Democratización en Corea del Sur y el legado del levantamiento de Gwangju

Chan-ho Kim en la cuarta Conferencia Internacional sobre Violencia Estatal y Trauma en 2016, organizada por el Gwangju Trauma Center. Usada con autorización.

Corea del Sur es conocida en todo el mundo por sus empresas creativas, sus marcas tecnológicas de alta gama, sus automóviles y, por supuesto, por la ola hallyu, fenómeno cultural coreano que engloba contenidos digitales, música, programas de la gran pantalla e idioma. Pero son menos quienes conocen el impresionante legado de Corea del Sur como nación democrática.

En 1988, Corea del Sur logró pasar de un estado militar autoritario (1948-1987) a un estado civil democrático liberal. A través del correo electrónico, Juke Carolina Rumuat, escritora de Global Voices, entrevistó a Chan-ho Kim (CHK), director del programa de relaciones internacionales de la Fundación para la Democracia en Corea en Seúl, sobre la transición democrática de Corea del Sur.

La Fundación se estableció en 2001 y su objetivo es reforzar la democracia coreana a través de la preservación de la historia de país de transición democrática, educación e intercambios internacionales. Uno de sus proyectos es el Foro Democracia de Seúl, realizado en mayo de 2021, y el tema de este año fueron los roles de la juventud y las mujeres en la cooperación internacional para la democracia.

GV: Hola, Chanho Kim. Por favor, preséntate a nuestros lectores.

CHK: My name is Chan-ho Kim, I am the acting Director of International Relations at the Korean Democracy Forum. Prior to KDF, I worked for the May 18 Memorial Foundation for about 20 years. My main responsibility is to promote the May 18th Democracy Movement and develop networks and alliance with Asian civil society activists and human rights defenders in national and international events.

I became interested in social movements since I was a highschool student in 1988 when a pro-democracy movement took place in South Korea.

After graduating high school, I moved out of Seoul and attended Gwangju University in Gwangju (Hangul: 광주시). It’s not a prestigious university but the city itself was known as the center of a known pro-democracy movement known as  the Gwangju Uprising in 1980.

After completing the mandatory military inscription, I embarked abroad.  I went to Norway as an exchange student for a program called the International Culture Youth Exchange to learn Norwegian language and culture at the Folk School. Norway has a huge impact to me and my later life as my experience in the country had broadened my views on democracy and human rights.

CHK: Mi nombre es Chan-ho Kim, soy director en funciones de Relaciones Internacionales del Foro de la Democracia Coreana. Antes de la Fundación, trabajé 20 años en la Fundación Conmemorativa del 18 de Mayo. Mi principal responsabilidad es promover el Movimiento por la Democracia del 18 de Mayo y desarrollar redes y alianzas con activistas de la sociedad civil asiática y defensores de los derechos humanos en acontecimientos nacionales e internacionales.

Me interesé por los movimientos sociales desde que estaba en secundaria, en 1988, cuando se produjo un movimiento prodemocrático en Corea del Sur.

Tras terminar la secundaria, salí de Seúl y asistí a la Universidad de Gwangju (Hangul: 광주시). No es una universidad prestigiosa, pero la propia ciudad era conocida como el centro de un conocido movimiento prodemocrático llamado Levantamiento de Gwangju en 1980.

Tras completar la inscripción militar obligatoria, fui al extranjero. Fui a Noruega como estudiante de intercambio en un programa llamado Intercambio Cultural Juvenil Internacional para aprender la lengua y la cultura noruegas en la Escuela Popular. Noruega tuvo un gran impacto en mí y en mi vida posterior, ya que mi experiencia en el país amplió mis puntos de vista sobre la democracia y los derechos humanos.

