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Unión Europea y Armenia, ¿socios en la reforma?

Categorías: Asia Central y Cáucaso, Armenia, Buenas noticias, Desarrollo, Economía y negocios, Elecciones, Gobernabilidad, Medios ciudadanos, Política, Relaciones internacionales

«Consejo de Cooperación Unión Europea-Armenia – mayo de 2017 [1]» del Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) (CC BY-NC 2.0 [2]).

Este artículo de Ani Avetisyan fue publicado originalmente [3] en OC Media. Su reproduce a continuación una nueva versión bajo un acuerdo de intercambio de contenido.

A mediados de 2021, durante una visita oficial a Ereván, el comisario por la Vecindad y la Ampliación de la Unión Europea, Oliver Varhelyi, anunció [4] una ayuda de 2600 millones de euros para Armenia para apoyar cinco iniciativas puntales durante los próximos cuatro años. Esta es la mayor ayuda que la Unión Europea ha dado antes a Armenia. Las cinco iniciativas incluyen «conectividad del transporte, resiliencia y recuperación de las provincias del sur, eficiencia energética y energías renovables, transformación digital, y el apoyo a pequeñas y medianas empresas».

Este paquete económico llega poco después del Acuerdo de Asociación Ampliado y Mejorado Armenia-Unión Europea (CEPA [5]), que entró en efecto [6] el 1 de marzo. El acuerdo contiene cláusulas que profundizan la cooperación entre Armenia y la Unión Europea en reforma institucional, inversión económica, y levanta los aranceles sobre importaciones y exportaciones entre Armenia y el bloque de 27 países.

«Prueba de confianza en la democracia»

Una de las explicaciones tras esta elevada financiación fue la actuación política del gobierno del primer ministro Nikol Pashinián, y su victoria [7] sobre las autoridades prerrevolucionarias de Armenia en las elecciones parlamentarias anticipadas [8] de junio.

Pashinián llegó al poder tras liderar una revolución en 2018, prometió [9] reformas económicas y expulsó a los entonces dominantes oligarcas y monopolios. Sin embargo, su popularidad se vio afectada en noviembre de 2020, cuando el país perdió la Guerra de Nagorno-Karabaj [10] con la vecina Azerbaiyán. La guerra terminó con un alto al fuego que tuvo a Moscú de mediador, que restauró la soberanía de Azerbaiyán en una parte de Nagorno-Karabaj y los distritos circundantes, lo que mayoritariamente se consideró como un fracaso para Pashinián.

En los meses siguientes, con las sucesivas recriminaciones [11] con respecto a su gestión de la guerra, dimitió [12] como requería la ley, para permitir la convocatoria de nuevas elecciones, aún con él en el poder. Las encuestas que precedieron la votación predijeron [13] la victoria de Pashinián, a pesar de mellada popularidad. Cuando Pashinián se dirigió [14] a sus partidarios, reunidos en Ereván, en la Plaza de la República el 17 de junio, el ex primer ministro dijo que «el pueblo de Armenia, sin duda y con toda certeza, ganará con un aplastante porcentaje [de votos]. Y sí, todo está decidido porque el pueblo armenio ya lo ha decidido todo en sus mentes, corazones y almas».

La ayuda de 2600 millones de euros fue concedida «por sus logros pasados», dijo Andrea Wiktorin, embajadora de la Unión Europea en Armenia, a OC Media. «Al mismo tiempo, dependerá de la madurez de los proyectos y qué tan rápido se implementen los proyectos emblemáticos». La Unión Europea identifica como «proyectos emblemáticos» a las «prioridades concretas con resultados tangibles que hayan sido identificados conjuntamente por los países asociados».

En el caso de Armenia, los proyectos emblemáticos [15] incluyen apoyo económico directo para hasta 30 000 pequeñas y medianas empresas; hasta 600 millones de euros para un paso de transporte del norte al sur; hasta 300 millones de euros en préstamos y becas para el sector tecnológico armenio; hasta 80 millones en inversión económica e infraestructural en la provincia sureña de Syunik para desarrollar «resiliencia»; y hasta 120 millones en inversión para un Ereván más «energéticamente eficiente», incluida la modernización del transporte público en la capital.

