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Himnos populares y prohibidos en Cuba

Categorías: Caribe, Latinoamérica, Cuba, Censura, Historia, Música, The Bridge

Captura de pantalla de Willy Chirino en el video musical Nuestro Día (ya viene llegando)/Youtube [1].

Han transcurrido más de tres décadas desde que el tema musical Nuestro Día (Ya viene llegando) compuesto por Willy Chirino [2] a principios de la década del 90 emergiera en la esfera pública cubana, convirtiéndose no solo del símbolo musical del exilio cubano, pero de toda una generación cubana hastiada de la crisis económica y social. Jamás olvidaré como tuve que huir de la policía cuando siendo apenas un adolescente en los 90, escuchamos «Ya viene llegando» con una grabadora arcaica de la época.

La canción, anunciando un posible fin del gobierno cubano, fue publicada tras el derrumbe de la Unión Soviética, el principal aliado de Cuba durante décadas. Mientras tanto, la crisis económica se agudizaba, provocando el éxodo de los balseros  [3]y las protestas masivas del Maleconazo [4] de 1994.

El tema Ya viene llegando, de su álbum Oxígeno, de 1991, se convirtió en el éxito del momento. Se circulaban [5] los desusados cassetes de música y se ponían en fiestas o celebraciones familiares.

Willy Chirino nació en Cuba en 1947 pero emigró a Miami con catorce años. Es considerado uno de los iconos artísticos del exilio cubano en EE.UU junto a Gloria Estefan [6] y la desaparecida Celia Cruz [7], además de Arturo Sandoval [8] y Paquito D’Rivera [9].

En 2012, las radios cubanas informaron [10] que recibieron la autorización de poner la música de 50 artistas que estaban censurados en los hechos, pero Chirino explicó [11] a BBC Mundo dos años más tarde que «[Su] música hasta cierto punto sigue siendo prohibida en Cuba, porque no se difunde en la radio ni en la televisión.» Este año, después de las protestas cubanas del 11 de julio [12], Willy Chirino lanzó un nuevo tema titulado «Que se vayan ya [13]«.

Ya vienen llegando narra la experiencia del mismo Willy Chirino como exiliado cubano en EE.UU y devela el drama del exilio, las dificultades que implica asimilarse a la cultura estadounidense y su idioma. Se convirtió en el símbolo de una generación marcada por la emigración a EE.UU y la búsqueda de nuevas oportunidades.

En medio de los interminables apagones que azotaron al país en los años 90, escuchar esa canción autobiográfica se había convertido en una válvula de escape para millones de cubanos que vivían bajo el miedo de ser descubierto por la policía o de ser expulsado del trabajo por escuchar música vista como subversiva.

Lo escuché por primera vez en el centro cultural recreativo de mi pueblo natal Crucecita en 1996 en un contexto donde era aficionado al rap y el hip hop. En aquellos días deambulaba por las calles junto a otros jóvenes de mi generación con una grabadora de cinta buscando cualquier rincón donde pudiéramos bailar y practicar breakdance. Una tarde, un amigo me regaló una copia de la canción que escuchábamos con el volumen lo más bajo posible, ensayando nuestros bailes. A un amigo mío se le ocurrió subir el volumen cuando de repente pasó el carro de la policía y estos se bajaron del carro. Nos echamos a correr y nos escondimos en casa de un amigo, nadie nos delató ni nos encontraron esa tarde.

Escuchar la canción por primera vez fue un descubrimiento para mí en un momento donde los alimentos escaseaban en mi casa. No soportaba llegar de la escuela y ver a mi abuela cocinar con leña en aquella crisis energética de los noventa. El impacto de la canción fue enorme porque nos trasmitía un mensaje de esperanza y de libertad, de que algún día alcanzaríamos la libertad al escapar a EE.UU, nación que en ese momento recibía a los balseros cubanos.

Hoy en día sucede similar con el tema de una nueva generación, Patria y Vida, [14] de los raperos y cantantes cubanos Yotuel, Gente De Zona, Descemer Bueno, Maykel Osorbo y El Funky. Muchos jóvenes susurramos al oído de nuestro colega el título de esta canción como signo de que nos identificamos con una Cuba libre, cuando nos reunimos en espacios informales a charlar, y en mensajes donde expresamos «Patria y vida» como esa consigna que ha sepultado la de Fidel Castro «Patria o muerte [15]» que nos han querido imponer por décadas. El presente y futuro de Cuba es de Patria y vida.

Este artículo fue escrito por un@ autor@ anónim@ en Cuba, usando el pseudónimo «Luis Rodríguez».