LA ciudad de Gwangju estuvo en el centro de los movimientos de democratización de Corea del Sur e  la década de 1980. El 18 de mayo de 1980, hubo una serie de }protestas  callejeras en la ciudad y el gobierno militar ordenó el despliegue el tropas que causó la muerte de al menos 196 personas. Durante muchos años, los hechos quedaron censurados. Aunque el levantamiento casi no se menciona en los libros de historia del mundo, la masacre de Gwangju inspiró movimientos de resistencia en el extranjero contra regímenes autoritarios en varias partes de Asia, incluido Hong Kong.

GV: ¿Puedes contarnos más sobre tu experiencia personal con la democratización de Corea? 

CHK: I grew up in Seoul, which is about 166 miles away from Gwangju. I attended Gwangju University in 1980s. The government had strict anti-communist policies, at the time, the majority population preferred not to doubt or question, including myself. The (popular) struggle against the government violent repressions were not intense at the beginning.

Things started on the streets, and later on spread in the form of pamphlets and tracts. Neighbors in big cities, including Seoul, began to whisper as we received anonymous tracts in our mailboxes with pictures of May 18th Democracy Movement. It was a complicated and bloody process (for the nation), but eventually it ended authoritarian military regime South Korea and we transitioned into a democratic state. During the regime, state violence was on plain sights and such history shouldn’t be repeated in the future.

I consider studying in Gwangju as part of my destiny as it path my way to the May 18th Memorial Foundation, where I learned how May 18th demonstrators lived difficult lives as survivors of extreme state violence. I had the opportunity to listen to the stories of those survivors. Many students, workers and democratization movement activists were illegally arrested and tortured during my university years.

The May 18th Uprising was a cornerstone for civilians to set themselves free from being subjugated to political power. Since then, the struggle continues by commemorating the truth about the Democratic Uprising that began since 1980. Thanks to this pivot in South Korean history, this collective history that we went through, South Korea now has the direct presidential election system.

CHK: Crecí en Seúl, que está a unos 166 kilómetros de Gwangju. Asistí a la Universidad de Gwangju en la década de 1980. El Gobierno tenía una estricta política anticomunista, en esa época, la mayoría de la población prefería no dudar ni cuestionar, incluido yo. La lucha (popular) contra las represiones violentas del Gobierno no fue intensa al principio.

Las cosas empezaron en la calle, y luego se extendieron como panfletos y folletos. Los vecinos de las grandes ciudades, como Seúl, empezaron a cuchichear al recibir en nuestros buzones folletos anónimos con imágenes del Movimiento Democrático 18 de Mayo. Fue un proceso complicado y sangriento (para el país), pero finalmente acabó con el régimen militar autoritario de Corea del Sur y pasamos a un estado democrático. Durante el régimen, la violencia estatal estaba a la vista y esa historia no debería repetirse en el futuro.

Considero que estudiar en Gwangju es parte de mi destino, me abrió el camino a la Fundación Conmemorativa del 18 de Mayo, donde aprendí cómo los manifestantes del 18 de mayo tenían vidas difíciles como sobrevivientes de la violencia extrema del Estado. Tuve la oportunidad de escuchar las historias de esos sobrevivientes. Muchos estudiantes, trabajadores y activistas del movimiento de democratización fueron detenidos ilegalmente y torturados durante mis años universitarios.

El levantamiento del 18 de mayo fue la piedra angular para que los civiles se liberaran de la subyugación del poder político. Desde entonces, la lucha continúa conmemorando la verdad sobre el Levantamiento Democrático que comenzó desde 1980. Gracias a este giro en la historia de Corea del Sur, a esta historia colectiva por la que pasamos, Corea del Sur tiene ahora el sistema de elección presidencial directa.

GV: En 2020, un comentario publicado en Foreign Policy decía que el éxito de Corea del Sur en la gestión de la pandemia del COVID-19 se vio afectado por la política y el conservadurismo religioso. ¿Influye la pandemia en la práctica de la democracia y los derechos humanos en Corea del Sur?

CHK: The COVID-19 pandemic does curtail freedom of movements, just like what has happened in other countries. The global pandemic impacted South Koreans economically and socially. For example, foreign migrant workers are in the blind spot during mandatory quarantine, and irregular workers in South Korea are suffering from fatal health risks in a difficult working environment and are losing their jobs.

