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Activistas namibios maximizan redes sociales para denunciar jurisdicción ilegal y legislatura homofóbica

Categorías: África Subsahariana, Namibia, Activismo digital, Derechos humanos, LGBTQI+, Medios ciudadanos, GV Advox, Panorama de las redes sociales, UPROAR

Manifestantes marchan por las calles de Windhoek, exigen igualdad de derechos para la comunidad LGBTQ+. Imagen de Equal Namibia, usada con autorización.

En marzo de 2021, las hijas gemelas de una pareja namibia del mismo sexo nacieron por gestación subrogada en Sudáfrica. Aunque uno de los padres, Phillip Lühl, es ciudadano namibio, las autoridades se negaron a expedir los documentos de viaje necesarios para llevar a las gemelas a casa. Más bien, exigieron a Lühl que se sometiera a una prueba de ADN [1] para determinar la paternidad de las niñas, lo que provocó la indignación de la comunidad LGBTQ+ de Namibia y otros países.

Los activistas namibios atrajeron la atención nacional e internacional cuando hicieron público el caso en las redes sociales, lo que sometió al sistema jurídico y al Gobierno de Namibia a una importante presión, lo que reafirma que las redes sociales siguen siendo un espacio importante para alzar las voces de grupos que de otro modo quedarían sin voz.

En un mensaje de video, Phillip Lühl hizo público su caso. El video se hizo viral y el diario The Namibian lo publicó en su cuenta de Twitter:

FAMILIA SEPARADA: Dos niñas recién nacidas no pueden viajar de Sudáfrica a la casa de sus padres en Windhoek, después de que el Ministerio del Interior se negó a expedirles documentos de viaje. Sus padres son una pareja del mismo sexo, casada en Sudáfrica hace seis años.

Lühl llevó al Ministerio a los tribunales, argumentó que la solicitud de una prueba de ADN contraviene el derecho namibio y el internacional. La Constitución de Namibia promete [4] la ciudadanía por descendencia a cualquier persona cuyos padres sean ciudadanos namibios. Además, el primer párrafo de la Declaración Universal de los Derechos Humanos [5] establece que «todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos», por lo que la exigencia de demostrar la paternidad atenta contra la dignidad de la pareja. Sin embargo, al final, su petición fue rechazada [6].

Como informó el periódico The Namibian el 19 de abril, el juez Thomas Masuku dictaminó que sería una «extralimitación judicial» obligar a las autoridades a expedir los documentos de viaje a las dos niñas. Eso no impidió que la pareja exigiera la igualdad de derechos. Ahora era el momento de hacer ruido», dijo su abogado Uno Katjipuka a Global Voices on Zoom. «La idea era presionar al Gobierno para que cambiara su postura sobre la llegada de las niñas, lo que funcionó y no funcionó».

Tras el clamor en redes sociales, la historia de las gemelas namibias varadas en Sudáfrica apareció en los medios de Namibia y del extranjero. «El caso se hizo internacional», dijo Katjipuka. «Pero incluso con todo el ruido, el tribunal tomó el camino más fácil y trató de no molestar al Gobierno en la primera ronda. Al cabo de dos meses, las autoridades emitieron por fin los documentos de viaje de emergencia que permitían a los gemelos entrar a Namibia. Presenté una segunda solicitud, y entonces el Gobierno no se opuso. Y creo que eso se debió a la presión y a la exposición internacional», afirma Katjipuka.

Aun así, aunque la familia se reunió, la ciudadanía por descendencia de las niñas sigue sin decidirse. Normalmente, los hijos de ciudadanos namibios obtienen también automáticamente la ciudadanía namibia, pero no ha sido el caso de las gemelas, ni del primogénito de la familia, que también nació en Sudáfrica por gestación subrogada.

Vector de presión social: los medios sociales globales

Durante un breve periodo, parecía que la familia estaba ganando su batalla: El 13 de octubre, el Tribunal Superior declaró a su primer hijo ciudadano de Namibia. No solo los medios difundieron el veredicto, sino también Equal [7]Namibia [7],  grupo de activistas por los derechos del colectivo LGBTQ+ y de las mujeres.

🚨ÚLTIMO MINUTO🚨 El Tribunal Superior de Windhoek ha declarado a Yona ciudadana de Namibia por descendencia, ha ordenado a Ministerio de Asuntos de Interior, Inmigración, Seguridad y Vigilancia de Namibia emitir un certificado de ciudadanía en 30 días y desestimó el requisito de asuntos internos de una prueba de ADN. La democracia gana. La igualdad prevalece.
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Pero a pesar de que el Tribunal Superior de Windhoek [12] declaró ciudadano namibio al primogénito de Lühl y su pareja, el Ministerio del Interior anunció una apelación a la sentencia del alto tribunal. Según [13] el ministerio, «el Tribunal Superior se equivocó de hecho y de derecho», lo que provocó una reacción inmediata tanto en línea y fuera de línea.

