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Organismo internacional de control de medios investiga «gran retroceso» del periodismo en China

Categorías: Asia Oriental, China, Hong Kong (China), Derecho, Derechos humanos, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, GV Advox
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Imagen del comnuicado de prensa de Reporteros sin Fronteras [1].

El 7 de diciembre, Reporteros sin Fronteras (RSF), destacada organización internacional de vigilancia de la libertad de prensa, publicó su último informe [2] sobre China, «El gran retroceso del periodismo en China».

El informe señala que al menos 127 reporteros están detenidos en China y describe el país como «la mayor prisión del mundo para periodistas». Presenta un amplio relato de cómo China ha reprimido la libertad de expresión y el derecho a la información en los últimos años. En la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2021 de RSF China ocupa el puesto 177 de 180, solo dos puestos por encima de Corea del Norte. [3]

En el prólogo del informe de 82 páginas, Christophe Delorie, secretario general de RSF, describe el modelo de censura y represión chino como «aterrador»:

…[it] is all the more terrifying given that the regime has immense financial and technological resources to achieve its goals… the “Great Firewall”, keeps China’s one billion internet users further away from the world while an army of censors scrutinises private messaging, looking for alleged subversive content. In the near future, the ubiquity of surveillance technologies based on facial recognition, artificial intelligence, and social credit threatens to make the confidentiality of journalists’ sources illusory.

…[es] más aterrador dado que el régimen dispone de inmensos recursos financieros y tecnológicos para alcanzar sus objetivos… el «Gran Cortafuegos» mantiene a los mil millones de cibernautas chinos alejados del mundo mientras un ejército de censores escudriña la mensajería privada, en busca de supuestos contenidos subversivos. En un futuro próximo, la ubicuidad de las tecnologías de vigilancia por reconocimiento facial, la inteligencia artificial y el crédito social amenazan con hacer ilusoria la confidencialidad de las fuentes de los periodistas.

Herramientas y tácticas represivas

El informe analiza una lista de herramientas y tácticas empleadas por el régimen chino para reprimir la libertad de información:

    1. Gran Cortafuegos [4]: sistema de bloqueo de contenidos para impedir que la «información delicada» entre en la red nacional.
    2. Ojos indiscretos de internet: tecnología de vigilancia usada para controlar los chats de grupo y los mensajes privados a través de las plataformas de redes sociales nacionales.
    3. Un ejército de troles: número masivo de censores en línea, pagados o voluntarios, que denuncian contenidos sensibles, difunden narrativas nacionalistas y lanzan ataques contra los disidentes.
    4. Vigilancia residencial en un lugar designado [5]: eufemismo que usa el régimen chino para referirse a la detención arbitraria de disidentes, incluidos periodistas independientes, en las denominadas «cárceles negras [6]«, red de centros de detención extralegal establecida por la policía de seguridad china y sus subcontratistas en todo el país.
    5. Ley de Seguridad Nacional [7] (en Hong Kong): ley promulgada en Hong Kong el 30 de junio de 2020, que define imprecisamente «terrorismo», «secesión», «sedición» y «colusión con fuerzas extranjeras», lo que ha permitido al Gobierno investigar y detener indiscriminadamente a los ciudadanos. Desde la entrada en vigor de la ley, Apple Daily, la fuente de noticias prodemocráticas más antigua de Hong Kong, cerró y numerosos periodistas han sido detenidos.
    6. Una invitación a la «hora del té»: otro eufemismo del régimen para interrogatorios e intimidaciones dirigidos a disidentes y periodistas.
    7. La aplicación para teléfonos inteligentes «Estudiar a Xi, fortalecer la nación [8]«: desde 2019, se ha obligado a los periodistas chinos a descargar la aplicación, que supuestamente permite a partes externas ejecutar comandos y recopilar información personal sin el conocimiento del usuario. La aplicación está inicialmente diseñada para que los miembros del Partido Comunista Chino y los funcionarios estudien las políticas, teorías e ideas del presidente chino Xi Jinping.
    8. Las instrucciones diarias del Partido: Como parte del control ideológico, el Departamento de Propaganda del Partido Comunista Chino entrega diariamente directrices de censura, marcos de las noticias y propaganda a todos los medios estatales y afiliados al partido.
    9. Confesiones televisivas forzadas: los disidentes políticos y los periodistas se ven obligados a veces a «confesar» sus presuntos delitos en televisión estatal. Desde 2013 se han producido 93 confesiones televisivas forzadas, como las de 30 periodistas y trabajadores de los medios, según Safeguard Defenders [9], ONG de derechos humanos con sede en la Unión Europea.

«La mayor prisión del mundo para periodistas»

Según el informe, estas tácticas han dado lugar a «una proliferación de líneas rojas», hasta el punto de que todos los temas, incluidos los relacionados con la salud, como el brote de COVID-19, se consideran amenazas a la seguridad nacional.

RSF califica de «guerra» contra el periodismo de investigación el control que ejercen las autoridades chinas sobre propaganda en las redacciones y el sector de los medios independientes, incluidos los periodistas ciudadanos y los blogueros. Para perseguir a periodistas y escritores independientes se usan con frecuencia tres medios legales: «espionaje [10], «subversión [11]» y «provocar peleas y problemas [12]«.

