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Pensamiento crítico es crucial para el arte progresista: Musicóloga bosnia Amila Ramović

Categorías: Europa Central y del Este, Bosnia y Herzegovina, Arte y cultura, Juventud, Medios ciudadanos, Mujer y género, Música
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Amila Ramović. Foto de Damir Šagolj, usada con autorización.

Este artículo de Kristina Gadže fue publicado originalmente en Balkan Diskurs [2], proyecto del Centro de Investigación Posconflicto [3] (PCRC). Global Voices reproduce una versión editada como parte de un acuerdo para compartir contenido.

Amila Ramović, profesora adjunta [4] del Departamento de Teoría y Pedagogía Musical de la Academia de Música de la Universidad de Sarajevo, habló con Balkan Diskurs sobre el pensamiento crítico a través del arte. Además de su título académico, es presidenta de la Sociedad Musicológica de la Federación de Bosnia Herzegovina e integra la Sociedad Musicológica Internacional, ubicada en Basilea.

Ramović señaló que su profesión le da la oportunidad de conocer a muchos futuros artistas

Art students are passionate about this vocation and in their work they are guided by optimism that the values they instinctively and intellectually feel will be recognized by their environment. That is why it is a special privilege for anyone interested in art to work with young people who are not yet „corrupt“ by conformism, which is the greatest enemy of progressive and critical artistic thought – as only such art is the real one. However, it is true that this attitude of theirs is quickly tested as soon as they finish their studies, because our society does not have any platform to support artists“, points out.

Los estudiantes de arte se apasionan por esta vocación y en su trabajo los guía el optimismo de que los valores que sienten instintiva e intelectualmente serán reconocidos por su entorno. Por eso es un privilegio para quienes se interesan por el arte trabajar con jóvenes que aún no están «corrompidos» por el conformismo, que es el mayor enemigo del pensamiento artístico progresista y crítico, ya que solo ese arte es el verdadero. Sin embargo, es cierto que esta actitud se pone rápidamente a prueba en cuanto terminan sus estudios, porque nuestra sociedad no tiene ninguna plataforma de apoyo a los artistas.

Dijo que los jóvenes músicos con los que trabaja, hasta los más talentosos y premiados, suelen abandonar muy pronto las actividades artísticas y buscar un trabajo en escuelas de música, y que ese trabajo diario los agota. Añadió:

This is not strange at all, especially when we know that, for example, in the public institutional sector in Sarajevo, there is only the Philharmonic and the Opera where someone can play music professionally. In this sense, we can neglect the independent sector, because it is also neglected by the administrations with miserable financing. So young artists cannot do music for living. This reality worries them, demoralizes them and in the end they come to simply surrender to that reality.

Esto no es nada raro, sobre todo cuando sabemos que, por ejemplo, en el sector institucional público de Sarajevo, solo existe la Filarmónica y la Ópera donde alguien puede tocar música profesionalmente. En este sentido, podemos descuidar el sector independiente, porque también lo hhan descuidado las administraciones con una financiación miserable. Así que los jóvenes artistas no pueden hacer música para vivir. Esta realidad les preocupa, les desmoraliza y al final llegan a rendirse simplemente a esa realidad.

Sobrevivió al asedio de Sarajevo [5] (1992-1996) y vio cómo el arte funciona incluso en esas condiciones. Dice que fue durante el asedio cuando quedó claro que la experiencia del arte está directamente relacionada con la supervivencia como una de las formas más resistentes de preservar la identidad de las personas.

Ramović recuerda que fue un periodo en el que los ciudadanos arriesgaban sus la vida para ir a exposiciones y espectáculos:

In a situation when our physical existence was called into question, when we as human beings were annulled by the aggressors, but also by the „civilized“ European world that surrounds us, the continuity of life was confirmed by the achievements of the spirit. At that time, we felt that biological survival, survival itself, having to eat, being warmed up, was not enough.

En una situación en la que nuestra existencia física estaba en entredicho, en la que los agresores nos anulaban como seres humanos, pero también el mundo europeo «civilizado» que nos rodea, la continuidad de la vida se confirmaba con los logros del espíritu. En esa época, sentíamos que la sobrevivencia biológica, la sobrevivencia en sí misma, tener que comer, calentarse, no era suficiente.

La historia y la cultura son siempre temas interesantes para los artistas, añade, y en Bosnia y Herzegovina, que está cargada de relatos históricos, esto es especialmente pronunciado. Amila Ramović explicó:

In post-war Bosnia, precisely because of the dominant policies and narratives that those policies placed, there was a flood of ethno-national kitsch in the field of art, based on historical and mythological narratives where devotion to the people and homeland is manifested in the format of works of art. I say in format, because these works are consciously or unconsciously conceived with the aim of initiating some empathic processes, in the way that pop culture seduces its consumers. In the end, such achievements are often strengthened by social support.

En la Bosnia de la posguerra, precisamente a causa de las políticas dominantes y de las narrativas que esas políticas impusieron, se produjo una avalancha de cursilada etnonacional en el campo del arte, basada en narrativas históricas y mitológicas donde la devoción al pueblo y a la patria se manifiesta en el formato de las obras de arte. Digo en formato, porque estas obras se conciben consciente o inconscientemente con el objetivo de iniciar unos procesos empáticos, a la manera en que la cultura pop seduce a sus consumidores. Al final, estos logros suelen verse reforzados por el apoyo social.

