Ganadora de premio literario holandés dijo que Surinam «necesitaba» al expresidente Bouterse, y le cancelan ceremonia de premiación

Escritora surinamesa Astrid Heli Roemer, 2016. Foto de Raúl Neijhorst vía Wikimedia Commons (Creative Commons Attribution-Share Alike 4.0 International).

La destacada escritora surinamesa Astrid Roemer, que en 2021 se convirtió en la primera escritora de su país en recibir el prestigioso Premio Literario Holandés (Prijs der Nederlandse Letteren), hizo comentarios que parecen destinados a quedar grabados en su legado.

El revuelo se refiere a la descripción que Roemer hizo del expresidente de Surinam Dési Bouterse como «inolvidablemente valiente». En 2019, Bouterse fue condenado a 20 años de cárcel después de que un tribunal militar lo declaró culpable de asesinato por la ejecución de 15 disidentes en 1982, acto conocido como los «asesinatos de diciembre«. Bouterse llegó al poder por primera vez en 1980 por un golpe de estado que dio paso a una era de gobierno militar, durante la cual fue acusado de numerosas violaciones de los derechos humanos.

Los comentarios de Roemer provocaron conmoción e indignación, en Surinam y en el extranjero. Aunque recibirá el codiciado premio literario, dotado con unos 55 000 dólares estadounidenses, los organizadores optaron por cancelar la ceremonia formal de entrega, prevista para octubre. Dicen que no sería apropiado dadas las «recientes opiniones y declaraciones de la señora Roemer». En su página de Facebook, Roemer describió la cancelación como «een pak van mijn hart», o «un menos peso de encima», y dijo sobre Bouterse:

Onze Surinaamse gemeenschap Desi Bouterse hard nodig heeft gehad om zelfbewuster te worden. Merci Man.

Nuestra comunidad de Surinam realmente necesitaba que Desi Bouterse se volviera más consciente de sí mismo. Gracias, hombre.

Series de asesinatos

Tras el golpe de estado de Bouterse en 1980 hubo una serie de asesinatos, confirmados por Amnistía Internacional y otras organizaciones de derechos humanos. En esos asesinatos, se incluyen los ocurridos entre el 7 y el 8 de diciembre de 1982, cuando 15 hombres, periodistas, científicos y líderes sindicales opuestos al régimen militar de Bouterse, fueron asesinados a tiros en Forte Zeelandia, fortaleza situada en la capital, Paramaribo. El único sobreviviente, que fue testigo del juicio de Bouterse en 2019, lo describió como un hombre responsable, «tranquilo y de sangre fría».

Patio interior del Fort Zeelandia, donde se cometieron los «asesinatos de diciembre». Foto de Dan Lundberg en Flickr (CC BY-SA 2.0).

A Bouterse lo juzgaron en rebeldía, y protestó por su condena de 20 años. Eso causó que se pidieran otros 20 años de prisión, cuestión sobre la que el tribunal se pronunciará el 30 de agosto, aunque Bouterse podrá apelar.

La «falta de convencionalidad» de Roemer

El jurado del Premio de las Letras Holandesas elogió la escritura «poco convencional y poética» de Roemer. A sus 78 años, ha aprovechado toda una vida de existencia en un espacio colonial para producir su apreciada obra. Aunque no se ha limitado a hablar de la esclavitud o del tumultuoso legado político del país, sus representaciones literarias de la historia de Surinam le han valido otros reconocimientos. En 2016, fue la primera escritora caribeña en ganar el premio literario neerlandés P.C. Hooft-prijs, en el que el jurado señaló que el «compromiso político y la experimentación literaria van de la mano con Roemer», una observación que quizás hace que las audaces declaraciones de la autora sobre Bouterse no sean tan sorprendentes.

Se negó a calificarlo de asesino, y explicó:

Ik begrijp dat mensen dat niet prettig vinden, maar ik ben geneigd om Desi Bouterse te geloven als hij zegt: ik heb geen burgermoorden gewild. Ik geloof hem.

Entiendo que a la gente no le guste eso, pero tiendo a creer a Desi Bouterse cuando dice: ‘No quería asesinatos de civiles’. Le creo.