Actualmente hay al menos 127 periodistas detenidos en China. El informe destaca que, entre los periodistas presos, 71 son uigures y al menos diez corren el riesgo de morir por las duras penas de cárcel.

Los corresponsales extranjeros también se han convertido en objetivo de la represión. Según el informe, al menos a 18 periodistas extranjeros se les ha revocado su visa y se han visto obligados a abandonar China. Haze Fan [13], ayudante de prensa de Bloomberg, fue detenido en diciembre de 2020 por presunta «puesta en peligro de la seguridad nacional» y actualmente está detenido.

«Hong Kong: Libertad de prensa en caída libre»

El informe dedica una sección, «Hong Kong: Libertad de prensa en caída libre», sobre cómo la ley de seguridad nacional ha afectado a la libertad de prensa. Según el informe, al menos doce periodistas y trabajadores de medios, como el fundador del Apple Daily, Jimmy Lai, y seis redactores del periódico, así como las experiodistas Gwyneth Ho y Claudia Mo (también exlegisladora), han sido «víctimas» de la ley de seguridad nacional.

Además del desmantelamiento del Apple Daily en junio de 2021 [14], RSF señala que otros medios, incluida la emisora pública de la ciudad Radio Television Hong Kong (RTHK) [15], están sometidos a presiones políticas y de censura que provienen directamente de la dirección o indirectamente de las críticas públicas de los funcionarios del Gobierno, incluida la jefa ejecutiva, Carrie Lam.

El informe también menciona que Hong Kong ha rechazado varias solicitudes de visa de periodistas extranjeros desde 2018. Los tres casos más conocidos son los de Chris Buckley, de The New York Times, Aaron Nicholas, del Hong Kong Free Press, y Sue-Lin Wong, de The Economist.

Alarmante tendencia de represión de inteligencia artificial

RSF también enfatiza un alarmante tendencia e la que se usa tecnología avanzada para represión:

Beijing is taking advantage of the latest technological breakthroughs to tighten its control over information and to monitor the flow of opinion, sketching out a dystopian project for a society in which no conversation is beyond the reach of the prying eyes of the Party…

Pekín está aprovechando los últimos avances tecnológicos para reforzar su control de la información y vigilar el flujo de opinión, con un proyecto distópico de sociedad en el que ninguna conversación está fuera del alcance de los ojos indiscretos del Partido…

Las tecnologías represivas mencionadas en el informe incluyen un sistema de censura de textos hechos por inteligencia artificial [16] que puede aprender y adaptarse a los cambios en el lenguaje de los usuarios, el programa de vigilancia masiva Sharp Eyes [17] que aplica la tecnología de reconocimiento facial en más de 200 millones de cámaras instaladas en todo el país, y artículos y programas de espionaje [18] como la aplicación para teléfonos móviles «Study Xi, Strengthen China». También señaló el cuestionable sistema de crédito social [19] que clasifica la confiabilidad de un ciudadano y sus derechos de acceso a los servicios públicos y privados en función de su comportamiento en línea, así como el desarrollo de la «policía inteligente», un programa de IA de predicción del crimen [20].

RSF explica que estas tendencias son desalentadoras, ya que muchas empresas tecnológicas nacionales están colaborando estrechamente con las autoridades chinas para establecer y mejorar los sistemas represivos.

Más allá de la frontera china

Otra tendencia preocupante es la exportación del modelo mediático y la propaganda política de China. El informe señala a la Red de Noticias del Cinturón y la Ruta [21] (BRNN) y Alianza de Noticias del Cinturón y la Ruta [22] (BRNA) como dos importantes iniciativas de exportación del modelo mediático chino a los países en desarrollo, y a los medios estatales de China, como China Global Television Network (CGTN [23]), China Radio International [24], y English China Daily, que están extendiendo el modelo político y la influencia de China en el extranjero.

Además de las iniciativas financiadas por el Estado chino, el informe señala que la adquisición de medios y redes de comunicación de propiedad extranjera, el control de ciudadanos en el extranjero a través de WeChat y las campañas de información coordinadas lanzadas por troles nacionalistas, comúnmente llamados «Rosaditos», son otros medios para difundir la propaganda china en el extranjero. Un ejemplo mencionado en el informe es una campaña de propaganda que incluye más de 3000 videos de YouTube «sorprendentemente similares» [25] que presentan una versión positiva de la vida de los uigures en Sinkiang.

Al final del informe, RSF insta a las democracias a establecer un sistema internacional de reciprocidad basado en los principios universales de la libertad de expresión:

RSF called on democracies to guarantee equal treatment [26] in the media market by ensuring that all media, whatever their country of origin and broadcasting channel (satellite, digital, etc.) are subjected to the same obligations, obligations concerning, in particular, the honesty, independence, and pluralism of information and respect for human dignity under penalty of sanction which may go as far as refusal or withdrawal of the authorisation to broadcast.

RSF pidió a las democracias que garanticen la igualdad de trato [26] en el mercado de los medios y que aseguraran que todos los medios, sea cual sea su país de origen y su canal de difusión (satélite, digital, etc.) estén sometidos a las mismas obligaciones, que se refieren, en particular, a la honestidad, la independencia y el pluralismo de la información y al respeto de la dignidad humana, bajo pena de sanción que puede llegar hasta la denegación o el retiro de la licencia de difusión.