El 5 de octubre, recibí la invitación de la Embajada de España en El Salvador, mi país, para celebrar el Día de España el 12 de octubre. Me pidieron asistir a un concierto con la Orquesta Sinfónica de El Salvador que se realizaría en el Teatro de San Salvador, en el cual el Ministerio de Cultura también era organizador. Pero para mí, no hay nada que celebrar.
Por años el 12 de octubre se ha celebrado en España y América Latina como el ‘Día de la raza’, conociéndose con el pasar del tiempo como el ‘Día de la hispanidad’ o desde 1987 como ‘Fiesta Nacional de España’ y en Estados Unidos como ‘Día de Colón’. El 12 de octubre de 1492 Cristóbal Colón llegó a la primera isla caribeña, Guanahani. Algunos celebran el mal llamado descubrimiento de las Américas y “el intercambio” de culturas, idiomas y religión, en lugar de decir imposición. Para las personas indígenas, negras y afrodescendientes del continente, que han sido masacradas y esclavizadas, y que seguimos resistiendo las consecuencias de la neocolonización, la llegada de Cristóbal Colón no es nada que celebrar.
Es así que en varios países se ha cambiado la celebración, pues no se celebra la invasión, por conmemoración del Día de la resistencia negra, indígena y popular. Como organizaciones indígenas y afrodescendientes salvadoreñas nos unimos a esta conmemoración y a la adopción de este nombre, ya que refleja el sentido que para nuestras poblaciones esta fecha tiene, reflexionando sobre lo que la llegada de los europeos al actual territorio llamado América desencadenó y sobre las consecuencias que actualmente siguen azotando a nuestras poblaciones.
Esta es la respuesta que envié a la Embajada, detallando mi posición, siendo respaldada por la organización AFROOS (Afrodescendientes Organizades Salvadoreñes) y muchas otras personas que tienen el mismo sentir:
San Salvador, 8 de octubre de 2021
Señor embajador y representantes del gobierno de España en El Salvador.
He recibido la invitación de parte de ustedes para asistir a la celebración del ‘Día Nacional de España’ este próximo 12 de octubre en el Teatro Nacional de San Salvador.
Al recibirla fue inevitable sentir incomodidad y deseo de expresar una respuesta que espero sea tomada con respeto y seriedad de parte de ustedes.
Soy una persona que está en el proceso de reconocimiento y rescate del legado africano e indígena tanto a nivel personal como a nivel colectivo y cultural. Desde la organización a la que pertenezco trabajamos por erradicar el racismo que se manifiesta día a día en nuestro país resultado de siglos de institucionalización e interiorización, y que comenzó su proceso desde el 12 de octubre de 1492, fecha que celebran orgullosamente cada año y que ha tenido diferentes nombres con el pasar del tiempo tales como: “Día de la Hispanidad”, “Día de la raza” y que desde 1987 es llamado “Día Nacional de España”, algo que resulta ser una burla y ofensa para nuestros pueblos originarios del actual territorio llamado América y para los pueblos africanos que fueron esclavizados desde inicios del siglo XVI. Por ello, varios países han cambiado el nombre y el sentido de dicha fecha, para reivindicar la dignidad de nuestros pueblos originarios.
Dejo claro que no estoy expresando ni odio ni rechazo hacia ustedes, tampoco significa que deje de reconocer los aportes culturales hechos por su pueblo y que son parte de la vida cotidiana actual de nuestro país. Sin embargo, reconozco que la celebración de tal fecha, y conociendo su motivo, es parte de ese racismo que nuestras poblaciones indígenas y afrodescendientes siguen viviendo. Pasar esta hoja de la historia sin hacer una crítica hacia ello no abona a la solución del problema, al contrario lo sigue manteniendo vivo.
Sueño con el día en que remuevan del Palacio Nacional las figuras de Colón, Isabel y Carlos V, como muestra de respeto hacia nuestras poblaciones originarias y afrodescendientes, que si bien es cierto no repara el daño causado, es parte de la construcción de una nueva historia que dé dignidad a quienes por siglos se les ha sido arrebata.
No admito respuesta de parte de ustedes, a menos que sea la noticia que dicha celebración ya no será realizada de aquí en adelante en nuestro país.
Me despido sin más que agregar, sinceramente:
Carlos Lara