Después de 21 años de dictadura militar, en la que se violaron derechos indígenas, Brasil entró en su fase democrática con una nueva Constitución en 1988, que en su artículo 231 reconoce el derecho originario a las tierras tradicionalmente ocupadas por pueblos indígenas y atribuyó a la Unión el deber de demarcar, proteger y hacer respetar todos sus bienes.
Sin embargo, 33 años después más de 170 pueblos indígenas brasileños ocuparon Brasilia en agosto de 2021 en una manifestación considerada la mayor después de la constituyente, para protestar contra una tesis que se está discutiendo en el Supremo Tribunal Federal de la Suprema Corte brasileña y que puede cambiar el futuro de los territorios indígenas en el país: el marco temporal.
La resolución, que al 11 de noviembre tenía apenas dos votos, se volvió a suspender el 21 de septiembre después de que e ministro Alexandre de Moraes pidió mas tiempo para analizar al asunto. Hasta el momento, hay un voto a favor y uno en contra de la tesis. No háy fecha fijada para que se retome.
En caso de aceptarse la tesis, abre precedentes para entender que solamente las tierras que estaban ocupadas por indígenas antes de 5 de octubre de 1988, fecha en que ese derecho quedó consagrado en la Carta Magna del país, pueden ser delimitadas y reconocidas como tales en Brasil, e ignorar el contenido original de esta garantía.
Según el portal de noticias G1, es significa que:
…indígenas poderão ser expulsos de terras ocupadas por eles, caso não se comprove que estivessem lá antes de 1988 e sem que se considerem os povos que já foram expulsos ou forçados a saírem de seus locais de origem. Processos de demarcação de terras indígenas históricos, que se arrastam por anos, poderão ser suspensos.
…los indígenas podrían ser expulsados de tierras que han ocupado si no se comprueba que hayan estado ahí antes de 1988 y que no se considere a los pueblos que ya fueron expulsados u obligados a salir de sus lugares de origen. Históricos procesos de demarcación de tierras indígenas, que se arrastan desde hace años, podrían quedar suspendidos.
La tesis llegó a la mayor corte del país después de que la Fundación Nacional del Indio (Funai), órgano responsable de la política indigenista de Brasil, presentó un recurso al Supremo para cuestionar la visión actual del asunto de reivindicación de indígenas por un territorio en el estado de Santa Catarina, en la región sur, donde viven personas de etnias xokleng, guarani y kaingang.
Dos decisiones judiciales anteriores reconocieron el marco temporal y fueron contrarias al pedido de los indígenas.
El presidente Jair Bolsonaro, que cuenta con apoyo entre los ruralistas, ya se manifestó a favor de la tesis del marco temporal, y llegó a afirmar que lo contrario podría significar el fin del agronegocio brasileño. En 2018, estando recién electo, declaró en un programa de televisión que, si dependiera de él, Brasil no tendría más demarcaciones de tierras indígenas.
El discurso del procurador general de la Unión, ante el Supremo Tribunal, también defendió la tesis de la decisión final correspondería al Congreso. Un proyecto de ley presentado en 2007 propone que la atribución de la demarcación de tierras indígenas se transfiera el Poder Ejecutivo, como es actualmente, al Legislativo.
Para acompañar el inicio del proceso que podría definir el futuro de los territorios indígenas brasileiros, 6000 líderes de todo e país viajaron a la a capital federal, Brasilia. El campamento se dispuso frente al Congreso Nacional y que tuvo cantos de protesto, fue bautizado como “Lucha por la vida”.
La manifestación comenzó con la previsión de durar cinco días, del 23 al 28 de agosto, pero se prolongó en virtud de la postergación del juicio.
O canto dos guerreiros reflete o desejo de nossa gente indígena. Este é também o meu desejo. Estamos unidos na mesma esperança. Este é o nosso dever. pic.twitter.com/MB1MqAYk4L
— Daniel Munduruku ?? (@DMunduruku) August 28, 2021
El canto de los guerreros refleja el deseo de nuestra gente indígena. Este es también mi deseo. Estamos unidos en una misma esperanza. Este es nuestro deber.
Vídeo emocionante do Alass Derivas (@derivajornalismo no Instagram).
Guaranis depois de saírem da Praça dos Três Poderes, atravessando a Esplanada dos Ministérios, terminam a caminhada em uma canção maravilhosa.
Assistam! pic.twitter.com/BUpgDTOcOX
— Leandro Demori (@demori) August 27, 2021
Video emocionante de Alass Derivas (@derivajornalismo en Instagram).
Guaraníes después de salir de la plaza de los Tres Poderes, atraviesan la Explanada de los Ministerios, terminan la caminata con una canción maravillosa.
¡Vayan!
Hasta agosto de 2021, más de 300 procesos de demarcación de tierras indígenas estaban abiertos en el país, y podrían verse afectados por la tesis, como explica Marcos Sabaru, asesor político de la Articulación de Pueblos Indígenas de Brasil (Apib), que conversói con Global Voices.
Os processos em andamento seriam suspensos. Mas honestamente? Esta não é nem a maior ameaça que o projeto representa aos indígenas. A tese abre margem para que territórios já demarcados tenham seus processos revistos, podendo culminar inclusive na expulsão de povos das terras que ocupam hoje caso não consigam comprovar que estavam lá desde antes de 1988.