📢LLAMADO A LA ACCIÓN📢
MANIFESTACIÓN CONTRA LA HOMOFOBIA AUTORIZADA POR EL ESTADO Y APELACÓN JUDICIAL.
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El lunes 8 de noviembre, protestamos contra las políticas homofóbicas en nuestra Nación Nacida Libre. Ministerio de Asuntos de Interior, Inmigración, Seguridad y Vigilancia de Namibia no puede seguir abusando de los fondos de los contribuyentes y de las políticas públicas para atacar a las familias y niños LGBTQ+. Únete a nosotros en nuestra lucha por lo que es correcto.
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Las redes sociales siguen siendo una herramienta importante para defender el colectivo LGBTQ+ en Namibia. No es la primera vez que los activistas namibios usan las redes sociales como herramienta para llegar a un público más amplio y presionar a su Gobierno. «En 2020, hubo un momento crítico que comenzó en el activismo de los medios sociales», afirma la autora y activista namibia Ndiilokelwa Nthengwe en entrevista con Global Voices on Zoom, refiriéndose a los activistas que lanzaron y difundieron una petición en línea y una campaña en los medios sociales para pedir la legalización del aborto.

Del mismo modo, más tarde en 2020, los manifestantes marcharon por las calles [17] de Windhoek para exigir una acción política inmediata sobre la violencia sexual de género, que en el contexto namibio incluye la agresión sexual, la violación pero también el feminicidio. Estas protestas fueron respondidas con gases lacrimógenos y balas de goma, y 27 participantes fueron detenidos [18]. Ante estos incidentes, el Ministro del Interior, Frans Kapofi, se disculpó [19] por la violencia policial y el Ministerio de Igualdad de Género invitó [20] a los manifestantes a una reunión consultiva.

Sin embargo, el caso de las gemelas atrajo aún más la atención internacional que estas movilizaciones. Ya había activismo. Obviamente, todas las civilizaciones lo tienen. Pero éste era muy específico», dice Katjipuka. Muchos usuarios de Twitter declararon su solidaridad con la etiqueta #BringPaulaAndMayaHome [traigan a Paula y Maya a casa], y los tuits sobre el caso se han compartido en gran número.

Por lo general, solo hay bolsones de la sociedad, pero la población en general es ambivalente. A nadie le importa porque no le afecta directamente», dice el abogado. Sin embargo, aunque la mayoría de los namibios no se vieron afectados directamente con respecto a las hijas gemelas, mucha gente se solidarizó. «Después de que perdimos el primer asalto, no sé cuánta gente se acercó a mí para expresarme que me debía ir mejor, y que debía traer a esas gemelas a casa».

Creo que cuando tuvimos los casos en los tribunales, definitivamente atrajo más la atención de la gente porque es un caso del que no se había oído hablar antes en los medios», dice Nthengwe. Pero no es solo la novedad del caso lo que llamó la atención de la gente; la campaña de los activistas también se planteó de forma diferente, como explica Nthengwe. «Dijimos: Bueno, vamos a probar un ángulo diferente cuando vayamos a los tribunales. Empezamos con el activismo en línea y seguimos aportando más contenido a la gente que era espectadora. Y creo que de ese modo continuamos el impulso en línea».

Posición ambigua del Gobierno

Finalmente, se permitió a las gemelas entrar a Namibia, pero el interés por el caso tampoco disminuyó. La cuestión de si a ellas y a su hermano se les concederá la ciudadanía sigue abierta.

Y la conversación continúa en internet. Cuando el Ministerio del Interior recurrió la sentencia del tribunal superior y, por tanto, el derecho de las niñas a la ciudadanía namibia, los activistas se prepararon para la homofobia de Estado en Twitter. Así, la familia Delgado-Lühl sigue siendo un símbolo de la lucha de la comunidad LGBTQ+ por la igualdad de derechos.

Mientras tanto, abogados como Katjipuka siguen desafiando al Ministerio del Interior por la decisión de denegar la ciudadanía a un hijo de una pareja del mismo sexo nacido por gestación subrogada. «Presionar al Gobierno ha funcionado», dice. «Pero nuestro Gobierno es muy especial. Tenemos un presidente de mente abierta cuando se trata de la igualdad de derechos, y tenemos una primera dama de mente muy abierta y muy franca. Pero a nuestro ministro del Interior no le importa, y al gabinete tampoco le importa en gran medida».

Las redes sociales también han sido una plataforma en la que líderes como la primera dama Mónica Geingos suelen denunciar la homofobia [21] y el machismo, además de hacerlo en la vida real. Geingos no se arruga al hora criticar [22] la actual legislatura en Namibia, por ejemplo la anticuada ley de sodomía que prohíbe a los hombres mantener relaciones sexuales con otros hombres y que no se aplica desde hace más de 20 años. Esto crea un espacio para que los activistas sigan desafiando la situación tanto legal como socialmente.

Según Nthengwe, no se trata tanto de que la gente sea consciente o no. «La gente se aferra a su propia ideología según sus valores, según su perspectiva y según su comunidad y cómo crecieron como personas». El reto para los activistas y abogados namibios va más allá de usar las redes sociales para crear conciencia. En cambio, Nthengwe insiste en que los activistas deben desafiar también al sistema legal, y asegurarse de no «perder de vista nuestra jurisdicción, nuestro sistema judicial».