COVID de alta costura: Creativa trinitense Sonja Dumas responde a la pandemia con agradable vestido con significado más profundo

Sonja Dumas creativa de Trinidad y Tobago con su vestido de bolso de compras. Foto de Michele Jorsling cortesía de Dumas, usada con autorización.

En respuesta a la pandemia de COVID-19, Trinidad y Tobago ha tenido varias órdenes de confinamiento, imposiciones de toques de queda y restricciones a las reuniones con límites en el funcionamiento de negocios no esenciales. Sin embargo, supermercados y tiendas de abarrotes han sido una constante como lugar para comprar alimentos, que da a las personas una razón genuina para salir de casa. Pero con las playas aún cerradas, la claustrofobia ha estado afectando a muchos cibernautas. Es así que la bailarina, coreógrafa y cineasta Sonja Dumas decidió contrarrestar la tristeza del COVID con creatividad.

En una publicación de Facebook del 27 de septiembre, Dumas publicó varias fotografías profesionales de ella ataviada con un colorido vestido hecho completamente con bolsas de compras reutilizables y con el logo de una de las cadenas de supermercados más grandes de la región del Caribe. Massy Stores explicó:

Who says I doh dress up and go on hot dates in de pandemic?

I was thinking about this situation we're all in and where to find the humour in it. […] I decided to go haute couture (not). I'd been planning it since April, when we went into the second major ‘lockdown’. Everyone's style was seriously cramped – again. But safety first. Grocery and pharmacy second. In my lethargy and my feelings of being overwhelmed by this whole world crisis, it took me months to even draw the design, far less get the dress made. But it happened.

¿Quién dice que no debo vestirme elegante ni tener citas calientes en la pandemia?

Estaba pensando en esta situación en la que estamos todos y dónde encontrarle el humor. […] Decidí ir a la (no) alta costura . Lo había estado planeando desde abril, cuando entramos en el segundo «confinamiento» importante. El estilo de todos quedó seriamente restringido, de nuevo. Pero la seguridad es lo primero. Segundo supermercado y farmacia. En mi letargo y mi sentir de estar abrumada por toda esta crisis mundial, me tomó meses siquiera dibujar el diseño y hacer el vestido. Pero sucedió.

La publicación tocó la fibra sensible de los usuarios de las redes sociales, quienes la encontraron refrescante, imaginativa y un bienvenido descanso de las discusiones sobre las tasas de infección y las dudas sobre las vacunas. Sin embargo, sospechaba que, como la mayoría de los esfuerzos creativos, la exhibición de vestuario de Dumas funcionaba en múltiples niveles y quise saber más. Por teléfono y correo electrónico, ofreció una visión más profunda de lo que la inspiró a emprender el proyecto y el mensaje que espera que envíe.

Sonja Dumas, lista para su ‘cita caliente’ en la tienda. Foto de Michele Jorsling cortesía de Dumas, usada con autorización.

Janine Mendes-Franco (JMF): ¿Cuál fue el origen de la idea de tu vestido de bolso de compras y qué te hizo perseguirlo hasta una sesión de fotos de moda?

Sonja Dumas (SD): When Trinidad and Tobago went into its second major lockdown back in April, it was a very necessary move on the part of the government, but a very tense moment for the population. The number of daily COVID deaths had increased significantly and the virus was spreading, as well as the fear of it. It felt as if we were back to Square One, or maybe even negative Square One. As the lockdown persisted, I grew increasingly frustrated with the isolation and the inability to do what I considered ‘normal’. As a person in the creative sector, it was doubly frustrating because much of my income also dried up. My life outside of home and temporary work spaces was centred around visits to the grocery, the gas station and the pharmacy. Those became what I call my ‘hot dates’ – the opportunity to be social – if only to mutter ‘Good morning’ or ‘Good evening’ to the security guard stationed at the door to ensure that I sanitised and took my temperature before entering the building.

