Máximo tribunal de derechos humanos considera que Gobierno de Georgia violó Convenio Europeo de Derechos Humanos

«Tribunal Europeo de Derechos Humanos» por Katrinitsa (CC BY-NC-SA 2.0).

El 17 de mayo de 2013 en Tiflis, en el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia, cerca de 50 activistas por los derechos homosexuales enfrentaron a miles de contramanifestantes liderados por curas ortodoxos georgianos. A pesar de la fuerte presencia policial en la zona, algunos contramanifestantes llegaron con piedras y rejillas metálicas, y finalmente rompieron las líneas policiales para atacar y perseguir a los activista con piedras y huevos. Más de ocho años después, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha condenado finalmente los ataques contra los ciudadanos homosexuales y la inacción del Gobierno.

Al recordar los ataques y el ambiente hostil de aquel día, Giorgi Kikonishvili, uno de los participantes en la protesta, escribió para OC Media:

I couldn’t believe it, are they throwing stones at us? Are they stoning us alive? I found myself rushing to the yellow evacuation buses. I looked back at the square and saw tens of thousands of people approaching like a tsunami aiming to destroy us. I couldn’t scream, I was just running and had one phrase in my mind: ‘We are too young for this to truly happen!’

No podía creerlo, ¿nos están tirando piedras? ¿Nos están apedreando vivos? Me encontré corriendo hacia los autobuses amarillos de evacuación. Volví a mirar a la plaza y vi que decenas de miles de personas se acercaban como un tsunami que pretendía destruirnos. No podía gritar, solo corría y tenía una frase en mi mente: «¡Somos demasiado jóvenes para que esto ocurra de verdad!».

A pesar de las peticiones de investigar el ataque, las autoridades locales de Georgia no hicieron caso.

En noviembre de 2013, un grupo de 27 personas presentó una demanda ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos con el argumento de que las autoridades no las protegieron de la turba ni llevaron a cabo una adecuada investigación después. Los solicitantes denunciaron que el Gobierno había violado el artículo 11 del Convenio Europeo de Derechos Humanos (libertad de asociación) además del artículo 14 (protección contra la discriminación).

El 16 de diciembre de 2021, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó por unanimidad que se había producido una violación del artículo 3 (prohibición de tratos inhumanos o degradantes), además del artículo 14 (prohibición de discriminación) del Convenio Europeo de los Derechos Humanos y el artículo 11 (libertad de asociación) y del artículo 14 del Convenio.

El Tribunal señaló:

The Court called into question the independence and impartiality of the investigation into the violence against the applicants, noting that it had been carried out by the same unit of the Ministry of the Interior which had been responsible for ensuring safety at the rally.

Furthermore, even if two separate criminal cases had been opened, no tangible results had been achieved in either.

Such protraction exposed the authorities’ long-standing failure – perhaps unwillingness – to investigate homophobic and/or transphobic violence. It was imperative that the authorities investigate the possibility that discrimination played a part in the commission of an offence, given the well-documented hostility against the LGBT community in Georgia at the time.

It therefore held that the domestic authorities had failed to conduct a proper investigation into the hate-motivated ill-treatment of the 27 applicants, in violation of Article 3 read together with Article 14 of the Convention.

El Tribunal puso en duda la independencia e imparcialidad de la investigación sobre la violencia contra los demandantes, señaló que la había hecho la misma unidad del Ministerio del Interior que había sido responsable de garantizar la seguridad en la manifestación.

Además, aunque se han abierto dos causas penales distintas, no se han obtenido resultados tangibles en ninguna.

Esta dilación puso de manifiesto la prolongada incapacidad –quizá la falta de voluntad– de las autoridades para investigar la violencia homofóbica y transfóbica. Era imperativo que las autoridades investigaran la posibilidad de que la discriminación hubiera desempeñado un papel en la comisión de un delito, dada la bien documentada hostilidad contra la comunidad LGBT en Georgia en ese momento.

Por lo tanto, sostuvo que las autoridades nacionales no habían realizado una investigación adecuada sobre los malos tratos motivados por el odio de los 27 demandantes, en violación del artículo 3 leído junto con el artículo 14 del Convenio.

Tsiala Ratiani, abogada del Grupo de Apoyo a la Iniciativa de las Mujeres (WISG) que representó a 16 de los demandantes en Estrasburgo, sludó la sentencia. En una entrevista con OC Media, Ratiani dijo: «En este caso concreto, el Tribunal de Estrasburgo consideró que el Estado no había garantizado la seguridad de las personas. Hubo torturas y discriminación contra las personas homosexuales».

La reciente sentencia llegó cinco meses después de que se suspendiera una marcha del orgullo gay en Tiflis, cuando volvieron a salir a la calle manifestantes homofóbicos violentos. Al menos 53 periodistas resultaron heridos mientras cubrían la protesta. El periodista Aleksandre Lashkarava, 37 años, murió una semana después como consecuencia de las heridas sufridas durante las manifestaciones.

En una entrevista con OC Media, Ana Subeliani, codirectora del Orgullo Tiflis, organizadores de la marcha del orgullo cancelada a mediados de 2021, dijo que la decisión del máximo tribunal de derechos humanos era «histórica».

«Demuestra que, desgraciadamente, tenemos un fallo sistémico en Georgia en relación con las cuestiones LGBT y que la situación a este respecto se deteriora cada año».

El Tribunal ordenó al Gobierno georgiano que distribuyera 195 000 euros (220 000 dólares) entre las víctimas.

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