Primer plano de vial de vacuna AstraZeneca contra el COVID-19. Fotografía de John Twohig en Flickr (CC BY-NC-ND 2.0)..

En la medianoche del 30 de septiembre, el Gobierno de Jamaica se vio obligado a deshacerse de 55 000 dosis caducadas de la vacuna de Astra Zeneca contra el COVID-19 que había donado Reino Unido el 30 de julio.

El desaprovechamiento de las preciadas dosis fue particularmente amargo para el ministro de Salud y Bienestar, Christopher Tufton, que tuiteó que se atendió a contrarreloj en los puntos de vacunación, algunos centro permanecieron abiertos durante más tiempo del habitual para intentar utilizar la mayor cantidad de dosis posible:

Sep. 30th, the last day before expiration of this batch of vaccines there was a rush on sites. Over 17k vaccinated on that day. A week before only 1.5K turned up. Not an issue of sites. The issue is us! #TimeCome pic.twitter.com/srptXJHxIE

— Dr. Chris Tufton (@christufton) October 2, 2021

Pasamos de las pocas 1563 vacunas en un día (22 de septiembre de 2021) a las 17 171 (30 de septiembre de 2021) cuando se acercaba el vencimiento de las vacunas. Esta tablas reflejan desglose por circunscripción y edad.
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El 30 de septiembre, último día antes de la fecha de expiración de esta remesa de vacunas, trabajamos a contrarreloj en los centros. Más de 17 000 vacunados ese día. Una semana antes, tan solo 1500 se presentaron. No es un problema de puntos de vacunación. ¡El problema somos nosotros!

El ministro Tufton también respondió bruscamente al titular crítico en The Jamaica Gleaner, e el que le echó la culpa a los jamaicanos indecisos con respecto a la vacuna:

The health team delivered 245k of this batch of vaccines with 2months expir. date. Over 40 VAX sites each day, empty @ times- over 25k people pass their 8week due date – where are they?

At what point do we speak about personal responsibility? Or say get Vax or else…? #TimeCome pic.twitter.com/CO8MNNtGLt

— Dr. Chris Tufton (@christufton) October 2, 2021

El equipo sanitario puso 245 000 vacunas de esta remesa con dos meses de margen de fecha límite. Más de 40 puntos de vacunación cada día, vacíos a veces, más de 25 000 personas se pasan ocho semanas de su fecha, ¿dónde están?

¿En qué momento empezamos a hablar de responsabilidad personal? ¿O decimos eso de «vacúnense o si no…»?

El periodista Jovan Johnson publicó en Twitter las estadísticas de vacunación del Ministerio de Salud. De una población total de 2,9 millones de personas, el objetivo de vacunación del Gobierno es de 1,9 millones; las estadísticas no incluyen a los menores de 12 años, que aún no están vacunados:

@themohwgovjm:

*Data as at October 3, 2021 pic.twitter.com/gLUcn8aLlA

— Jovan Johnson (@jovanthony) October 6, 2021

*Datos a 3 de octubre de 2021

Jamaica parece estar emergiendo lentamente de una tercera ola de COVID-19, los contagios se reducen gradualmente tras el pico del 6 de septiembre. Una serie de días de cuarentena y toques de queda nocturnos, que fueron finalmente reducidos el 28 de septiembre, pueden haber tenido un impacto en el número de nuevos casos.

Objetivos de vacunación

Hasta ahora, se han administrado más de 803 000 vacunas, con tan solo 292 326 personas siendo totalmente vacunadas, lo que colocó a la isla a la cola de la región en lo referente al porcentaje de ciudadanos que han completado el ciclo de vacunación, ya sea con dosis única o doble (9,5 %). Además, miles de personas no se han presentado para recibir su segunda dosis.

Los niveles de vacunación han tenido cada vez más problemas para acercarse a los objetivos, a pesar de las peticiones de las agencias estatales y el sector privado. El Gobierno quiere que un 65 % de su población objetivo esté vacunada en marzo de 2022. Al 6 de octubre tan solo ha alcanzado algo más del 15 % de ese objetivo.

Diversas iniciativas para llegar a la población, como seminarios web, conferencias de prensa semanales, publicaciones en redes sociales, una nueva herramienta para llegar a los «encerrados», y la expansión de centros de vacunación a las comunidades a través de un autobús, y colaboraciones con el sector privado, apenas han conseguido cambiar las cosas en las últimas semanas.

Los esfuerzos en el sector privado, que comenzaron a finales de julio, también se han quedado cortos, con apenas 20 000 empleados que han sido vacunados en ocho semanas.

La Iniciativa de Vacunación del Sector Privado instaló una unidad de vacunación para transportistas en Kingston, con el objetivo de vacunar a los operarios de transportes del sector público, pero aunque el objetivo era vacunar a 500 conductores de taxi y autobús ese día, tan solo se llegó a los 200.