Reracción inmediata

En cuanto lo dijo, las reacciones llegaron por todos lados. La abogada Lilian Gonçalves-Ho Kang You, integrante del Comité de Conmemoración de las Víctimas de Surinam y esposa de una de las víctimas de los asesinatos de diciembre, dijo estar «sorprendida y aturdida por las declaraciones de Roemer»:

Ik wist eigenlijk niet wat ik zag en hoorde. Ik kijk er vooral van op dat ze zegt dat er geen bewijs is voor de uitspraak dat Bouterse een moordenaar zou zijn. Er is een vonnis, uitvoerig gemotiveerd. Ik was bij die zitting. Het is evident dat hij is veroordeeld voor medeplichtigheid aan moord.

Realmente no sabía qué veía y escuchaba. Me sorprende especialmente que diga que no hay pruebas que respalden la afirmación de que Bouterse es un asesino. Hay una sentencia, plenamente fundamentada. Estuve en esa sesión. Es evidente que fue condenado por complicidad en asesinato.

El abogado Gerard Spong fue cortante en su reacción:

Ze niet goed snik.

No está bien de la cabeza.

En respuesta a la petición de Spong de que se le negara el premio por completo, Roemer dijo en un tuit, que parece haber sido borrado:

Bien, bien, Spong… TORMENTA EN UN VASO DE AGUA.

Luego, Jan Dijkgraaf escribió una carta satírica a Astrid Roemer, que cuestionaba a Spong:

Een advocaat die de Belgische koning oproept om uw literaire werk niet te belonen met die ereprijs omdat uw (bizarre) mening hem niet aanstaat, vertoont namelijk zelf onvervalst NSB-gedrag. Die uitspraken [prijzen van Bouterse] zíjn natuurlijk totaal gestoord.

Un abogado que pide al rey belga que no recompense su trabajo literario con ese premio porque no le gusta su (extraña) opinión está mostrando un comportamiento genuino de NSB [Movimiento Nacionalsocialista en los Países Bajos]. Esas declaraciones [los elogios a Bouterse] son, por supuesto, totalmente dementes.

Primer ministro de India, Narendra Modi, se reúne con el entonces presidente de Surinam, Dési Bouterse, en la VI Cumbre de los BRICS en Brasilia, en 2014. Foto de MEAphotogallery en Flickr (CC BY-NC-ND 2.0).

Mientras tanto, el Comité Herdenking Slachtoffers Suriname (Comité de Conmemoración de las Víctimas de Surinam) ha pedido a Nederlandse Taalunie (Asociación de la Lengua Neerlandesa) que «se pronuncie abiertamente» contra lo que califica de «declaraciones antidemocráticas y contrarias al estado de derecho» de la escritora surinamesa.

Rita Rahman, actual presidenta del Werkgroep Caraïbische Letteren (Grupo de Trabajo de las Letras del Caribe), perdió a su marido y a su hermano en los asesinatos de diciembre, y escribió:

In uw juryrapport wordt Astrid H. Roemer geprezen voor haar vermogen om thema’s uit de recente geschiedenis, zoals corruptie, schuld, kolonisatie en dekolonisatie, te verbinden met de kleine geschiedenis, het verhaal op de mensenmaat. Met haar verwarde geest, wonend in het door haar blijkbaar onbegrepen Suriname, heeft zij de dekolonisatie strijd vanaf de jaren dertig tot en met de jaren zeventig op grote  afstand meegemaakt en beseft blijkbaar niet dat juist die strijd in de jaren 80 door de militaire staatsgreep bloedig […] Zij slaat dus de plank dezer dagen goed mis, en kan daarvoor geen handreiking krijgen.

En tu informe de jurado, a Astrid H. Roemer la elogias por su capacidad para conectar temas de la historia reciente, como corrupción, culpa, colonización y descolonización, con la pequeña historia, la historia a escala humana. Con su mente confusa, viviendo en un Surinam que aparentemente no comprende, vivió la lucha por la descolonización de las décadas de 1930 a 1970 a gran distancia y aparentemente no se dio cuenta de que precisamente esa lucha en la década de 1980 fue sangrienta por al golpe militar […] Así que se equivoca mucho en estos días, y no puede recibir ayuda para eso.

