«Escribí el libro que todos querrían haber tenido a los 15 años», dice Afroczech Obonete Ubam

Obonete Ubam, foto de Erik Ericsson, usada con auotrización

Con casi diez millones de habitantes, la República Checa es uno de los países étnicamente más homogéneos de Europa Central: Los checos constituyen el 90 % de su población. No siempre fue así.

Cuando el país formaba parte del antiguo Imperio Austrohúngaro, hasta 1918, y luego parte de Checoslovaquia hasta 1993, acogía a grandes grupos de otras etnias: alemanes, judíos, polacos, gitanos, eslovacos y otros. En la actualidad, las mayores ciudades del país, Praga y Brno, se han abierto a trabajadores inmigrantes extranjeros, que constituyen una parte importante de la población urbana. Sin embargo, las actitudes hacia los corresidentes o compañeros de trabajo no blancos están lejos de ser armoniosas.

Una comunidad que ha estado presente desde la década de 1960 es la de los afrochecos, en su mayoría descendientes de estudiantes africanos y afrocubanos invitados por la entonces socialista Checoslovaquia en década de 1960 como parte de la solidaridad comunista internacional con los países poscoloniales. Global Voices habló con uno de sus representantes más destacados, el nigeriano checo Obonete Ubam, que se atribuye la acuñación del término afrocheco. El último libro de Ubam, «Náš černobílý svět», o «Nuestro mundo blanco y negro», salió a principios de octubre. Entrevistó a diez destacados afrochecos que han triunfado en la sociedad checa, sobre todo en los rubros de medios, ciencias políticas, negocios, deportes y artes.

Así es como describe la idea inicial de su último libro, como alguien que creció en una pequeña ciudad de provincias:

V mé generaci bylo málo Afročechů. Byli jsme asi tři v okrese. Prvního míšence jsem potkal, když mi bylo dvanáct. Pak dlouho nic. A jakmile jsem přijel v třiadvaceti letech do Prahy, najednou jsem začal poznávat lidi jako já. Potom jsem žil dlouho mimo Čechy, a když jsem se po patnácti letech zpět, tak mě fascinoval ten kontrast: když jsem předtím potkával tyto lidi, tak nás společenský handicap zasahoval. Nyní jsem však zjistil, že ti lidé jsou až tak úspěšní. Proto stojí za to ty příběhy popsat, i třeba pro lidi, kteří mají partnera z jiné kultury a mají podobné zkušenosti.

Había muy pocos afrochecos en mi generación; éramos apenas tres en toda nuestra región. Conocí a la primera persona de raza mixta cuando tenía 12 años. Después no hubo nadie durante mucho tiempo y, cuando cumplí 23 años, me mudé a Praga y empecé a conocer a gente como yo. Después estuve mucho tiempo fuera de República Checa, así que cuando volví después de 15 años, me fascinó este contraste: cuando conocí a esas personas, nos habíamos visto afectados por la misma barrera social, pero ahora descubrí que habían llegado a tener mucho éxito. Por eso vale la pena contar esas historias, ya que también puede hablar a las personas cuya pareja es de otra cultura y que tienen experiencias similares.

El libro trata temas bastante íntimos de dolor y rechazo en una complicada exploración de la identidad y el posicionamiento en una sociedad predominantemente blanca. Ubam explica por qué su idea del libro fue bien recibida en general por miembros destacados de la comunidad afrocheca:

Skoro všichni byli velmi vstřícní. Polovinu respondentů jsme znal osobně, vše bylo jednodušší, když jsme řekl, že píšu knihu, kterou by si přáli dostat do ruky, když jim bylo patnáct a bojovali sami se sebou, se svojí identitou v nějakém zapadákově. U nás je ten proces složitý: hledáte svoji identitu jako Čecha, a pak jako Afričana. Spousta lidí s tím bojovalo až do svých třeba pětatřiceti let. Já jsem asi jediný z té skupiny, který to vyřešil tak, že se odstěhoval do Afriky. Rád bych věřil tomu, že v tom věku a na tom levelu kariéry člověk ví, že to není jenom o něm, většina už má děti. Tam byla snaha sdílet příběh, a tak trochu ukázat cestu. Kniha se hodně dotýká rasismu ale zároveň je inspirativní.

Casi todos fueron muy acogedores. Conocía personalmente a la mitad de los entrevistados, pero todo se hizo más fácil cuando les dije que estaba escribiendo el libro que todos hubieran deseado tener en las manos cuando tenían 15 años, cuando luchaban con ellos mismos por su identidad en algún lugar atrasado de la República Checa. Para nosotros, este proceso es difícil: buscas tu identidad como checo y luego como africano. La mayoría luchó por esto hasta los 35 años. Yo soy el único de este grupo de diez que se trasladó a África para resolverlo. Creo que a estas alturas de la vida y en este momento de su carrera, la gente sabe que esto ya no se trata solo de ellos, ya que muchos tienen hijos. Por lo tanto, el objetivo era contar una historia y así mostrar parcialmente el camino. Este libro trata del racismo, pero también es muy inspirador.