¿Por qué la indecisión?

Mientras tanto, el Grupo de Operaciones Nacional contra el COVID-19, que se estableció para redoblar los esfuerzos de vacunación del sector de transportes en siete meses, ha desaparecido del ojo público.

Un comentarista político culpó a las mentiras y la desinformación que se publican en las redes sociales de la indecisión ante las vacunas:

Blame the ignorance expanding power of Social Media

Before SM those who were uninformed knew they were uninformed

And hence on medical matters listened to informed authority. ie scientists

Now same uninformed listen to two fake news video clips & pronounce themselves experts

— kevin o'brien chang (@kevinobriencha1) October 1, 2021

Solamente el 30% de los jamaicanos está dispuesto a vacunarse contra el COVID; el 20 % m está seguro; el 50 % no quiere. Se base en encuestas y por grupos con acceso desde marzo. Problemas que enfrentar: desconfianza de las autoridades, desinformación/sesgo de confirmación, disonancia cognitiva. Mejorar el acceso es necesario, pero insuficiente.
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Culpen al poder de expasión de ignorancia de las redes sociales.

Antes, los que estaban desinformados sabían que lo estaban.

Por taanto, en temas médicos se escuchaba a las autoridades informadas, es decir, a los científicos.

Ahora esos mismos desinformados ven algunos videos de engaños y se autoproclaman expertos.

La influencia de los pastores evangelistas, algunos de los cuales han desaconsejado activamente a sus fieles que se pongan la vacuna, la llaman la «marca de la bestia«, y también las han calificado de preocupación mayor.

Por si fuese poco, ha habido grandes desafíos logísticos. En las comunidades rurales, la mayoría no tiene acceso rápido a información, y el costo y posibilidad de llegar al punto de vacunación más cercano siguen siendo un problema. Un reportaje televisivo del lado este de la isla muestra puntos de exámenes vacíos, y se descubrió que los habitantes rurales eran más propensos a confiar en remedios caseros en su intento de combatir el virus. Sin embargo, uno de los partidarios de esos remedios, el creador del «Immuno-gizer,» murió recientemente de COVID-19.

Para persuadir a los indecisos, un conocido psicólogo, que mantiene que «una población parcialmente inmunizada es tierra fértil para variantes virales más peligrosas», sugirió:

I am proposing a mass media campaign to administer the ‘psychosocial vaccine’ along with a national webinar training for the ‘ground troops’ to ‘diagnose and treat’ friends and associates. pic.twitter.com/gT94u48J9J

— Leahcim Semaj (@LSemaj) October 4, 2021

La renuencia a la vacuna en toda la población hace que una campaña se dirija eficazmente a la vacuna? ¿O las campañas masivas son inútiles frente a estos prejuicios?
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Propongo una campaña masiva para administrar la «vacuna psicológica» así como un seminario web de entrenamiento para las «tropas de tierra» para «diagnosticar y tratar» a amigos y asociados.

Asunto de obligación de vacunarse

La situación ha planteado el asunto sin resolver de la vacunación obligatoria. Si bien algunas empresas importantes han anunciado que sus empleados deben estar vacunados, o presentar pruebas frecuentes que correrían de su cuenta, muchos empresarios siguen tratando de decidirse en sus propias políticas. Como resultado, las mayores organizaciones del sector privado lanzaron un comunicado el 6 de octubre en el que pedían vacunación obligatoria para los puestos de trabajo:

Jamaica is at a critical stage in the execution of the vaccination strategy. With over 500,000 doses currently available, the Private Sector Organisation of Jamaica (PSOJ) along with the Jamaica Chamber of Commerce (JCC) and the Jamaica Manufacturers and Exporters Association (JMEA) believe that the time is now for private sector entities to establish policies that require employees to get vaccinated.

With less than 10% of the population fully vaccinated almost two years into the pandemic, Jamaica is being left behind with achieving population immunity and is putting our recovery at risk. The social and economic impact will be devastating, and the ripple effects will continue for years to come.

Jamaica está en un estado crítico en la ejecución de la estrategia de vacunación. Con más de 500 000 dosis disponibles en la actualidad, la Organización del Sector Privado de Jamaica (PSOJ), la Cámara de Comercio de Jamaica (JCC) y la Asociación de Fabricantes y Exportadores de Jamaica (JMEA) creen que ha llegado el momento de que las entidades del sector privado establezcan políticas que requieran que los empleados se vacunen.

Con menos del 10 % de la población totalmente vacunada casi dos años después del inicio de la pandemia, Jamaica se está quedando atrás en conseguir inmunidad de la población, lo que pone en riesgo la recuperación. El impacto social y económico será devastador, y el efecto dominó continuará durante años.

