El lado activista de K-POP en Perú

Imagen de la página Facebook de BTS Perú Sede Chiclayo

Este artículo fue originalmente escrito por Adriana Velásquez en La Antígona.

El término k-pop ya no es ajeno en el Perú a pesar de estar a más de 16 mil km del país donde se originó este género musical. No es sorpresa que los clubs de fans o fandoms sean cada vez más numerosos y con un gran poder de convocatoria para manifestarse social y políticamente.

A mediados del año pasado, durante las protestas del movimiento Black Lives Matter tras la muerte de George Floyd en Estados Unidos, medios alrededor del mundo informaban de la donación de 1 millón de dólares por parte de la banda de k-pop BTS. Bastó un poco más de 24 horas para que las armys, seguidoras de la banda, recolectarán otro millón de dólares el cual donaron a la misma causa.

El activismo en el k-pop también ha tenido impacto en Latinoamérica. En Perú, las kpopers detuvieron un intento de desprestigiar las marchas contra el expresidente Manuel Merino durante la crisis política en Perú en 2020 en Twitter a través del #TerrorismoNuncaMás. Se organizaron para llenar de spam dicho hashtag y evitar que difamaran a quienes estaban yendo a protestar.

Miguel Sánchez, periodista y docente de la Universidad Católica del Perú, destaca características propias del ciberactivismo en los k-popers como la organización en fandoms, los objetivos comunes y el uso del espacio público.

Por otro lado, la psicóloga social y fan del k-pop, Sandra Rivas, indica que la predisposición de las k-popers a manifestarse en el ciberespacio está en la experiencia para hacer que sus grupos sean tendencia utilizando los algoritmos de las redes sociales. Estas habilidades son replicadas cuando se trata un tema de interés político o social.

Según Rivas, los fandoms de k-pop tienen dos características importantes que los diferencia de otros fan clubs de música occidental: la construcción de la identidad como colectivo y el mercado de la industria del k-pop. Rivas describe a este colectivo con una identidad hermética en donde cada fandom tiene un nombre y un color que los distingue.

Imagen de la página Facebook de BTS Perú Sede Chiclayo

No hay duda de que el k-pop y la cultura coreana está tomando más relevancia en este lado del mundo. El Hallyu o la ola coreana es un término que hace referencia a la expansión de la cultura de Corea del Sur al resto del mundo. Esta expansión se dio en la década de los 90 cuando se empezaron a distribuir producciones del Corea del Sur al extranjero. Entre las novelas, programas de entretenimiento, música, danzas, el entretenimiento coreano se popularizó rápidamente.

En Latinoamérica el crecimiento se dio se forma paulatina. Poco a poco se formaban los primeros fandoms de k-pop, aunque estos carecían de visibilidad.

Según el experto en marketing digital Fernando Vega, en 2020, los k-popers peruanos instalaron hasta 15 trending topics sobre k-pop en 30 días en la red social Twitter. “La mención a BTS introduce a la banda de K-pop que es furor en la región. BTS concentra el 85% de menciones de Latinoamérica y hasta el 93% en Perú”, indica en el informe.

Asimismo, en el aspecto social, los fandoms de k-pop organizan diversas actividades de proyección social para conmemorar los cumpleaños de sus idols o los aniversarios de sus grupos favoritos.

Fabiana Tequenquea, miembro del staff de BTS Chiclayo, entró al fandom en el 2015. Fabiana recuerda que recién en 2016, con la llegada de nuevos miembros al fandom, pudieron realizar sus primeras obras sociales. Estas, consistían en chocolatadas navideñas. Repartían chocolate, panetón y juguetes a las personas de la calle. Conforme BTS se hacía más conocido en Chiclayo, más miembros se iban sumando al fan club. Fue así como las actividades de labor social fueron aumentando.

Imagen de la página Facebook ENHYPEN Perú

Pero sin duda, hubo una donación que supero todas las demás. Fue considerada como la donación más grande a nivel nacional por parte de las armys. La recaudación de 3 mil soles se realizó para la creación de una planta de oxígeno en Lima. Esto, para conmemorar el cumpleaños de J-Hope, integrante de BTS. Si bien este acto, organizado por el grupo BTS Perú Projects, armys peruanas de distintas sedes colaboraron con la colecta. “Fue un gran orgullo porque los fan clubs de kpop a veces son dejados de lado e insultados por este gusto. Y fue un honor que el esfuerzo sea reconocido de una manera positiva a nivel nacional”, recuerda Fabiana.

Para ella, el mensaje que difunden los chicos de BTS en su música es una inspiración para mejorar, apoyar a los demás y vivir en un mundo mejor. “Como ellos mismo dijeron: Todos somos iguales, todos merecemos apoyo y respeto”, cita.

Gracias a las redes y a la internacionalización del k-pop, cada vez hay más fandoms peruanos que se forman y organizan mucho antes del debut de la banda. Esto les permite comenzar temprano con la labor social. Lo que ocurrió con ENHYPEN, un grupo de k-pop que surgió de un reality de competencia llamado I-LAND. Debutaron en noviembre del 2020, y antes de su estreno ya tenían un fandom en Perú.

Para Keyla y Hienka, miembros del staff de ENHYPEN PERÚ, desde un inicio tenían en claro que querían hacer trabajo social.  “Tenemos miembros que trabajan en ONG’s entonces siempre lo teníamos en cuenta para las actividades que queríamos realizar en los cumpleaños de los chicos”, menciona Keyla.

Una de las actividades que más recuerdan fue la chocolatada navideña que hicieron junto con la ONG “Cambiando Vidas Perú” el año pasado. “Pedimos donaciones, tanto monetarias como de víveres. Lo que hicimos fue comprar juguetes para 100 niños y como también hubo donaciones de víveres hicimos una cestita y eso se sorteó entre los que estaban ahí. Fue super divertido”, recuerda Keyla.

Cabe destacar que el activismo y labor social de parte de las k-popers no es algo nuevo. Fandoms con mayor antigüedad ya realizaban pequeñas actividades para ayudar a la comunidad. Fiorella Mucha, parte del staff de SONES Perú (fandom del grupo femenino Girls Generation), cuenta que desde el 2011 vienen realizando proyectos de ayuda social. En un inicio se interesaron por la causa animal colaborando con albergues para perros, ya que como Fiorella indica, “SONE Perú se caracteriza por el amor hacia los animales”.

​ “Un fandom a nivel de k-pop no solamente se centra en ello, sino también podemos apoyar en nuestra sociedad con el hecho de que tenemos algo en común”, expresa Hienka.

Una selección musical de Val en Spotify que mezcla canciones de BTS y cumbias peruanas.

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