a “full history” of these sites. Yet, six years later, Japan has not fulfilled this promise.

No obstante, los japoneses obvian cualquier mención de (…) trabajos forzados y abusos, que fueron el fondo de los cientos de juicios por delitos de guerra a lo largo del Pacífico en la posguerra.

La Unesco aprobó la designación en 2015, pero la condicionó a la promesa de proporcionar una «historia completa» de estos lugares. Sin embargo, seis años después, Japón no ha cumplido su promesa.

Aunque Japón tiene hasta el 1 de diciembre de 2022 para implementar el reconocimiento del trabajo forzado, hay pocas posibilidades de que se revoque la designación de la UNESCO, según un funcionario del Gobierno coreano.

Este representante del Ministerio de Asuntos Exteriores coreano dijo:

UNESCO withdraws inscriptions only when the site has been altered beyond its original state and character that made it worthy of inscription […] UNESCO has informed us that the current issue regarding the sites in Japan is not something that calls for re-evaluation of the inscription decision.

La Unesco solo retira las inscripciones de un sitio cuando se altera el estado original y el carácter que lo hicieron merecedor de dicha inscripción (…) La Unesco nos ha informado que el actual problema de los sitios de Japón no es algo que exija reconsiderar la decisión de inscribirlos.

Inicia la conversación

Autores, por favor Conectarse »

Guías

  • Por favor, trata a los demás con respeto. No se aprobarán los comentarios que contengan ofensas, groserías y ataque personales.