Sonja Dumas (SD): Cuando Trinidad y Tobago entró en su segundo confinamiento importante en abril, fue una medida muy necesaria del Gobierno, pero un momento muy tenso para la población. El número de muertes diarias por COVID había aumentado significativamente y el virus se estaba propagando, así como el miedo que generaba. Se sentía como si estuviéramos de vuelta en el punto de partida, o tal vez incluso antes. Mientras el confinamiento seguía, me sentía cada vez más frustrada por el aislamiento y la incapacidad de hacer lo que consideraba «normal». Como persona en el sector creativo, fue doblemente frustrante porque gran parte de mis ingresos también se agotaron. Mi vida fuera del hogar y los espacios de trabajo temporales se centraban en las visitas al supermercado, la gasolinera y la farmacia. Eso se convirtió en lo que llamo mis «citas calientes», la oportunidad de ser social, aunque sea solo para murmurar «Buenos días» o «Buenas noches» al guardia de seguridad apostado en la puerta para asegurarse de que me desinfectara y me tomara la temperatura antes de ingresar al edificio.

JMF: Llévame a través del proceso creativo. ¿Lo diseñaste y cosiste tú misma? ¿Qué hubo involucrado, cuánto tiempo tomó y cómo se expandió su alcance?

SD: I designed the dress in my head first. I knew exactly what I wanted it to look like but took months to actually draw it; it wasn’t really a priority. Strangely, I was even more busy with Zoom meetings and backlogs, even though there was less paying work. The dress continued to be just a cerebral protest about what my life had come to. But I knew other people were suffering from the same isolation, uncertainty, sadness and general feeling of being overwhelmed, and I thought that the dress might help to cheer us all up.

I finally made a couple of sketches back in July or August, and then took it to a seamstress who does many of the dance costumes that I design. She’s a brilliant craftsperson, as well as an amazing interpreter of my designs, and she knows how far out of the box I often think. I placed the sketches and the Massy bags on her sewing table. There were 7 big ones and 4 small ones (although not all were eventually used for the dress). She didn’t flinch. All she said was, ‘Costume?’ I grinned and said, ‘Yes’. We spoke for five or ten minutes, and that was that. A week later, I returned to collect the quirky evening dress that I planned to post on social media as a small act of humorous protest and liberation.

SD: Primero diseñé el vestido en mi cabeza. Sabía exactamente cómo quería que fuera, pero me tomó meses dibujarlo; no era realmente una prioridad. Curiosamente, estaba aún más ocupada con las reuniones de Zoom y trabajos penientes, a pesar de que había menos trabajo remunerado. El vestido seguía siendo solo una protesta cerebral sobre qué había llegado mi vida. Pero sabía que otras personas estaban sufriendo el mismo aislamiento, incertidumbre, tristeza y se sentían abrumadas, y pensé que el vestido podría ayudarnos a animarnos.

Finalmente hice algunos bocetos en julio o agosto, y luego se los llevé a una costurera que hace muchos de los trajes de baile que diseño. Es una brillante artesana e increíble intérprete de mis diseños, y sabe que mis ideas muchas veces están fuera de lo común. Dejé los bocetos y las bolsas de Massy en su mesa de costura. Había siete grandes y cuatro pequeños (aunque al final no todos se usaron para el vestido). Ella no se inmutó. Todo lo que dijo fue: ‘¿Disfraz?’ Sonreí y dije: ‘Sí’. Hablamos durante cinco o diez minutos, y eso fue todo. Una semana después, volví para recoger el peculiar vestido de noche que planeaba publicar en las redes sociales como un pequeño acto de protesta y liberación humorística.

JMF: Entonces, ¿fue todo una manera de sentirte bien en medio de un momento difícil o hubo un subtexto más profundo?

SD: I would say it was more of an exercise in preserving mental health and wellness which would hopefully make others feel good too. I revel in the process of conceiving an idea, birthing it with labour pains and all, and bringing it to fruition. The care, the love, and the dedication in that is something that energises me and makes me feel as if I’ve reached the highest form of my human and spiritual self. One needs that – especially in times of great challenges.

SD: Yo diría que fue más un ejercicio para preservar la salud y el bienestar mental que, con suerte, haría que los demás también se sintieran bien. Me deleito en el proceso de concebir una idea, dar a luz con dolores de parto y todo, y llevarla a cabo. El cuidado, el amor y la dedicación en eso es algo que me da energía y me hace sentir como si hubiera alcanzado la forma suprema de mi ser humano y espiritual. Uno necesita eso, especialmente en tiempos de grandes desafíos.

