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Uranw de Nepal buscan reconocimiento oficial de su Festival del Karma

Categorías: Asia del Sur, Nepal, Arte y cultura, Derechos humanos, Etnicidad y raza, Gobernabilidad, Medios ciudadanos, Pueblos indígenas
Illustration: Nipun Bajracharya [1]

Ilustración de Nipun Bajracharya vía The Record (Nepal) [1]. Usadas con autorización.

Este artículo de Aishwarya Baidar se publicó en The Record (Nepal) [1]. Publicamos una versión editada como parte de un acuerdo para compartir contenidos con Global Voices.

La comunidad indígena uranw (kurukh [2] u oraon) de Nepal ha estado presionando para que el festival religioso Karma Puja [3] sea reconocido a nivel nacional. Así, los miembros de la comunidad podrían tener días libres para asistir a un festival de cohesión social y unión comunitaria.

El primer día del mes nepalí de Bhadra [4] (mediados de agosto), los miembros de la comunidad uranw se reúnen en la casa de su jefe para plantar jamara [5] (brotes de cebada). Las jóvenes van al bosque cercano y llevan tierra a la casa del jefe mientras los chicos tocan el dhol [6] (tambor tradicional). La tierra se mezcla con semillas de cebada y trigo para la jamara.

A continuación, los leñadores uranw se preparan para recoger las ramas del árbol del karma (Neolamarckia cadamba [7]). Encienden incienso y hacen una ceremonia religiosa, o puja [8], antes de cortar las ramas. Tres chicas y tres chicos de la comunidad, elegidos específicamente para un ritual de ayuno, reciben las ramas para llevarlas a casa por la noche. Las ramas del árbol del karma y la jamara se ponen en un espacio designado donde todos los miembros de la comunidad pueden profesar, rezar, cantar y bailar. Los últimos días del festival se llevan las ramas y la jamara a cada casa de la comunidad de uranw, y todos se sumergen en el río cercano.

Young Uranw boys and girls singing and dancing during the karma puja. Image via The Record Nepal. Used with Permission. [1]

Jóvenes uranw cantan y bailan durante la Karma Puja. Imagen vía The Record (Nepal) [1]. Usadas con autorización.

La fiesta, conocida localmente como Karma Puja [9], es un ritual de gran importancia cultural para los indígenas uranw. Se celebra con ayuno, culto a la naturaleza, fiestas y oraciones. Los ancianos transmiten cuentos populares a los jóvenes y toda la comunidad se alegra con canciones y bailes tradicionales. Pero la fiesta suele verse empañada porque no hay un día de fiesta oficial.

«Si el Estado no reconoce la existencia y la importancia de nuestra cultura, ¿cómo se va a respetar y valorar nuestra identidad?», afirma Parvati Devi Uranw, de 56 años, de Paschim Kusaha, distrito de Sunsari.

Aunque la celebración del festival del karma es esencial para la comunidad uranw, muchos no pueden asistir al festival porque no tienen el día libre.

«Es vital que todos los uranw estén presentes durante Karma Puja, pero el trabajo impide que muchos participen», dice Parvati Devi, cuyo hijo mayor, que trabaja en la Policía, no pudo asistir a la última Karma Puja.

Para Parvati y Saroj, sin una fiesta nacional, o incluso regional, para conmemorar su mayor festival, su cultura seguirá sufriendo marginación.

¿Quiénes son los rranws?

Uranw community members with branches of the holy karma tree. Image via the Record Nepal. Used with permission. [1]

Miembros de la comunidad de Uranw con ramas del árbol sagrado del karma. Imagen vía The Record (Nepal) [1]. Usada con autorización.

El origen de la comunidad uranw se remonta a unos 2500 años, en el valle del Indo, según Bechan Uranw, presidente del Nepal Uranw Adivasi Janajati Pratisthan.

«No hay ninguna historia registrada sobre la llegada de los uranw, pero según las historias orales de mis padres y abuelos, Sirasita Nal, situada en el estado indio de Jharkhand, es el lugar de nuestro origen», afirma Bechan. «Nuestros antepasados emigraron de India a Nepal, pero quienes permanecen en India hablan tamil y malayalam».

