Multitud contra LGBTQ+ en Karaganda. 29 de julio de 2021. Captura de pantalla del canala de YouTube [1].de la Policía de Kazajistán .
El activismo feminista y LGBTQ+ en Kazajistán no es tarea fácil. Quienes luchan por sus derechos se ven constantemente presionados por el Gobierno, que a menudo no los protege, y de grupos nacionalistas conservadores, que están proliferando en línea y fiera de línea.
En sus viajes por Kazajistán, Zhanar Sekerbayeva y Gulzada Serzhan, dos portavoces del grupo Feminita [2], fundado en 2015, han enfrentado resistencia en cada parada. Feminita es un colectivo de activistas LGBTQ+ que en varias ocasiones intentó registrarse como ONG, pero sus solicitudes fueron rechazadas varias veces.
En mayo de 2021, Sekerbayeva y Serzhan viajaron al sur, a la ciudad de Shymkent [3] para organizar una reunión para analizar derechos de los gais. A pesar de tener la logística antes de tiempo, el dueño del hotel donde sería la conferencia les negó [4] la entrada a las activistas. Cuando el desalentado grupo salió del hotel y se reunió en un café cercano, varios nacionalistas conservadores las atacaron [5].
Después del altercado, la Policía arrestó a Sekerbayeva y Serzhan «por su propia seguridad [6]» y las regresó al día siguiente en una camioneta a Almaty, donde viven.
El 28 de julio, una furiosa turba similar enfrentó a Sekerbayeva, Serzhan y otros activistas en su visita a Karaganda [7], ciudad industrial al centro de Kazajistán. La Policía acordonó [8] el lugar de la reunión y llevó a las activistas a la estación policial, donde las identificaron [9]. La Policía no interrogó a ninguno de los manifestantes contra los LGBTQ+.
Cuando la situación se calmó, las autoridades enviaron [10] a Sekerbayeva y Serzhan a Almaty por tren.
Activistas y grupos contra LGBTQ+ son implacables en sus esfuerzos. El 8 de agosto, en Aktobe, al noreste del país, más de cien personas [11] se reunieron para protestar contra otra actividad que Sekerbayeva y Serzhan organizaban para el 13 de agosto.
Es importante notar que en Kazajistán, la Policía suele dispersar [12] que no tiene aprobación del Gobierno de la ciudad. En Karaganda y Aktobe, las autoridades vieron las manifestaciones, pero no tomaron acción para dispersarlas.
El mismo día, hubo otro episodio contra los LGBTQ+, cuando el parlamentario y emprendedor Kairat Kudaibergen inició una campaña de boicot contra la ilustradora Qańtar [13], de Aktobe. Kudaibergen reprodujo un dibujo de Qańtar entre dos personas del mismo sexo vestidas con ropa tradicional que se daban un beso. Pero su mensaje fue de odio y no de apoyo.
Captura de pantalla de publicación borrada en instagram de Kairat Kudaibergen, del 8 de agosto de 2021. Enviada por Qańtar, usada aquí con autorización.
Қазақтың ар-намысы мен салт-дәстүрін таптатпайық! STOP
¡No dejemos que pisoteen el honor y las tradiciones del pueblo kazajo!
ALTO.
Qańtar señaló el asunto y pidió a sus seguidores que denunciaran [14] este maltrato, que provenía del mismo hombre que saludó una acción contra los LBGTQ+ referente al popular juguete Pop-It [15], en el que un bloguero kazajo quemó quemó el juguete con los colores del arcoíris porque, según él, simboliza «propaganda gay».
?️???? pic.twitter.com/YfZT8Dd1dj [16]
— Qańtar ? (@obobro300) August 8, 2021 [17]
Global Voices contactó a Qańtar, que expresó su frustración y decepción en el ataque directo de Kudaibergen y los mensajes de odio que llegaron después de que su publicación se volvió viral.
There has always been homophobia. Now we are talking more about our rights and the homophobic masses don't like this. They want to return the time when we were completely silent and invisible.
Siempre ha habido homofobia. Ahora hablamos más de nuestros derechos y a las masas homofóbicas no les gusta. Quieren que regresemos al tiempo en que éramos totalmente mudos e invisibles.
Cuando le preguntamos por su obra de arte, que circuló antes, Qańtar dijo que «era solo un boceto, ni siquiera un arte completamente desarrollado», lo que pone de manifiesto cómo se usa casi cualquier pretexto para atacar a la comunidad LGBTQ+.
Mientras se multiplican los ataques en redes sociales y en las calles, las activistas feministas también han conseguido generar la idea de que la lucha por la igualdad de derechos también puede suscitar apoyo. Los mensajes de solidaridad que recibieron Qańtar, Sekerbayeva y Serzhan son una señal de que el discurso feminista está echando raíces en Kazajistán.