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Campaña para calificar a periodistas y medios rusos como «agentes extranjeros» se intensifica tras elecciones

Categorías: Europa Central y del Este, Rusia, Activismo digital, Censura, Derechos humanos, Elecciones, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Periodismo y medios, Política, Protesta, RuNet Echo, GV Advox
Sonia Groisman, a journalist who has been declared a "foreign agent", protests outside the FSB headquarters in Moscow. Image by Avtozak Live on Telegram CC BY-NC-SA 4.0. [1]

Sonia Groisman, periodista declarada «agente extranjera», protesta ante la sede del FSB en Moscú. Imagen de Avtozak Live en Telegram (CC BY-NC-SA 4.0).

Este artículo [2] de ODR Editors apareció en Open Democracy el 30 de septiembre de 2021. Se reproduce como parte de una asociación para compartir contenidos y se ha editado para adaptarlo al estilo de GV.

THIS MESSAGE (MATERIAL) WAS CREATED AND/OR DISSEMINATED BY A FOREIGN MASS MEDIA OUTLET PERFORMING THE FUNCTIONS OF A FOREIGN AGENT AND (OR) A RUSSIAN LEGAL ENTITY PERFORMING THE FUNCTIONS OF A FOREIGN AGENT

ESTE MENSAJE (MATERIAL) FUE CREADO Y DIFUNDIDO POR UN MEDIO EXTRANJERO QUE DESEMPEÑA LAS FUNCIONES DE AGENTE EXTRANJERO Y (O) UNA ENTIDAD JURÍDICA RUSA QUE DESEMPEÑA LAS FUNCIONES DE AGENTE EXTRANJERO.

El mensaje anterior es lo que los periodistas de los medios independientes Mediazona y OVD-Info tienen que poner ahora en sus sitios web y redes sociales cada vez que publican un artículo.

Mediazona ha informado [3] sobre cientos de casos de tortura y violencia  policial, falsificación de cargos políticos y de drogas, y la violencia sistémica dentro del sistema penitenciario del país. OVD-Info es un proyecto mediático de derechos humanos que informa sobre todos las detenciones y enjuiciamientos políticos [4] –ahora hay docenas en toda Rusia cada semana– y brinda apoyo legal a detenidos en las protestas o al salir de sus casas. En los últimos años, openDemocracy ha traducido y publicado decenas de artículos de ambos medios para destacar su importancia.

El 29 de septiembre, el Ministerio de Justicia ruso eclaró a estos medios y l editor y redactor jefe de Mediazona, Sergey Smirnov, como «agentes extranjeros». El personal que trabaja para el monitor electoral Golos [5] también fue incluido en la lista de «agentes extranjeros».

No son los primeros.

Los efectos de la legislación rusa sobre «agentes extranjeros» contra los medios y la sociedad civil han sido directos y profundamente preocupantes. En efecto, la etiqueta de «agente extranjero» califica a un medio como indeseable para fuentes, anunciantes, seguidores y lectores. Se les considera «enemigos del pueblo», para usar el término soviético. Esto hace que el trabajo diario de los periodistas sea increíblemente difícil [6].

Meduza, organización independiente especializada en investigaciones y artículos de fondo, fue incluida en mayo en la lista de «agentes extranjeros», y desde entonces ha denunciado [7] la pérdida de ingresos publicitarios, lo que a su vez ha supuesto perder periodistas de gran calidad. VTimes, que surgió de las cenizas de Vedomosti, diario de negocios de gran calidad, decidió cerrar por completo [8] ese mismo mes, tras ser incluido en la lista.

Estos son solo dos ejemplos. El Ministerio de Justicia ha declarado «agentes extranjeros» a más de 20 medios y a decenas de personas, y está claro que no va a frenar. Si bien se esperaba que la persecución de los medios independientes disminuyera después de las elecciones parlamentarias de septiembre, parece claro que las autoridades rusas están decididas a limpiar el campo de los medios independientes.

Esto significa que las cuestiones urgentes que preocupan a los ciudadanos rusos –la ley y la justicia, los derechos socioeconómicos, la democracia y, más recientemente, la actividad militar [9]– no se informan con detalle, cuidado ni independencia. Por el contrario, los intentos de hacerlo de forma independiente se cierran y se aíslan bajo la rúbrica de «influencia extranjera», de la que no hay pruebas. Cuando los medios piden las pruebas de su «financiación extranjera [10]«, los fiscales rusos se niegan a entregarlas.

Irónicamente, como señaló [11] Sergey Smirnov, redactor jefe de Mediazona, después de la decisión, son los funcionarios del partido Rusia Unida de Vladimir Putin y sus partidarios de élite los que tienen propiedades, dinero y activos en Occidente; sin embargo, son los medios y miembros de la sociedad civil que siguen trabajando en Rusia los que son «agentes extranjeros».

No ha sido posible para todos seguir trabajando. El 30 de septiembre se informó que los servicios de seguridad rusos habían registrado el domicilio de Roman Dobrokhotov, redactor jefe de The Insider [12], medio fundamental en las investigaciones [13] sobre el envenenamiento del líder opositor Alexey Navalny y otras figuras públicas. Al parecer, Dobrokhotov había abandonado [14] Rusia en agosto. Otros, como el periodista Ivan Safronov, llevan meses encarcelados [15], acusados de traición.

Los periodistas rusos han tratado de consolidar [16] sus protestas y esfuerzos ante estas constantes e imprevisibles amenazas, incluidos piquetes [17] contra el uso de la legislación sobre «agentes extranjeros» y una nueva petición [18] en la que se pide a las autoridades que la revoquen, y a los lectores que apoyen económicamente a estos medios de cualquier manera que puedan. Ciento cincuenta mil personas ya han firmado la petición.

Tuit de la periodista Katya Arenina con capturas de pantalla de varios sitios web de medios rusos e internacionales con el lema de la campaña «No hay agentes extranjeros, hay periodistas».

Los trabajadores de los medios han pedido a sus seguidores, dentro y fuera del país, que ayuden a difundir información sobre la situación que enfrentan sus colegas rusos. A principios de septiembre, los medios independientes rusos lanzaron una campaña de solidaridad en línea [21] contra la ley del país sobre «agentes extranjeros», bajo el lema «No hay agentes extranjeros, hay periodistas».

Tras conocerse la noticia de su designación, el equipo de Mediazona afirmó en un comunicado [22] en su página web:

Сегодня государство хочет, чтобы независимые журналисты исчезли. Мы — хотим делать нашу работу и честно рассказывать о России.

Если этого же хотят наши читатели, то вместе у нас все получится.

Hoy el Estado quiere que los periodistas independientes desaparezcan. Nosotros queremos hacer nuestro trabajo y contar historias honestas sobre Rusia.

Si nuestros lectores quieren lo mismo, juntos deberíamos poder conseguirlo.