A pesar de los numerosos informes que muestran una incidencia bastante alta del racismo, hay una negación que domina cualquier debate sobre que sea un problema en la sociedad checa. Ubam ofrece una visión matizada de este delicado tema:

Současná situace je horší, než byla v roce 2005, tenkrát to byl vrchol tolerance. Začaly přístupové rozhovory do Evropské Unie a museli jsme si dát lidská práva do pořádku, Václav Havel byl prezident, byl to velký humanista, ta politika fungovala. Potom přišla migrační krize před volbami a z toho se udělala volební karta. Média způsobila, že se společnost vrátila zpátky ke xenofobním základům. V Česku je problém xenofobie. Ten klasický rasismus, který vyrostl na kolonizaci, tady není. Rozdíl ten mýtus, že Češi jednají s odstupem, protože nemají tu historickou zkušenost s lidmi jiné barvy pleti. Všechno, co vypadá jinak, tak porušuje řád. Rasismus je, když vzniká legislativa na základě toho, že někdo odmítá uznávat jinou skupinu lidí jako rovnocenné bytosti. Když se vám podaří tu počáteční nedůvěru odstranit, pak může vzniknout normální lidský vztah.

La situación en 2021 en realidad es peor que en 2005, cuando vivimos el apogeo de la tolerancia, porque República Checa había iniciado las negociaciones para entrar en la Unión Europea y teníamos que aclarar nuestra situación en materia de derechos humanos. En esa época, Václav Havel era también nuestro presidente; era un gran humanista, así que la política jugó a nuestro favor. Sin embargo, luego llegó la crisis migratoria de 2015, justo antes de las elecciones locales, y eso se usó como argumento de voto. Los medios contribuyeron a esta vuelta a la xenofobia. En República Checa tenemos un problema de xenofobia; no tenemos ese ejemplo clásico de racismo nacido de la colonización. También existe ese mito de que los checos actúan con recelo porque carecen de la experiencia histórica de vivir junto a personas con un color de piel diferente. Todo lo que parece diferente perturba el orden. El racismo es cuando las leyes se basan en el hecho de que alguien se niega a aceptar a otro grupo como iguales. Cuando se puede eliminar la falta de confianza inicial, entonces puede tener lugar una relación humana normal.

Varias personalidades mencionan en el libro que, de niños, miembros de la mayoría blanca los habían identificado erróneamente como gitanos. Esta etnia, originaria del subcontinente indio, vive en tierras checas desde el siglo XIV. Ubam está de acuerdo en que, si bien existe una experiencia compartida de ser visiblemente diferente y de fijarse en modelos no blancos con la comunidad romaní, no hay ninguna alianza:

Já mám osobní zkušenosti, že Romové nás vždycky nějak brali. My jsme pro ně trochu symbolizovali tu americkou hudební kulturu jako Michael Jackson, a RnB, ale vztah neexistuje, protože ještě nevznikla ta afročeská komunita, ta komunita se zakládá když soudím podle sociálních sítí.

Según mi experiencia, los gitanos siempre nos consideraron finos. Para ellos, llegamos a representar la cultura musical estadounidense asociada a Michael Jackson y al R&B. Pero no hay ningún vínculo, en el sentido de que la comunidad afrocheca aún no ha surgido, es todavía un trabajo en curso, como puedo juzgar por lo que veo en las redes sociales.

La incertidumbre sobre la percepción de la identidad es un tema recurrente en el libro. Ubam explica que sigue siendo un problema para la segunda generación:

U většiny těch respondentů chyběl tatínek, ten tam nebyl. To znamená, že ho nahradil bílý tatínek, případně dědeček, takže ten člověk je obklopen jenom Čechy. Vy sám sebe nevidíte a zapomínáte, že jste jiný. Po nějaké době vám přijde ta česká strana bližší než vzdálené kořeny v Africe. V Praze už je to normálnější, ale těch dětí už je více, ale té xenofobie je méně. Ta druhá generace je jinak protože to měla jednodušší protože našlápnuto ale pak došlo k tomu zvratu a začali to pociťovat stejně jako my na začátku. Česká mládež není tolerantnější, jak ukazují některé průzkumy veřejného mínění.

La mayoría de los entrevistados tenían un padre desaparecido; no estaba presente. Esto significa que fue sustituido por un padre o un abuelo blanco, por lo que todos los afrochecos estaban rodeados únicamente de checos [blancos]. No te ves tú mismo y olvidas después de un tiempo que eres diferente, así que tu lado checo se vuelve más cercano que las lejanas raíces africanas. La segunda generación de afrochecos es diferente porque la tuvo más fácil, ya que habíamos allanado el camino, pero las cosas volvieron a cambiar y empezaron a sentir la misma [discriminación] que nosotros al principio. La juventud checa no es más tolerante, tal como muestran algunas encuestas de opinión pública.

Tal vez esto explique por qué muchos afrochecos presentes en el libro abandonaron República Checa, para siempre o durante largos periodos. Según Ubam:

To souvisí s hledáním dobrého života. Češi se cítí, že nejsou rasisti, ale podle průzkumů veřejného mínění třicet pět procent Čechů odpovídá, že by jim vadilo mít sousedy jiné barvy pleti, nás je třeba pět tisíc tak těch xenofobních lidí je 350 víc než my, takže lidi se naučí jazyk a zkusí to jinde, najdou si tam vlastní identitu, ani českou, ani africkou, a najednou najdou klid, nikoho nepohoršujete, nebudíte pozornost, najednou máte šanci schovat se v davu. Což je pro nás něco úplně nového.

Está relacionado con la búsqueda de una vida mejor. Los checos no se sienten racistas, pero las encuestas de opinión pública muestran que el 35 % de los checos dicen que les molestaría tener un vecino con un color de piel diferente. Somos unos 5000, lo que significa que hay 350 veces más personas con opiniones xenofóbicas. Así que los afrochecos aprenden idiomas extranjeros, intentan salir adelante fuera de República Checa, encuentran su identidad, que no es ni checa ni africana, y de repente encuentran la paz, no ofenden a nadie, no llaman la atención, por fin pueden esconderse entre la multitud. Eso ss algo muy nuevo para nosotros.

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