La tormenta crece

La «tormenta en un vaso» de Roemer creció exponencialmente después de que respondió a la columnista Harriet Duurvoort, que tiene raíces surinamesas y había criticado la actitud de Roemer hacia Bouterse, y tuiteó el 7 de agosto:

En su libro ‘Looks on Love’ [PArece amor] logró procesar el gran trauma de los asesinatos de diciembre de una manera literaria y estratificada. Pero que ahora exprese tanto elogio por Bouterse es realmente una bofetada en la cara de Surinam, de los neerlandeses y surinameses de Surinam.

Roemer devolvió el hilo, afirmó que Bouterse hizo mucho por la conciencia de Surinam sobre el proceso de descolonización:

Actualización: Astrid Roemer ha respondido a #Nieuwsuur. «¿Quieres que te diga algo? Sigo apoyando los textos escritos que he publicado en Facebook y Twitter«
Sin premio de letras holandesas para la escritora Astrid Roemer.
—————
Declaraciones especiales:
Conocí a tu padre. No sabes nada de la lucha entre él y su tierra natal.

(En el '82 tenía 12 años. Un hombre negro se aferró a mí llorando en la calle y me clavó unas plantillas en la mano con una grapa. ‘Hija de Duurvoort, ¿no? ¡Dale esto! ¡Lee esto! ¡Qué pasó en Fort Zeelandia! Domesticado Daal! ¿Sabes qué es eso? ‘No tenía idea).

LULTRUT… NUNCA HE CONFIADO EN TI… ESCRIBE UN BUEN LIBRO…

Roemer terminó llamando a Duurvoort «lultrut» o «perra pendeja», lo que provocó una avalancha de reacciones que iban desde el horror hasta las suposiciones sobre la salud mental de la escritora. Algunos usuarios de redes sociales se preguntaron incluso si habían hackeado la cuenta de Twitter de Roemer, pero hasta ahora, se ha mantenido firme en sus palabras.

Los cibernautas surinameses siguen divididos. Aunque muchos se ofendieron, no todos están contra las declaraciones de Roemer ni ven a Bouterse como una villana. El político Mohamed Amzad Abdoel, miembro del Partido Democrático Nacional de Surinam, alabó la valentía de Roemer como mujer negra que no teme usar su voz:

[D]e wijze waarop Astrid Roemer is behandeld een duidelijk voorbeeld is hoe democratie in de wereld werkt. Zolang men het liedje niet zingt zoals Het Westen dat wil, wordt men gestraft. Het is deze heerschappij van Het Westen waartegen Bouterse altijd heeft gestreden. Het zal waarschijnlijk ook deze waarheid zijn die Astrid Roemer heeft ingezien.

[L] a forma en que se ha tratado a Astrid Roemer es un claro ejemplo de cómo funciona la democracia en el mundo. Mientras no se cante la canción como quiere Occidente, habrá un castigo. Es este dominio de Occidente contra el que Bouterse siempre ha luchado. Probablemente también sea esta verdad la que Astrid Roemer ha notado.

Roemer no es nueva en la polémica. Antes de las elecciones de Surinam de mayo de 2020, dijo en Facebook –parece que ha eliminado la publicación– que, como mujer moderna, se sentía incómoda por el «dominio administrativo» de hindúes y musulmanes. El actual presidente del país, Chan Santokhi, es hindú. Cuando era comisario de policía, dirigió la investigación de los asesinatos de diciembre, hasta cuando Bouterse afirmó que Santokhi quería «encarcelarlo y matarlo». Sin embargo, Roemer se ha mantenido firme en su opinión, y recientemente declaró al diario holandés de Volkskrant que, aunque se alegra de que el presidente Santokhi hable de una sociedad multirreligiosa y multiétnica, sigue preocupada.

Sin embargo, la mayor parte de la preocupación pública parece centrarse en Roemer.

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