Sri Lanka enfrenta una crisis alimentaria. En 2021, la rupia de Sri Lanka cayó frente al dólar estadounidense un 7,5 %, lo que provocó una inflación alimentaria del 10 %. El 30 de agosto de 2021, el presidente de Sri Lanka, Gotabaya Rajapaksa, declaró emergencia económica para controlar la subida de los precios de los alimentos y evitar que los comerciantes los acapararan. La medida se tomó para controlar el suministro de alimentos básicos y fijar precios asequibles para los consumidores con el fin de controlar la inflación.
Sin embargo, el Gobierno ha negado que exista crisis alimentaria en Sri Lanka, alega que el país ha tenido la suerte de resistir la crisis alimentaria mundial generada por el COVID-19.
Algunos expertos afirman que el repentino paso de Sri Lanka a la agricultura ecológica total es lo que ha provocado esta crisis. El 29 de abril de 2021, el gabinete de Sri Lanka aprobó la prohibición de importar fertilizantes químicos y otros productos agroquímicos. Rajapaksha se comprometió entonces a eliminar el uso de fertilizantes químicos en Sri Lanka, y se convirtió en el primer país del mundo en dar ese paso.
Saman Dharmakeerthi, profesor de Fertilidad del Suelo y Nutrición Vegetal de la Facultad de Agricultura de la Universidad de Peradeniya, advirtió que «la agricultura ecológica no es el paradigma de la agricultura sostenible y la seguridad alimentaria» y que esto puede provocar una crisis alimentaria.
El 26 de octubre de 2021, el Ministerio de Agricultura mencionó en un comunicado que había destituido al profesor Buddhi Marambe, uno de sus principales asesores, de todos sus cargos gubernamentales después de que criticó la política de avanzar hacia la agricultura ecológica total. El profesor Marambe también trabaja en la Facultad de Agricultura de la Universidad de Peradeniya, y la acusación en su contra es que escribió artículos de crítica a la medida gubernamental y fue ampliamente citado en las noticias.
Nalaka Gunawardene, escritor científico de Sri Lanka, opinó en Twitter:
Science & reason keep losing out in #SriLanka govt's rush to turn whole country's farming #organic at once. Top agri expert @BuddhiMarambe was sacked this week from advisory posts for questioning hasty, unrealistic process that threatens #lka food securityhttps://t.co/sGFPHRfPsT pic.twitter.com/Es0jLMCZ1N
— Nalaka Gunawardene (@NalakaG) October 27, 2021
La ciencia y la razón siguen perdiendo en la prisa del Gobierno de Sri Lanka por convertir toda la agricultura orgánica del país de una vez. Esta semana despidieron al experto en agricultura Buddhi Marambe de su puesto de asesor por cuestionar un proceso apresurado y poco realista que amenaza la seguridad alimentaria de Sri Lanka.
Qué llevó a la crisis alimentaria
El país insular Sri Lanka importa una parte importante de sus necesidades alimentarias, incluidos artículos esenciales como harina de trigo, cereales, azúcar y legumbres. Durante agosto y septiembre de 2021, más de mil contenedores de alimentos esenciales esperaban ser descargados del puerto de Colombo, y los importadores luchaban por pagar sus facturas de importación por la escasez de dólares estadounidenses. Esto provocó una escasez de suministros, y un aumento en el precio de los alimentos esenciales. El 8 de octubre de 2021, el Gobierno puso fin al controvertido sistema de control de precios de los productos básicos, en un intento de acabar con el comercio en el mercado negro, que permitía que los precios subieran más.
No shortage of Food for thought amidst Food crisis.
Cartoons by @RcSullan @Nikshazz and @NamalAmarasing #FoodCrisis #SriLanka #LKA #Cartoons pic.twitter.com/TfdmCpey62
— Groundviews (@groundviews) October 21, 2021
No faltan alimentos para reflexionar en medio de la crisis alimentaria.
Viñetas de RC Pradeep, Shanika y Namal Amarasing.
En 2020, la pandemia afectó negativamente a la economía de Sri Lanka, que se contrajo al 3,6 %. En julio de 2021, las reservas de divisas del país cayeron a 2800 millones de dólares, frente a los 7500 millones de dólares de 2019. La carga de la deuda del país también aumentó drásticamente en la última década, según las cifras del Banco Mundial.
