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Hijo del dictador Ferdinand Marcos quiere ser el próximo presidente de Filipinas

Categorías: Derechos humanos, Historia, Medios ciudadanos, Política, Protesta
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Manifestantes condenan el brutal legado del gobierno de Marcos. Foto [1] de Karapatan.

Ferdinand «Bongbong» Romualdez Marcos Jr, de 64 años, también conocido como Marcos Jr, BBM o Bongbong, es el único hijo hombre del dictador filipino y ladrón de fama mundial [2] Ferdinand Marcos Sr. y de la ex primera dama Imelda Romualdez Marcos.

Ha encabezado varias [3] encuestas preelectorales [4], lo que podría permitirle a él y a su familia recuperar [5] el poder político tras haber sido destituidos por un levantamiento del Poder Popular en 1986.

Carrera política de Bongbong

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Bongbong Marcos. Foto [6] de Flickr por Public Attorney's Office (NCR) Training (CC BY-NC-SA 2.0 [7]).

En 1980, se convirtió en vicegobernador de la provincia de Ilocos Norte, se presentó sin oposición bajo el partido Kilusang Bagong Lipunan de su padre, que en ese momento gobernaba Filipinas bajo la ley marcial. Bongbong Marcos ocupó el cargo de Gobernador de Ilocos Norte en 1983 hasta que su familia fue expulsada del poder por el Levantamiento del Pueblo (EDSA I). En febrero de 1986 huyó al exilio en Hawai.

Su padre lo nombró presidente del consejo de administración de Philippine Communications Satellite Corp (Philcomsat) a principios de 1985, ejemplo destacado de «capitalismo de amiguetes [8]«. El Gobierno vendió sus acciones mayoritarias a los compinches de Marcos en 1982, a pesar de ser muy rentable por su papel como único agente de enlace de Filipinas con la red mundial de satélites Intelsat. Los investigadores del Gobierno filipino descubrieron [9] luego que el presidente Marcos adquirió el 39,9 % –con un valor de 19,95 millones de dólares– de las acciones de la empresa a través de entidades de fachada. Esto permitió al mayor de los Marcos nombrar a Bongbong presidente del consejo de administración de Philcomsat a principios de 1985, lo que permitió a Bongbong cobrar un salario mensual «que oscilaba entre los 9700 y los 97 000 dólares», a pesar de que rara vez visitaba la oficina.

Tras la muerte de Marcos en Hawai en 1989, la presidenta Corazón Aquino permitió finalmente que los restantes miembros de la familia Marcos, incluido Marcos hijo, regresaran a Filipinas para enfrentar diversos cargos el 4 de noviembre de 1991.

Recuperar el peso político

Desde entonces, los Marcos han lanzado una campaña sistemática para rehabilitar [10] su notorio legado y volver al poder.

Imelda Marcos [11] se presentó como candidata a la presidencia en 1992, pero perdió frente a Fidel Ramos, figura clave en la destitución de Marcos. Pero en 1995, ganó un escaño en el Congreso en su ciudad natal, Leyte, donde sus parientes han ejercido influencia política durante mucho tiempo. En 1998, Imelda volvió a intentar presentarse a la presidencia, pero no lo consiguió.

Bongbong Marcos fue elegido representante del Congreso por el segundo distrito de Ilocos Norte de 1992 a 1995. Se presentó como candidato y fue elegido gobernador de Ilocos Norte de nuevo en 1998. Tras nueve años, regresó a su anterior cargo de congresista de 2007 a 2010, y luego se convirtió en senador de Filipinas por el Partido Nacionalista de 2010 a 2016.

Imee Marcos, la hermana mayor de Bongbong Marcos, se convirtió en la representante del segundo distrito de Ilocos Norte, en tres mandatos de 1998 a 2007. Se convirtió en senadora en 2019.

Los restos del difunto dictador llegaron a Filipinas más de siete años después del exilio de los Marcos. Pero los restos del dictador no pudieron ser enterrados en el Libingan ng mga Bayani (Cementerio de los Héroes) hasta el 18 de noviembre de 2016, meses después de que el presidente Rodrigo Duterte asumiera el cargo. El Tribunal Supremo confirmó [12] su decisión de 2016 de permitir el entierro del expresidente en el Libingan ng mga Bayani. La alianza de los Marcos con el actual presidente Duterte fue un factor crucial en esta decisión.

Marcos Jr. se presentó como candidato a vicepresidente de Filipinas en las elecciones de 2016, pero perdió frente a la congresista Leni Robredo. Entonces realizó una protesta electoral ante el Tribunal Electoral Presidencial, con reclamaciones y acusaciones de trampas, que fue desestimada [13].