JMF: Las bolsas, visualmente llamativas gracias a su color y brillo, también son un símbolo de esta pandemia. La comida es fundamental, pero se ha encarecido. ¿Estás comentando sobre la equidad social, la seguridad alimentaria, incluso la administración de nuestro ambiente a través del reciclaje de las bolsas? ¿Son estas cosas en las que deberíamos estar pensando?

SD: The colourful nature of the bags was definitely something that I considered, but it was more about the ubiquitous nature of the bag and that fact that it symbolised access to food and, in a pandemic, access to very little other activity. So the dress is definitely a statement about our pandemic situation. I don’t think that I would have thought about making it if we weren’t facing this cataclysmic shift in lifestyle, access and human relations.

But food security is definitely one of the things we should be thinking about. While I’m grateful that there’s a way for most of us in Trinidad and Tobago to purchase food when we want it, I’ve been appalled at some of the prices that I’ve seen in the past few months. I know that things are tight for everyone in the wholesale-retail chain, but food shouldn’t be made more expensive in these times. There still are too many people who are struggling to put food on their families’ tables every day. I’m blessed that I don’t fall into that category, and I count my blessings every day, but I know that the situation could change unexpectedly for me or anyone else on this fragile planet.

SD: La naturaleza colorida de las bolsas fue definitivamente algo que consideré, pero se trataba más de la naturaleza omnipresente de la bolsa y del hecho de que simbolizaba el acceso a los alimentos y, en una pandemia, el acceso a muy pocas otras actividades. Así que el vestido es definitivamente una declaración sobre nuestra situación de pandemia. No creo que hubiera pensado en hacerlo si no estuviéramos enfrentando este cambio catastrófico en el estilo de vida, el acceso y las relaciones humanas.

Pero sí, la seguridad alimentaria es una de las cosas en las que deberíamos pensar. Si bien estoy agradecida de que la mayoría en Trinidad y Tobago tengamos una manera de comprar alimentos cuando queremos, me han horrorizado algunos precios que he visto en los últimos meses. Sé que las cosas están apretadas para todos en la cadena mayorista-minorista, pero la comida no debería encarecerse en estos tiempos. Todavía hay demasiadas personas que luchan por poner comida en la mesa familiar todos los días. Tengo la suerte de no caer en esa categoría, y cuento mis bendiciones todos los días, pero sé que la situación podría cambiar inesperadamente para mí o para cualquier otra persona en este frágil planeta.

Sonja Dumas posa con su vestido de bolsa de compras reutilizable. Foto de Michelle Jorsling cortesía de Dumas, usada con autorización.

JMF: ¿Cómo influyó la sesión de fotos?

SD: I was initially planning just to do a series of selfies and post it on Facebook and Instagram, but then a random opportunity arose for me to get the shoot done at the studio of the incredibly talented Michele Jorsling. I had to do another photo shoot there […] and I asked if she could spare some time to take just a couple of shots of me in the dress [afterwards]. She obliged, and that’s how this amazing shoot happened.

SD: Inicialmente estaba planeando solo hacer una serie de selfies y publicarlas en Facebook e Instagram, pero luego surgió una oportunidad aleatoria para hacer la sesión en el estudio de la talentosísima Michele Jorsling. Tuve que hacer otra sesión de fotos allí […] y le pregunté si podía dedicar algo de tiempo para tomarme algunas fotos con el vestido [después]. Se comprometió, y así fue como sucedió esta increíble sesión.

JMF: Toda la sensación es muy caribeña, evoca las tradiciones de baile de la región a través de la falda ancha del vestido, como la de una bailarina bélé, y tu descaro en las fotos toma vibra. El diseño también es un guiño al espíritu del carnaval de Trinidad y Tobago, la idea de vestirse de gala y disfrazarse, del que nos ha privado la pandemia.

SD: Yes, I was definitely conjuring up the coquettishness of some of our African-Caribbean dances, which tease and also challenge through movement, gesture and look. I thoroughly enjoy using those devices; it’s part of playing the masquerade of the message. And the design of the skirt is certainly a nod to the voluminous, patterned bélé over-skirt.

This dress is definitely along that performative ‘dance and mas’ spectrum. I hope that it is considered a mas! Because isn’t mas supposed to delight, provoke and intrigue? Earlier this week, a cutting-edge traditional Carnival costume designer reached out to me to talk about possibilities of a digital collaboration, using recycled materials, which is right up my alley. You just never know where your little rant in your little dress will lead you.