La comunidad uranw [2] también se llama urao, uraon, craon, kurukh, jhagad o dhagad, según dónde se encuentren. La comunidad vive principalmente en Ilam, Jhapa, Dhanusha, Bara, Parsa, Kanchanpur, Kailali, Saptari y el valle de Katmandú. Según la Oficina Central de Estadísticas de Nepal (CBS) [10], la comunidad uranw está distribuida en 43 distritos de Nepal, con una población de 41 764 personas. Muchos miembros de la comunidad uranw carecen de educación, son pobres y están marginados, lo que solo ha facilitado que pierdan su patrimonio cultural, dice Bechan.

Festival Karma

Young girls return from collecting soil from the forest, accompanied by boys playing the dhol. Image via the Record Nepal. Used with permission. [1]

Muchacas regresan de recoger tierra del bosque, acompañadas por chicos que tocan el dhol. Imagen vía The Record (Nepal) [1]. Usada con autorización.

Los mitos que rodean a Karma Puja, que se llama Karam [9] en India y en algunas partes de Nepal, varían de un uranw a otro. Saroj y su familia atribuyen la importancia del árbol del karma a una leyenda según la cual el árbol escondía a sus antepasados de los enemigos.

«Cuando nuestros antepasados eran perseguidos por sus enemigos, el árbol del karma se abría paso entre su maleza para ocultarlos. Una vez que los enemigos se alejaban, el árbol se abría de nuevo para dejarlos salir», explica Saroj.

Un documental [11] producido por la Federación Nepalesa para el Desarrollo de Nacionalidades Indígenas [12] (NFDIN) destaca un mito diferente sobre la importancia de la Karma Puja. Según el documental, las mujeres uranw que anhelaban reunirse con sus esposos, que se iban lejos para ganarse la vida, rezaban a Dios bajo el árbol del karma para reunirse con ellos. Mientras suplicaban a Dios, una rama bajó flotando desde el río y recibieron la premonición de llevarse la rama a casa y adorarla para reunirse con sus esposos. La paz y la prosperidad llegaron entonces a la comunidad de Uranw.

El documental presenta el Karma Puja como un festival de cohesión social y unidad para la comunidad uranw. Sin embargo, sin un día festivo en su importante jornada festiva, muchas familias se ven separadas durante un momento crítico de unión comunitaria.

«Nuestra tribu ha sido engañada»

Durante muchas décadas, los uranw vivieron libremente en los bosques del este de Terái [13], pescando, cultivando y venerando la naturaleza. Pero hoy son más conscientes de que la falta de educación ha llevado a sus comunidades a la marginación, dice Parvati Devi.

«Nuestra tribu ha sido engañada durante muchos años por gente inteligente que engatusó a nuestros antepasados y los emborrachó para quedarse con sus tierras», afirma.

Es esta constatación la que ha llevado a los líderes de la comunidad, como Bechan, a presionar a los Gobiernos federal y regional para conseguir una fiesta específica para la comunidad.

«Requerimos al menos dos días de festividad para terminar el ayuno y la celebración», dijo Saroj, que fue uno de los jóvenes de su comunidad que participó en el importante ritual de llevar ramas del árbol del karma este año.

Aunque desde 2008 el Estado ha reconocido muchos festivales diversos de varias etnias, son sobre todo las castas y etnias con poder institucionalizado en el Gobierno federal las que han podido reclamar el reconocimiento nacional, según Jagat Man Gurung, funcionario de la sección de la NFDIN.

«Las comunidades con más fuerza política y ventajas geográficas, como los gurungs, magars, chhetris, newars y otras del valle de Katmandú, tienen más poder en los órganos legislativos», dijo Gurung.

Pero para los uranw, el festival es una parte fundamental de la identidad cultural de su comunidad y debe preservarse.

«Muchos ya han perdido el interés por el festival al no poder participar», afirma Parvati. «Será un orgullo para nuestra comunidad si nuestro festival obtiene el reconocimiento nacional».