Relanzamiento del nombre de Marcos

Cambridge Analytica Ltd., empresa británica de consultoría política que se describe como una «agencia global de gestión electoral», fue supuestamente contactada [14] por los Marcos para que renovara su imagen familiar. La firma es más conocida por gestionar el escándalo de los datos de Facebook-Cambridge Analytica.

Una prueba más del esfuerzo sistemático de la familia Marcos por manipular la opinión pública y el legado del difunto dictador se refleja en decenas de páginas y cuentas de Facebook en Filipinas, incluidas las vinculadas al presidente Rodrigo Duterte y a Imee Marcos, que fueron retiradas [15] por la empresa de redes sociales por violar sus políticas de spam y autenticación.

La narrativa [16] de la campaña de Bongbong Marcos propone la idea de que «el hijo no debe ser responsable de los pecados del padre» y que las décadas de desunión por el pasado deben dar paso a un futuro unido y próspero.

Oposición al regreso de los Marcos

A pesar de la ventaja de Marcos ene recursos (riquezas mal habidas), de los avances del revisionismo histórico [17], del uso eficaz de las redes sociales para influir en el público y de su importante regreso al poder, su candidatura presidencial enfrenta formidables obstáculos.

El más importante es el de una aliada, la alcaldesa de la ciudad de Davao, Sara Duterte, hija del actual presidente. Ella encabeza todas las encuestas preelectorales, y Bongbong es el segundo en importancia tras ella. Como hija del presidente Duterte, disfruta de la ventaja de los recursos y la influencia del presidente en funciones. Aunque la alcaldesa Sara se muestra tímida [18] sobre la posibilidad de presentarse a la presidencia, aún podría cambiar de opinión antes de que finalice el plazo de presentación de candidaturas el 15 de noviembre. Una sucesión dinástica de Duterte en la presidencia protegerá al presidente Duterte de ser acusado de «crímenes contra la humanidad» en la Corte Penal Internacional en medio de numerosas causas penales en curso.

La creciente coalición contra Duterte y contra Marcos de los candidatos opositores es una fuerza a tener en cuenta.

La vicepresidenta Leni Robredo, una de las principales aspirantes a la presidencia, tiene claro que hay que detener [19] a los Marcos, y dice [20] que también quiere evitar una marca de Gobierno similar al régimen del presidente Rodrigo Duterte.

El senador Manny Pacquiao, campeón mundial de boxeo en ocho divisiones y aspirante a la presidencia, dijo que hay un clamor para que la familia Marcos devuelva los supuestos miles de millones de dólares de riqueza mal habida. Añadió que, si es elegido presidente, revisará todas las investigaciones contra los Marcos, y las riquezas mal habidas recuperadas por la Comisión Presidencial de Buen Gobierno..

El exlegislador Neri Colmenares, que fue torturado como joven activista durante la presidencia de Marcos, escribió sobre la necesidad de unidad para detener el regreso de los Marcos.

Celebro la decisión de la vicepresidenta Leni Robredo de presentarse a las elecciones de 2022. La Coalición Makabayan está dispuesta a trabajar con ella y con otros candidatos no administrativos para acabar con la tiranía de Duterte,
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…impedir una restauración de Marcos, y levantar al país de la catástrofe de los últimos cinco años.

Seguimos teniendo la esperanza de que la unificación todavía puede ser posible entre las filas de quienes se oponen a una presidencia de Duterte o de Marcos.

La oposición a la presidencia de Marcos está respaldada por una sólida base jurídica. El 25 de febrero de 2013, el presidente Benigno Aquino III firmó [22] la Ley de la República 10368, también conocida como «Ley de Reparación y Reconocimiento de los Derechos Humanos de 2013″. La ley reconocía la obligación legal y moral del Estado por las graves violaciones de los derechos humanos cometidas por el régimen del expresidente Ferdinand E. Marcos durante la ley marcial desde el 21 de septiembre de 1972 hasta el 25 de febrero de 1986, y un mes antes y después del periodo. La ley reconoce que hubo derechos civiles, políticos y económicos que fueron violados por el régimen autoritario.

Karapatan, alianza de defensores de los derechos humanos, agregó [23]:

In the same way that the struggle of the people did not end with the downfall of the Marcos dictatorship, the campaign to stop Marcos and Duterte from returning to and staying in Malacañang continues, as a way to do justice for the Filipino people of the martial law generation and all other generations after Duterte.

Del mismo modo que la lucha del pueblo no terminó con la caída de la dictadura de Marcos, la campaña para impedir que Marcos y Duterte vuelvan y se queden en Malacañang continúa, como una forma de hacer justicia para el pueblo filipino de la generación de la ley marcial y todas las demás generaciones posteriores a Duterte.