Wiktorin dijo que la Unión Europea «tomó buena nota» del informe de la observación electoral de la OSCE (Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa) tras los comicios de junio. El informa concluyó que «las elecciones fueron competitivas y bien gestionadas en general en un corto espacio de tiempo». Añadió que la Unión Europea también apoya a Armenia en su «fuerte compromiso en la tarea de continuar con sus planes de reforma».

La embajadora lituana en Armenia, Inga Stanytė-Toločkienė, también alabó las elecciones anticipadas como prueba de la «confianza en la democracia» del pueblo armenio, y de la «resiliencia de la democracia en Armenia». La embajadora también dijo que, además del paquete económico y la implementación del CEPA, «otra dirección en la que Lituania apoyaría con entusiasmo [a Armenia] sería en el progreso de la liberalización del visado».

La parlamentaria europea por Lituania, Rasa Juknevičienė, dijo a OC Media que para que la cooperación entre la Unión Europea y Armenia florezca realmente, Armenia debe antes «superar el legado de la guerra, por doloroso que sea», y «centrarse por completo en el desarrollo social y económico».

«La guerra no es nunca una buena solución»

Viola von Cramon, parlamentario europeo por Alemania, dijo a OC Media que la Unión Europea «puede participar más» en la resolución del conflicto del Nagorno-Karabaj.

Uno de los caminos para esa mayor participación, según von Cramon, sería que el bloque de los 27 tomase el lugar de Francia como copresidente del Grupo de Minsk de OSCE. Actualmente, los que presiden el grupo con la tarea de ayudar a resolver el conflicto son Francia, Rusia, y Estados Unidos.

Al mismo tiempo, von Cramon dice que ve «algo de reticencia de algunos líderes de la Unión Europea a actuar y verse como jugadores políticos».

«La guerra no es nunca una buena solución. Reconozco los esfuerzos de Rusia para negociar un alto al fuego, pero eso no es una solución a largo plazo», dijo la parlamentaria europea por Estonia, y presidenta de la Delegación del Cáucaso Sur de la Unión Europea, Marina Kaljurand, a OC Media.

Kaljurand urgió a Armenia y Azerbaiyán a ir a la «mesa de negociación bajo la guía del Grupo de Minsk de OSCE para encontrar una solución pacífica y negociada al conflicto del Alto Karabaj».

«Los pueblos de Armenia y Azerbaiyán merecen paz y prosperidad», añadió.

El factor ruso

Con el desplazamiento de 2000 pacificadores a Nagorno-Karabaj, muchos observadores [16] consideran a Rusia como una «ganadora» de la Segunda Guerra del Karabaj [17]. La Unión Europea, por otro lado, es considerada [18] como una de las «perdedoras» con su influencia con relación a Rusia en descenso.

Mientras tanto, Rusia ha estado crecientemente activa en Armenia. En octubre, los medios armenios informaron que [19] a la compañía rusa Metrogiprotrans se le concedió un contrato para desarrollar la nueva estación de metro en Ereván. También en octubre, el «Santo Sínodo de la Iglesia ortodoxa rusa tomó [20] la decisión de establecer la diócesis armenia de la Iglesia ortodoxa rusa en Ereván», según información de News.am.

Pero según Viola von Cramon, la creciente influencia rusa en el sur del Cáucaso se basa principalmente en la presencia militar «activas en el terreno» y no en un «compromiso por la resolución del conflicto». Teniendo en cuenta la creciente influencia turca en Azerbaiyán «está siendo difícil para la Unión Europea tener influencia política», dijo von Cramon en la entrevista.

La Unión Europea y Rusia tienen roles diferentes en la región. Según von Cramon, la Unión Europea no pretende que Armenia, ni ningún otro país de la región, «dependa» de la unión, al contrario de lo que «Rusia está haciendo, y ha hecho en el pasado».

A pesar de los avances de Rusia en Armenia, para Stanytė-Toločkienė, la Unión Europea sigue siendo el «socio de reforma» clave para el país. Pero además, Armenia no tiene que escoger entre mirar al norte o al sur, según dice la embajadora de la Unión Europea Andrea Wiktorin. Los países asociados del este son libres de «ampliar y profundizar sus relaciones con la Unión Europea y otros jugadores internacionales», añadió Wiktorin. CEPA, por ejemplo, es «totalmente compatible» con la membresía de Armenia el bloque comercial de la Unión Económica Euroasiática que lidera Rusia.