El arzobispo anglicano de las Indias Occidentales, Reverendísimo Howard Gregory, concluyó en un artículo titulado “Liderazgo y logro del bien común”:

As a fellow citizen who has been fully vaccinated and has been subjected to repeated PCR and Antigen Tests for various reasons, I strongly urge all Jamaicans and those who identify as Christians, in particular, to kindly take the vaccines, as an expression of your duty to care for yourself and your responsibility to your brothers and sisters in Christ, even as I appeal to the government to take the appropriate step and put in place the avenues for mandatory vaccinations for the good of the nation.

Como un ciudadano más que está completamente vacunado y sujeto a repetidas PCR y de antígenos por diversas razones, recomiendo encarecidamente a todos los jamaicanos, y a quienes se identifican como cristianos, en particular, que tengan la amabilidad de vacunarse, como expresión de su deber de cuidarse y su responsabilidad de cuidar de sus hermanos y hermanas en Cristo, e insto al Gobierno a tomar las medidas apropiadas y poner en marcha las vías para la vacunación obligatoria por el bien de la nación.

No obstante, el primer ministro, Andrew Holness ha adoptado una postura cauta.

Siguen las preguntas

¿Ha sido deficiente la campaña de educación pública en Jamaica? Al final de un tétrico hilo sobre la profundidad de la indecisión sobre las vacunas, un jamaicano en el extranjero destacó:

We messed up, when the collective we decided that we didn't need a public education campaign. We used politics to derail a perfectly good idea.

The time for sweet talking has long passed. Vaccine mandates now. And put out the timeline for when vaccines will no longer be free

— Junior (@ja_cynic) October 7, 2021

El pueblo ha decidido, en su ignorancia, que no quiere la vacuna.

Para muchos, que hemos tenido que tomar las riendas en nuestros ámbitos, ha sido la fuerza la que nos ha eliminado a la indecisión.

Tengo primos que tuvieron que volar a Jamaica para obligar a padres y abuelos a vacunarse.
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Metimos la pata cuando decidimos que no necesitábamos una campaña de educación pública. Usamos política para hacer descarrilar una idea perfectamente buena.

Ha pasado el momento del lenguaje suave. Obligación de vacunación, ya. Y saquen el calendario para cuando las vacunas ya no sean gratuitas.

Otro usuario de Twitter escribió sobre la situación:

Covid might as well buy a house in Jamaica and hol’ a meds. 9.9% vaccination rate….wah dat???? Kmt. Everywhere else in the world will move on and we'll stay lagging, wearing masks and under restrictions.

— Arhazivory (@Arhazivory) October 6, 2021

El COVID bien puede comprarse una casa en Jamaica y relajarse. ¿El 9,9 % de vacunados? ¿¿¿Qué es eso??? Vaya asco. En todas las demás partes del mundo avanzarán y nosotros nos quedaremos rezagados, con mascarillas y bajo restricciones.

El problema parece también haber dado un giro político. La esposa del primer ministro, y parlamentaria, Juliet Holness, criticó duramente su propia política de administración de vacunas, que observó en una reciente reunión del comité parlamentario:

When a policy direction is set it needs to be adhered to because it causes a lot of confusion afterwards.

Cuando se fija la dirección de una política hay que adherirse a eso porque causa mucha confusión después.

Holness fue especialmente dura en su crítica del Ministerio de Salud y Bienestar por vacunar a los adultos con dosis de Pfizer, que habían priorizado para menores de 18 años. Pfizer ha resultado ser una marca mucho más popular que AstraZeneca.

Como sea que se resuelva esta situación, sigue habiendo preguntas. ¿Habrá que descartar más vacunas? ¿Cuál es el camino del progreso?

Mientras escuchaba una entrevista en la radio con un oficial de sanidad, un bloguero preguntó:

Okay. So what lessons learnt from having to discard 50+K vaccine doses at end of Sept? Dr Ennis said more AstraZeneca doses expiring at end of Oct. How many will expire at end of Oct, @themohwgovjm? What is being done differently so none will have 2b discarded? #VaccinateJA

— Susan Goffe (@suezeecue) October 2, 2021

Bien. ¿Y qué lecciones hemos aprendido de haber tenido que desechar más de 50 000 dosis a finales de septiembre? El doctor Ennis dijo que hay más dosis de Astra Zeneca que caducan a finales de octubre. ¿Cuántas expiran a finales de octubre? ¿Qué se está haciendo diferente para que no haya que desechar ninguna?

La pandemia de COVID-19 sigue siendo una prueba de liderazgo político para el actual gobierno, que lucha con la complejidad del dilema de vacunación, y algunos comentaristas sugieren que el Gobierno tiene que «tomar el toro por los cuernos» y ser más decisivo. Como dijo un presentador de un programa de entrevistas, «hagan lo correcto, no lo popular».