
‘Censura’. Imagen creada por Oiwan Lam.
No toda la censura es sensacionalista o espectacular. He revisado un conjunto de datos de miles de imágenes censuradas de las protestas de Hong Kong de 2019 (de junio a octubre de 2019) recogidas por The Citizen Lab de plataformas de medios sociales chinos, incluido Wechat de Tenchent. Repasando la colección de fotos censuradas, la mayoría parece coincidir con las imágenes que se censuran de manera habitual: memes tontos de Xi Jinping, pero también fotos de violencia policial y peticiones de sanciones contra el Gobierno de Hong Kong y China. Llevo más de 20 años investigando la censura china en internet y ya no me sorprende esta censura, pero también me doy cuenta de que estoy empezando a normalizar esta censura sistemática, lo que me molesta, porque estas fotos no deberían ser censuradas en una sociedad democrática, y porque esa censura es una violación de las normas internacionales de derechos humanos ampliamente reconocidas.
Sin embargo, algunas imágenes de esta colección me tomaron desprevenido. Estas imágenes son mayormente fotos mundanas, casi banales, de manifestantes. Al ver estas imágenes, lo primero que pensé fue «¿Cuál es el problema aquí? ¿Por qué se censura esto?». Como esta imagen, por ejemplo:

Foto censurada en Net Alert de Citizen Lab, publicada con uso justo: «muestra un momento en el que los manifestantes parecen estar simplemente arremolinados, esperando, sin hacer nada en particular…».
Creo que esta foto se tomó en la Universidad China de Hong Kong el 2 de septiembre de 2019, cuando los estudiantes organizaron un plantón para iniciar un boicot de dos semanas a las clases en protesta por el proyecto de ley de extradición. Ese día, los representantes de los estudiantes leyeron una declaración conjunta y gritaron consignas. Esta foto en particular muestra un momento en el que los manifestantes parecen estar simplemente arremolinados, esperando, sin hacer nada en particular. En otras palabras, se trata de una foto de un momento tranquilo en una manifestación pacífica. ¿Por qué fue censurada?
Una posibilidad es que los censores decidieran censurar esta foto porque querían borrar toda existencia de estos acontecimientos. El objetivo, en este caso, es ganar tiempo para que el Partido pueda averiguar cuáles deben ser los temas de conversación. Querían evitar una situación en la que la gente empezara a hacer preguntas al ver estas fotos, para las que el Partido no tuviera respuestas preparadas.
Otra posibilidad, que me parece más probable, es que hayan censurado esta foto por lo que muestra: público. Según la definición del filósofo estadounidense John Dewey, público es «un grupo de personas que, al enfrentarse a un problema similar, lo reconocen y se organizan para abordarlo» (El público y sus problemas, 1927). En cambio, lo que el Partido quiere que pienses: esto no es público, es una multitud. Tal como lo entendía Gustav Le Bon, una multitud, en contraste con un público, se caracteriza por su «impulsividad, irritabilidad, incapacidad para razonar, la ausencia de juicio del espíritu crítico, la exageración de los sentimientos» (La multitud: Un estudio de la mente popular, 1895). La narrativa propagandística del Partido Comunista Chino sigue presentando a los manifestantes como violentos, irracionales y emocionales, y esta imagen no se ajusta a esta narrativa.

Foto censurada en Net Alert de Citizen Lab, publicada con uso justo.
Hannah Arendt hablaba de la banalidad del mal, y de cómo a menudo no es el tipo de mal por el que los hombres se retuercen el bigote, sino que puede tratarse de burócratas que hacen lo que se les pide, que no reflexionan sobre lo que se les pide, que no tienen diálogo interior, que no son críticos, que no piensan. Del mismo modo, sostengo que esta censura de imágenes banales es mala, en el sentido de que nos impide pensar. La narrativa propagandística quiere que aceptemos una realidad simplista en la que los manifestantes son violentos y emocionales e irracionales, instigados por fuerzas extranjeras, y eso es todo. Por eso hay que censurar las imágenes de manifestantes pacíficos: no encajan en la narrativa, sino que podrían hacernos reflexionar y preguntarnos. Esta censura no es ni nueva ni sorprendente: pensemos en la censura de imágenes aparentemente inocentes de Winnie Pooh.
Pero que esta censura banal no sea sorprendente no significa que debamos aceptarla como normal. Lo que perdemos es la posibilidad de tener un mundo común, en el que nos veamos como seres humanos, en toda nuestra complejidad, diversidad y pluralidad, con opiniones diferentes, pero también con capacidad de resolver nuestras diferencias mediante el diálogo y la conversación. Este mundo común es lo que el Partido Comunista Chino está destruyendo con esta censura. Frente a esta represión, los invito a iniciar un diálogo y a reflexionar sobre las siguientes cuestiones importantes: ¿cómo podemos rechazar esta censura, y cómo podemos empezar a reconstruir un mundo común, inclusivo, diverso, que permita a nuestra imaginación ir de visita y que nos permita caminar un trecho en los zapatos del otro?
Lokman es académico y activista, miembro de Citizen Lab de la Universidad de Toronto; actualmente trabaja en un libro sobre su experiencia en las protestas de Hong Kong..