We also noted that the Korean government has enacted related laws to crack down on people who spread fake news through YouTube due to the coronavirus since last year. Conservatism remains an issue here. For instance, thousands of far-right conservative groups held mass protests demanding the release of former President Park Geun-hye and demanded the resignation of the current government. Some far-right YouTubers are under investigation by the police for spreading anti vaccine narratives.

CHK: La pandemia de COVID-19 limita la libertad de movimientos, como en otros países. La pandemia mundial afectó a los surcoreanos económica y socialmente. Por ejemplo, los trabajadores migrantes extranjeros están en el limbo durante la cuarentena obligatoria, y los trabajadores irregulares en Corea del Sur están sufriendo riesgos de salud mortales en un entorno de trabajo difícil y están perdiendo sus puestos de trabajo.

También observamos que el Gobierno coreano ha promulgado leyes relacionadas para reprimir a quienes difunden noticias falsas a través de YouTube por coronavirus desde 2020. El conservadurismo sigue siendo un problema. Por ejemplo, miles de grupos conservadores de extrema derecha celebraron protestas masivas para pedir la liberación de la expresidenta Park Geun-hye y exigir la renuncia del gobierno actual. A algunos youtuberos de extrema derecha los está investigando la Policía por difundir mensajes contra las vacunas.

La expresidenta Park Geun-hye fue destituida por abuso de poder y corrupción en 2017. A principios de este año, el máximo tribunal del país denegó su apelación y confirmó su condena de 20 años de prisión. Los grupos cristianos conservadores suelen ser considerados aliados de los conservadores de extrema derecha surcoreanos y suelen ser críticos con el gobierno del actual presidente Moon Jae-in.

GV: ¿Puede explicarnos algo más sobre el creciente conservadurismo en Corea del Sur?

CHK: You should know is that there's a serious divide between the conservatives and those who are striving for peaceful coexistence through dialogue with North Korea. The latter is striving to give up the outdated ideological framework that sees the existence of North Korea as a mere threat to the country.

Luckily, the youth participation and engagement in politics are promising. We're expecting to see less ideological and more inclusiveness in politics thanks to the youth. Lastly, I see that South Korean political system is gradually developing and the general public are embracing institutionalized democratic practices.

CHK: Tal vez sepas que existe una grave división entre los conservadores y los que se esfuerzan por lograr una coexistencia pacífica mediante el diálogo con Corea del Norte. Estos últimos se esfuerzan por abandonar el anticuado marco ideológico que considera la existencia de Corea del Norte como una mera amenaza para el país.

Por suerte, la participación y el compromiso de los jóvenes en la política son prometedores. Esperamos ver menos ideología y más inclusión en la política gracias a la juventud. Por último, veo que el sistema político surcoreano se está desarrollando poco a poco y que el público en general está adoptando prácticas democráticas institucionalizadas.

La península de Corea fue originalmente un solo país anexado por Japón en 1910. Al final de la Segunda Guerra Mundial, en 1945, el país se dividió en Corea del Norte, apoyada por la Unión Soviética, y Corea del Sur, con respaldo de Estados Unidos bajo el liderazgo de Kim Il-sung. Corea del Norte adoptó el modelo soviético de dictadura política y colectivismo económico, mientras que Corea del Sur estuvo bajo una dictadura militar anticomunista hasta 1987, cuando se celebraron las primeras elecciones presidenciales democráticas. Roh Tae-woo, del Partido de Justicia Democrática, ganó la presidencia y puso fin al régimen militar surcoreano con diversas reformas políticas y económicas.

Participantes del Foro Democrático de Seúl 2021 posan en solidaridad con el pueblo de Myanmar. Por la pandemia, la mayor parte del foro fue en línea, con pocas sesiones presenciales en la capital surcoreana. Foto de Fundación para la Democracia en Corea, usada con autorización.

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