Los procesos en curso quedarían suspendidos. ¿Más honestamente? Esta no es la mayor amenaza que el proyecto representa para los indígenas. La tesis abre espacio para que se revisen los procesos de los territorios ya demarcados, lo que podría culminar inclusive con la expulsión de los pueblos de las tierras que ocupan hoy en caso que no logran comprobar que estaban ahí desde antes de 1988.
Funai, fundación responsable de las demarcaciones, pasó de criticar la tesis a defender el marco temporal en el gobierno de Bolsonaro, como muestra el diario O Estado de São Paulo.
El presidente de Funai, Marcelo Augusto Xavier da Silvaen poco más de dos años de gestión, ya destituyó a funcionarios responsables de la demarcación de tierras indígenas, respaldó tesis en defensa de los intereses ruralistas (personas ligadas al agronegócio) y pidió a la Policía que investigara a representantes de Articulación de los Pueblos Indígenas de Brasil (APIB).
Sabaru resalta la visión de APIB sobre el asunto:
A devastação na floresta avança por várias frentes e os povos indígenas são os verdadeiros guardiões dela. Nesse sentido, demarcar terras indígenas representa uma ameaça para muita gente: garimpeiros, pecuaristas, latifundiários, gente que quer fazer dinheiro na floresta sem o mínimo de cuidado com a preservação da nossa biodiversidade. Apesar de o Marco Temporal considerar que só é terra indígena o espaço ocupado antes de 05 de outubro de 1988, quando foi promulgada a Constituição, o Brasil inteiro é terra indígena.
La devastación del bosque avanza por varios frentes y los pueblos indígenas son sus verdaderos guardianes En ese sentido, demarcar tierras indígenas representa una amenaza para mucha gente: mineros de oro, ganaderos, latifundistas, gente que quiere ganar dinero en la selva sin el mínimo cuidado con la preservación de nuestra biodiversidad. A pesar de que el Marco Temporal considera que solo es tierra indígena el espacio ocupado antes del 5 de octubre de 1988, cuando se promulgó la Constitución, todo Brasil es tierra indígena.
El debate tiene lugar cuando la Amazonia ha alcanzado la mayor superficie deforestada en los últimos diez años, equivalente a nueve veces el territorio de la ciudad de Río de Janeiro, según un informe del Imazon (Instituto del Hombre y el Ambiente de la Amazonia), recogido por G1.
En 2018, un mensaje publicado por la organización WWF señaló que la Amazonía perdió el 20 % de su formación original desde 1970 y que y que la ganadería y las plantaciones de soya y aceite de palma están entre los principales impulsores de desmantelar la región.
Un reportaje del diario Folha de São Paulo, de agosto de 2021, resalta que «las tierras indígenas históricamente concentran las menores tasas de tala de la selva» y se les «considera herramientas fundamentales para preservar la selva», pero sufrieron el último año «con avance de actividades ilegales —como el propio corte raso de la selva, la minería de oro y la extracción de madera».
Las afirmaciones se basan en un análisis realizado por Greenpeace, con datos del Instituto Nacional de Investigación Espacial (Inpe), a través do sistema Deter. El reportaje dice:
O Greenpeace analisou os dados do Deter específicos sobre terras indígenas nos últimos cinco anos e observou que os números de atividades ilegais nessas áreas desde o início da gestão de Jair Bolsonaro (sem partido) foram bem superiores aos detectados antes de o governo começar (em janeiro de 2019). Também houve uma piora nos últimos meses.
Greenpeace analizó los datos específicos de Deter sobre las tierras indígenas en los últimos cinco años y observó que las cifras de actividades ilegales en estas zonas desde el inicio del gobierno de Jair Bolsonaro (sin partido) fueron mucho mayores que las detectadas antes del inicio de su gobierno (en enero de 2019). También ha habido un deterioro en los últimos meses.
Para Marcos Sabaru, hay una relación entre la devastación de la selva y, en consecuencia, el eventual uso de un marco temporal:
Os povos originários lidam desde 1500 [ano da chegada dos portugueses ao Brasil] com a subrepresentação dos seus interesses no debate público, e isso vai desde a liberdade religiosa, atacada por fanáticos que tentam nos catequizar, até os ruralistas, que avançam sobre as nossas terras para investir em monoculturas que atendem apenas aos interesses econômicos deles. É preciso que as pessoas saibam que o consumo e exportação destes itens nos custa caro, porque temos nossos direitos violados para atender uma demanda que não é nossa.
Los pueblos originarios vienen lidiando desde 1500 [año de la llegada de los portugueses a Brasil] con la subrepresentación de sus intereses en el debate público, y esto va desde la libertad religiosa, atacada por fanáticos que intentan catequizarnos, hasta los ruralistas, que avanzan sobre nuestras tierras para invertir en monocultivos que solo sirven a sus intereses económicos. Es necesario que la gente sepa que el consumo y la exportación de estos artículos nos cuesta muy caro, porque se violan nuestros derechos para satisfacer una demanda que no es nuestra.