Dice que el arte serio requiere un enfoque crítico contemporáneo, contextualizado en el conocimiento de la realidad de Bosnia Herzegovina, y también del discurso artístico contemporáneo:

Such artistic speech, which we recognize as the face of successful BiH art, is largely carried by artists who work internationally, independent of the reactions from our environment. Braco Dimitrijević [6] is certainly the most important artistic figure of the BiH art scene of all time. His works are regularly in the permanent exhibition of the world’s most important museums. Despite that, I am not sure that he is recognized through the administrations in his full capacity, but also in our wider social space.

Este discurso artístico, que reconocemos como la cara del arte exitoso de Bosnia Herzegovina, lo llevan en gran parte artistas que trabajan internacionalmente, independientemente de las reacciones de nuestro entorno. Braco Dimitrijević [6] es sin duda la figura artística más importante del panorama artístico de Bosnia y Herzegovina de todos los tiempos. Sus obras están con frecuencia en exposición permanente de los museos más importantes del mundo. A pesar de eso, no estoy segura de que se le reconozca a través de las administraciones en toda su capacidad, sino tampoco en nuestro espacio social más amplio.

Explica que los límites del discurso artístico están relacionados en gran medida con el hecho de que Bosnia Herzegovina, a todo nivel, invierte realmente muy poco en el arte de orientación crítica, porque no interesa lo que pretenden las políticas principales.

A la pregunta de si la cultura crítica lleva a veces a separarse de la propia cultura en el contexto de la salida de los jóvenes de estos ámbitos, Ramović responde que estas dos cosas van de la mano:

Young people are leaving BiH because they do not see the possibility that something could change, and that is especially true in the artistic milieu. What is true is that the situation can be changed by serious critical action. And that critical culture, that is, critical thinking through arguments, formation of attitude, articulation of attitude and its placement in public space, is what we as a society lack on every agenda. I often see young people, but not only young people, giving up critical action.

Los jóvenes abandonan Bosnia Herzegovina porque no ven la posibilidad de que algo cambie, y eso es especialmente cierto en el medio artístico. Lo que sí es cierto es que la situación puede cambiar mediante una acción crítica seria. Y esa cultura crítica, es decir, el pensamiento crítico a través de los argumentos, la formación de la actitud, la articulación de la actitud y su colocación en el espacio público, es lo que nos falta como sociedad en todas las agendas. A menudo veo que los jóvenes, aunque no solo los jóvenes, renuncian a la acción crítica.

El arte es independiente de la política, pero se plantea hasta qué punto deben estar conectados, si quieren alcanzar objetivos que beneficien a toda la sociedad. Ramović cree que el arte involucra a las personas y, por tanto, cree que es de naturaleza política, ya que da forma al espíritu y al patrimonio cultural que construye la identidad de una determinada región.

Como el arte está en sintonía con la realidad, independientemente de sus temas y su forma –abstracta o concreta–, permite a su público reconocer los matices y comprender el mundo en su ambigüedad. Para Ramović, el buen arte suele ser enemigo de la política de derecha, y los buenos artistas casi siempre están en algún lugar dirigido a la izquierda.

Aconseja a los jóvenes artistas que imaginen el futuro, que tengan objetivos concretos por delante y que luchen por conseguirlos.

Very often, the achievement of these goals is quite realistic, only that the messages from the social reality lead us to doubt and pessimism. The dominant policy in BiH is based on the prevention of resistance and on breaking the will for rebellion and change, so we are ‘trained’ by both the administration and the media. But this position of theirs is fundamentally very weak and it can easily be defeated in the face of strong creative energy.

Muy a menudo, el logro de estos objetivos es bastante realista, solo que los mensajes de la realidad social nos llevan a la duda y al pesimismo. La política dominante en Bosnia Herzegovina se basa en la prevención de la resistencia y en quebrantar la voluntad de rebelión y cambio, por lo que nos «entrenan» el Gobierno y los medios. Pero esta posición suya es fundamentalmente muy débil y puede ser fácilmente derrotada frente a una fuerte energía creativa.

Señala que es necesario que las asociaciones de estudiantes de arte y jóvenes artistas del sector independiente articulen sus propias visiones y usen el espacio público, las redes sociales y los medios para presionar a quienes pueden crear las condiciones para que sus visiones se hagan realidad.

Ramović concluye:

I do hope that young musicians, but also young artists in general, will initiate some public actions and ask public administrations to change their attitude towards them, but that has not happened yet. If we look at the spending of budget funds, it turns out that refined intellectual work is not something that those who finance cultural production recognize as a value. That would have to change if we want BiH to get an active, stable, coherent and relevant art scene.

Espero que los jóvenes músicos, pero también los jóvenes artistas en general, inicien algunas acciones públicas y pidan a las administraciones públicas que cambien su actitud hacia ellos, pero eso aún no ha ocurrido. Si observamos el gasto de los fondos presupuestarios, resulta que el trabajo intelectual refinado no es algo que quienes financian la producción cultural reconozcan como un valor. Eso tendría que cambiar si queremos que Bosnia Herzegovina tenga una escena artística activa, estable, coherente y relevante.