En Turquía, primera gran concentración antivacunas recibe luz verde de Gobierno local

Estetoscopio con cuaderno y jeringa y texto #COVID19″ de wuestenigel (CC BY 2.0).

El 11 de septiembre, cerca de 3000 habitantes de Estambul se reunieron en una manifestación del «Gran Despertar» para protestar contra las vacunas, las pruebas PCR y la obligación de usar mascarillas.

Fue la mayor protesta del relativamente pequeño grupo de defensores de los antivacunas de Turquía desde que el país informó de su primer caso de COVID-19 a inicios de 2020. Informes desde el lugar mostraron a miles reunidos en la protesta en Maltepe en Estambul, sin mascarillas y sin distanciamiento social.

La protesta en el barrio de Maltepe, en Estambul, fue aprobado por la Oficina del Gobernador la ciudad. Varios conocidos opositores a la vacuna, incluidos médicos, activistas, artistas y escritores fueron a la protesta. Durante un discurso, Abdurrahman Dilipak, columnista conservador del diario Akit, afín al Gobierno. dijo que los informes de pacientes contagiados o muertos de COVID-19 no eran ciertos y que el objetivo de difundir estos números era asustar a los ciudadanos. Dilipak enumeró cinco pedidos durante la protesta, incluido el cierre de la oficina de Ankara de la Organización Mundial de la Salud, que se dejen de lado los requisitos de pruebas PRC y que las mascarillas no sean obligatorias.

Quienes no pudieron asistir se unieron a la protesta con la etiqueta #HerYerMaltepeHerYerDirenis [todos somos Maltepe, la resistencia está en todas partes]:

Que todos lo sepan: ¡no seremos esclavos!
Todos somos Maltepe, la resistencia está en todas partes.

Resistiremos hasta el final. ✌
No a las mascarillas. ❌
No a la vacuna.❌
No a las pruebas. ❌

A los manifestantes no se les obligó a mostrar certificados de vacunas ni una prueba de COVID negativa, que va en contra de las más recientes regulaciones de salud del Gobierno, actualizadas el 6 de septiembre.

A comienzos de septiembre, las nuevas regulaciones exigen pruebas de vacunas o pruebas PCR negativas para pasajeros de vuelos entre ciudades, transporte público y para quienes asisten a grandes actividades, como conciertos o teatro y espacios públicos como escuelas y cines.

Según los más recientes indicadores, el 48.3 % de la población total está vacunada, y el 61.8 % ha recibido al menos una dosis. El 6 de septiembre empezó el año escolar, los escolares regresaron a la educación presencial. El Gobierno redujo la edad de vacunación a 12 años, antes había estado disponible para menores a partir de 15 años. Y de todas maneras, el índice de contagiados sigue en el rango de 20 000 por día. Turquía también entró a la fase 3 de estudios humanos para su propia vacuna, Turkovac. «La vacuna inactiva está ahora en fase de emergencia-aprobación de uso y el ministro de Salud, Fahrettin Koca, anunció la semana pasada [comienzos de septiembre] que su producción masiva probablemente empezará en octubre cuando tenga aprobación», informó Daily Sabah. Turkovac se probará primero en Kirguistán, según informes en los medios.

El 7 de septiembre, el ministro de Salud, Fahrettin Koca, anunció que se registraron al menos dos casos de la nueva variante mu en el país. Desde la primera detección en Colombia en enero de 2021, la variante mu se ha informado al menos en 39 países.

En la manifestación, a los asistentes no les interesaban las nuevas variantes ni la velocidad con que el virus se propaga. «Nos llamaron intolerantes y contrarios a la ciencia. Quieren que nos vacunemos desde lejos, como animales. Con financiación de la Fundación Bill Gates, la pandemia empezó con un informe de la BBC», dijo Dilipak durante su discurso. Algunos en la multitud estuvieron de acuerdo. En una entrevista con Hurriyet Daily News, un asistente dijo: «La vacuna es el juego de Bill Gates. Empezaron a vacunar gente en tres meses. Nos convertirán en robots. Hatán que la gente se enferme». La multitud también pidió la renuncia del ministro de Salud.

Una multitud heterogénea de todos los entornos políticos se juntaron contra la vacuna obligatoria y los pasaportes de salud en Estambul. Una organización totalmente orgánica sin afiliación política ni partido político.
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La gente no quiere que la traten como vectores de la enfermedad, como si fuera sucia. Los estudiantes quieren librarse de las mascarillas en las escuelas. Los padres quieren que sus hijos no sean maltratado con dobles pruebas. Se trata de libertad.

Otros fueron para oponerse a las nuevas restricciones. «Mascarillas, vacunas y pruebas PCR pueden convertirse en obligatorias. Estamos acá para expresar nuestro descontento con esto», dijo Erdem Boz, que fue a la manifestación del 11 de septiembre.

Los expertos en salud han criticado a los participantes de la manifestación y sus declaraciones. El profesor Necmettin Ünal, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Ankara Especialista en anestesiología y cuidados intensivos, dijo que una cosa es dudar de recibir la vacuna y otra muy distinta es sostener que la vacuna en un «complot para aniquilar a la raza turca».

Otros cuestionaron que esta manifestación haya sido posible. Desde 2020, las manifestaciones callejeras —sobre todo contra el Gobierno— eran poco habituales y a menudo había violenta intervención de la Policía cuando se realizaban. Al 15 de septiembre, el gobernante Partido Justicia y Desarrollo no se había pronunciado sobre la manifestación.

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