Mensajería de Telegram. Imagen de Ümit Solmaz en Pixabay.

Los suscriptores de docenas de canales de Telegram como Nexta Live! o Tut.by, calificados como «extremistas» en Bielorrusia, bien podrían ser considerados participantes en actividades extremistas y enfrentar procesos penales y administrativos.

De acuerdo con una declaración del 13 de octubre en el canal de Telegram de la Dirección General de Lucha contra el Crimen Organizado (GUBOP), una nueva resolución del Gobierno considera a los suscriptores «extremistas» de canales de Telegram como participantes en una organización extremista, por lo tanto pueden ser objeto de procesos penales.

¿Siete años tras las rejas por unirse a un canal?

La resolución presentada por el Consejo de Ministros de Bielorrusia entró en vigor el 14 de octubre y, de acuerdo con la GUBOP, permite reconocer «grupos no registrados de ciudadanos que lleven a cabo actividades extremistas, incluidos mensajes y redes sociales» como agrupaciones extremistas. El Código Penal de Bielorrusia sugiere que esta designación conlleva una pena de siete años en prisión.

Por otro lado, la resolución no menciona textualmente la responsabilidad penal. De acuerdo con la estación independiente Radio Svaboda, aunque la resolución permite la aplicación de la ley para obtener datos de suscriptores de canales extremistas de Telegram, será necesaria una orden judicial para reconocer cualquier usuario o grupo de usuarios que pertenezcan a «agrupaciones extremistas».

El abogado bielorruso Syarhey Zikratski le dijo a RFE/RL que solo las enmiendas en el Código Penal pueden introducir responsabilidad penal, pero admite que en Bielorrusia los procesos «a veces no se realizan de acuerdo a la ley» y que «nadie puede estar seguro» de que no se le acusará por unirse a un canal.

Sviatlana Tsikhanouskaya, exiliada líder opositora bielorrusa, condenó la nueva resolución en Twitter.

Belarus’ independent media are destroyed, many journalists are imprisoned, websites are blocked. Now the regime threatens with criminal persecution & up to 7 years in prison for a subscription to «extremist» Telegram channels, incl. of free media. The truth is banned in Belarus. pic.twitter.com/3tAZv9nYtE

— Sviatlana Tsikhanouskaya (@Tsihanouskaya) October 13, 2021

Los medios independientes de Bielorrusia están destruidos, muchos periodistas están detenidos, los sitios web están bloqueados. Ahora el régimen amenaza con procesos penales y siete años de prisión por unirse a un canal de Telegram «extremista», incluidos los de medios independientes. La verdad está prohibida en Bielorrusia.

Reducción del espacio para libre expresión en línea

Después de que las protestas postelectorales que comenzaron en agosto de 2020, las autoridades bielorrusas han tomado medidas contra medios independientes, ONG de derechos humanos y grupos opositores. En fechas más recientes, las autoridades comenzaron a dirigir su atención a canales en Telegram, que sigue siendo una de las pocas plataformas accesibles para la oposición y los medios independientes.

En la actualidad, más de 170 canales y conversaciones en la plataforma de mensajería han sido marcados como «extremistas» por parte del Gobierno. Entre ellos se encuentran canales independientes populares con miles de seguidores, como Nexta Live! y medios independientes como Tut.by.

Nexta Live! fue uno de los primeros canales de Telegram en ser marcado como «extremista» en octubre de 2020. Este fue un medio esencial para las movilizaciones de protestas populares. Tut.by fue agregado a la lista de extremistas en agosto de 2021 junto a varias organizaciones de medios y canales de Telegram.

Cuando la resolución del Gobierno se hizo pública, tanto Nexta Live! como Tut.by sufrieron una enorme caída en los números de suscriptores, llegando a perder decenas de miles de lectores en el lapso de unos días, según RFE/RL.

El 15 de octubre, el canal oficial de la líder opositora Svetlana Tsikhanouskaya también fue marcado como «extremista». Sin embargo, el canal, que cuenta con más de 100 000 suscriptores, vio cómo ese número aumento, claramente por la enorme comunidad internacional de bielorrusos exiliados y otros partidarios que siguen los eventos en el país.

Desde las protestas de agosto de 2020 en respuestas a las elecciones fraudulentas que Aleksandr Lukashenko afirma haber ganado, las autoridades bielorrusas han retenido a miles de protestantes y activistas opositores. Cientos han sido torturados mientras el Estado ha cerrado sitios de medios independientes y disuelto organizaciones sin fines de lucro para los derechos humanos y libertad de prensa. Muchos líderes de la oposición, reporteros y ciudadanos bielorrusos han tenido que dejar el país, pero una comunidad dedicada continúa organizándose en línea y a través de las fronteras para apoyar a los detenidos y perseguidos por el régimen de Lukashenko.