Sin embargo, varias personas creen que la prohibición de los fertilizantes químicos es una de las principales causas de la crisis alimentaria. Un agricultor expresó su preocupación en Groundviews, sitio web de periodismo ciudadano de Sri Lanka en mayo de 2021:
If the ban on chemical fertilizer is implemented, there will be a massive reduction in agricultural output in the near term creating shortages, riots and unprecedented price rises of products and we will simply not be able to feed the population without a substantial increase in imports.
Si se aplica la prohibición de los fertilizantes químicos, se producirá una reducción masiva de la producción agrícola a corto plazo, lo que provocará escasez, disturbios y una subida de precios de los productos sin precedentes, y sencillamente no podremos alimentar a la población sin un aumento sustancial de las importaciones.
Ser 100 % ecológicos, ¿demasiado pronto?
En vista de la decisión del gabinete, el 6 de mayo de 2021, el Gobierno de Sri Lanka prohibió formalmente la importación de fertilizantes sintéticos y productos agroquímicos, incluidos los herbicidas e insecticidas. Esto provocó una crisis de fertilizantes en los meses siguientes, ya que había que seguir importando alternativas.
Según una encuesta de Verite Research de julio, solo el 9 % de los agricultores de Sri Lanka no usa ningún fertilizante químico, y el 76 % depende en gran medida de los productos químicos. Aunque muchos apoyan la decisión del Gobierno de pasar a la agricultura orgánica, el 80 % de los encuestados dijo que necesitaban al menos un año para prepararse.
Algunos informes indican que los fertilizantes orgánicos son menos eficaces que los químicos y afectan a la productividad, reducen el rendimiento hasta en un 25 %. La situación ha amenazado a la preciada industria del té en Sri Lanka y se teme un desastre en las cosechas.
El profesor Gamini Herath escribió un artículo de opinión en dos partes en el Daily FT, el diario nacional de negocios de Sri Lanka, que «la introducción de la agricultura totalmente orgánica sin planificación adecuada de los expertos es una receta perfecta para el caos» y «una conversión completa a la agricultura orgánica como la prevista por el Gobierno de Sri Lanka es totalmente irreal«.
El analista de alimentación y encuadramiento Saloni Shah tuiteó:
The Sri Lankan government has banned synthetic fertilizers, widely used in growing tea and rice in the country, for months. The consequences call for greater nuance in conversations around fertilizer use, especially in LIMCs, where a complete shift to organic ag is unfeasible
— Saloni Shah (@SaloniShah101) September 14, 2021
El Gobierno de Sri Lanka lleva meses prohibiendo los fertilizantes sintéticos, muy usados en el cultivo de té y arroz en el país. Las consecuencias exigen un mayor matiz en las conversaciones sobre el uso de fertilizantes, especialmente en los LIMC, donde es inviable un cambio completo a la agricultura orgánica
En los últimos meses, los agricultores de toda Sri Lanka han comenzado a protestar para exigir una solución a la crisis de los fertilizantes.
Chandrasena Maliyadde escribiió en Groundviews:
On April 29, President announced that Sri Lanka would transform agriculture from chemical fertilizers to organic substitutes. The advice of experts and practitioners in agriculture was not sought. Conversion to organic agriculture has to be done in a systematic, scientific manner based on research and lesson learning rather than being rhetoric and emotional. The end result is the farmers have come off the field onto the highways.
El 29 de abril, el presidente anunció que Sri Lanka transformaría la agricultura de fertilizantes químicos a sustitutos orgánicos. No pidió el asesoramiento de expertos y profesionales de la agricultura. La conversión a la agricultura orgánica tiene que hacerse de forma sistemática y científica, basándose en la investigación y el aprendizaje de lecciones, en lugar de ser retórica y emotiva. El resultado final es que los agricultores han salido del campo a las carreteras.
Mientras se sigue debatiendo si la prohibición de los fertilizantes químicos es realista o retórica, y qué lecciones se pueden extraer de esta crisis, Vidura Munasinghe advierte en Groundviews:
If the state’s ban on chemical fertilizer fails; it will kill hopes for food security, healthy food, the possibility of alleviating poverty among farmers and a sustained ecosystem.
Si la prohibición estatal de los fertilizantes químicos fracasa, acabará con las esperanzas de seguridad alimentaria, alimentos sanos, la posibilidad de aliviar la pobreza de los agricultores y un ecosistema sostenido.