SD: Sí, definitivamente estaba evocando la coquetería de algunos de nuestros bailes afro-caribeños, que provocan y también desafían a través del movimiento, el gesto y la mirada. Disfruto mucho usando esos artilugios; es parte de jugar la mascarada del mensaje. Y el diseño de la falda es sin duda un guiño a la voluminosa sobrefalda bélé estampada.

Este vestido definitivamente está dentro de ese espectro de actuación de ‘danza y mas’. ¡Espero que se considere una mascarada! Porque, ¿no se supone que más debe deleitar, provocar e intrigar? Hacia fines de septiembre, un diseñador de vestuario tradicional del carnaval de vanguardia me contactó para hablarme sobre las posibilidades de una colaboración digital con materiales reciclados, que es lo que me gusta. Nunca sabes a dónde te llevará tu pequeña perorata en tu vestidito.

JMF: ¿Cómo describirías la esencia de una mujer caribeña a través de este vestido?

SD: I’m using this word a lot these days, but ‘resilient’. It speaks of confronting one’s fears and conquering some of the anxiety, and of using humour to lift oneself up – as a woman, as a human. I’ve always thought of myself as an intense person with strong opinions and a sense of justice and fearlessness. […] I thought I had reached my zenith with all of that. But then, in the face of the pandemic, I’ve found a new font of mental and spiritual strength to cope with what has come my way in the last eighteen months. It speaks to a kind of self-reliance that the Caribbean woman knows she has, deep down inside. What’s different now is that in my isolation, I’ve had to time to think about how this new level of resiliency shapes my life, and what I’m going to do with it going forward. It’s scary and it’s beautiful at the same time.

SD: Estoy usando mucho esta palabra estos días, pero ‘resiliente’. Habla de enfrentar los propios miedos y vencer parte de la ansiedad, y de usar el humor para elevarse, como mujer, como humano. Siempre me he considerado una persona intensa con opiniones fuertes y un sentido de justicia y valentía. […] Pensé que había llegado a mi cumbre con todo eso. Pero luego, frente a la pandemia, encontré una nueva fuente de fuerza mental y espiritual para enfrentar lo que se me ha presentado en los últimos 18 meses. Habla de una especie de autosuficiencia que la mujer caribeña sabe que tiene, en el fondo. Lo que es diferente ahora es que, en mi aislamiento, he tenido tiempo para pensar en cómo este nuevo nivel de resiliencia da forma a mi vida y qué voy a hacer con éso en el futuro. Da miedo y es hermoso al mismo tiempo.

JMF: Estas imágenes me dicen que se puede encontrar belleza y excelencia incluso en las cosas más mundanas si las abordamos con el estado de ánimo adecuado. ¿Es ese el secreto para superar esta pandemia? ¿Pensamiento crítico con una pizca de humor?

SD: I think that's a really good way to look at it. But don’t forget the healing factor. As much as the dress might capture the attention of someone who sees it because of its unusual nature, and as much as it raises big world questions like the future of food security, there is a more personal intent behind it. I made it to cheer up myself and others at a depressing and challenging moment of our human history. It’s a suggestion of how we could craft our own healing—at least some of the time—with, as you say, mundane objects. So one major message is that you don’t have to look too far or spend too much to create something that lets you vent and makes you smile at the same time. Use the objects in your environment and heal yourself through your own creativity.

SD. Creo que es una muy buena forma de verlo. Pero no olvides el factor curativo. Por mucho que el vestido pueda captar la atención de alguien que lo vea por su naturaleza inusual, y por mucho que plantee grandes preguntas mundiales como el futuro de la seguridad alimentaria, hay una intención más personal detrás. Lo hice para animarme a mí y a los demás, en un momento deprimente y complicado de nuestra historia humana. Es una sugerencia de cómo podríamos elaborar nuestra propia curación, al menos en parte del tiempo, con, como dices, objetos mundanos. Entonces, un mensaje importante es que no tienes que mirar demasiado lejos ni gastar demasiado para crear algo que te permita desahogarte y te haga sonreír al mismo tiempo. Usa los objetos de tu entorno y cúrate a través de tu propia creatividad.

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