«El Club», nuevo éxito de Netflix, enfrenta conflictivo pasado de Turquía

Captura de pantalla de la serie de Netflix «Club Estambul»..

Las comunidades no musulmanas han estado presentes en Turquía pero también han quedado relegadas históricamente de la vida social y política. «The Club» (traducida como Club Estambul)  una nueva miniserie de Netflix que cuenta las historias de judíos sefarditas, armenios y griegos que hicieron de Estambul su hogar en la década de 1950. El programa ha recibido elogios en todo el mundo por su retrato inclusivo y considerado de estos grupos que se suelen dejar de lado.

Gran parte de la serie tiene lugar en Istiklal Caddesi de Estambul y los barrios de Gálata. Es una de las primeras series turcas que se introduce en un pasado no muy lejano de Estambul, donde el sentir no musulmán abundaba [aviso, segunda temporada de la serie], y llegó al límite con los disturbios de Estambul ocurridos en 1955. «The Club», Kulüp en turco, lleva a los espectadores en una travesía por la historia de Turquía, y construye sobre memorias de culturas, rituales e idiomas que ya están casi perdidos en la fibra de la ciudad y el país como un todo.

Captura de pantalla de la serie de Netflix «Club Estambul»..

Durante el Imperio otomano, más de la mitad de los habitantes de Estambul eran no musulmanes. «Esta proporción ha cambiado a una mayoría abrumadoramente musulmana desde la Primera Guerra Mundial en adelante y la proclamación de la República Turca en 1923. Hacia la década de 1950, una sustancial minoría griega y judía, entre otras, se quedaron, pero las políticas discriminatorias redujeron más a la población no musulmana», escribió el periodista Omer Faruk Gorcin para Middle East Eye.

En esta época se centra el drama de época de seis episodios.

La protagonista es Matilda Aseo (interpretada por Gökçe Bahadır), judía sefardí de Estambul. Recién liberada de la cárcel después de 17 años, Matilda está decidida a dejar Estambul e ir a Israel. Pero la trama se complica cuando decide reconciliarse con su hija de 17 años, de quien está distanciada y que vive en un orfanato. También está El Club y sus clientes, lujoso club nocturno en el corazón de Estambul, que da nombre a la serie. El gerente Orhan, su ayudante Çelebi y el personal representan a las distintas comunidades no musulmanas de Estambul.

Captura de pantalla de la serie de Netflix «Club Estambul»..

La trama

Además de una ambientación de época bien diseñada, los argumentos y los personajes, la serie también arroja luz sobre una época tumultuosa de la historia de Turquía. En la década de 1940, el fervor nacionalista era elevado, y los numerosos miembros de la comunidad no musulmana del país se enfrentaban a la represión. El espectáculo también aborda el controvertido impuesto sobre el patrimonio de 1942. Así es como la familia de Matilda, antes rica, lo pierde todo, y su padre y su hermano acaban en campos de trabajo. La ley fiscal se dirigía principalmente a los no musulmanes, como judíos, armenios y cristianos griegos, para arrebatarles su riqueza.

«El impuesto sobre el patrimonio es la principal razón de la emigración de la mayoría de la población judía turca a Israel«, dijo Ozgur Kaymak, profesor e investigador sobre minorías étnicas y religiosas en Turquía, en entrevista con Middle East Eye. «Las entrevistas a personas que se vieron afectadas en este periodo mostraron que este impuesto dejó una profunda herida en la memoria individual y colectiva de las comunidades no musulmanas de Turquía».

Según el periodista Umar Farooq, que escribió sobre el programa para Al Jazzera:

Of the roughly 350 million Turkish lira raised by the time it was repealed under international pressure in 1944, at least 290 million came from non-Muslim citizens, in many cases people who were ordered to hand over more than 200 percent of all their assets within 15 days. Those who could not pay the full amount – by some estimates thousands of people – were sent to labour camps where historians say a few dozen people even died.

De los aproximadamente 350 millones de liras turcas que se recaudaron cuando se derogó bajo presión internacional en 1944, al menos 290 millones procedían de ciudadanos no musulmanes, en muchos casos personas a las que se ordenó entregar más del 200 % de todos sus bienes en un plazo de 15 días. Quienes no pudieron pagar la totalidad del importe –según algunas estimaciones, miles de personas– fueron enviados a campos de trabajo donde, según los historiadores, incluso hubo murieron algunos.

Además de la ley de impuestos, también está la historia de los planes de «turquificación» del Gobierno, que significa reemplazar a los «buenos turcos musulmanes laicos por griegos, judíos y armenios de Estambul». En la serie, esto se desarrolla cuando a Orhan, propietario del Club, se le ofrece el título de «Empresario Turco del Año» tras el éxito del club nocturno. Rápidamente se entera de que si acepta el título, tendrá que despedir a todo su personal no musulmán.

El impacto

La serie ha recibido elogios de la crítica y los espectadores por sus representaciones inclusivas y su diverso reparto.

«Se trata de la primera serie que aborda la comunidad judía de Turquía sin sucumbir a la victimización, a la caricaturización de los judíos como malvados banqueros o avaros prestamistas o a la nostalgia perfumada de rosas sobre cómo los vecinos multiétnicos convivían en armonía alrededor de la Torre Gálata en los buenos tiempos», dijo Ozgur Kaymak en entrevista con Al-Monitor.

«Desde la discusión de las reglas del Shabat, hasta la tradición de besar una mezuzá al entrar en una habitación, pasando por las escenas rodadas en sinagogas turcas, muchos judíos turcos considern a la serie una revelación, especialmente teniendo en cuenta que los personajes judíos suelen quedar relegados a estereotipos en las producciones turcas», escribió David I. Klein para la Agencia Telegráfica Judía.

El espectáculo también ha recibido elogios por incorporar varios idiomas, ya que casi todo el variado elenco conversa en sus lenguas maternas.

Ayer vi TheClub (Kulüp en Netflix). Desde que se estrenó hace unos días, ha conquistado al público turco con su descripción de la vida judía en Estambul en la década de 1950. Admito que escuchar ladino y ver una vida que una vez fue me hizo llorar. Ciertamente, es una hermosa historia también

Críticas

Pero no todas las reflexiones y comentarios sobre el programa han sido positivos. Algunos han cuestionado la representación estereotipada de las mujeres no musulmanas. En declaraciones a AlMonitor, el profesor de antropología de la Universidad de Missouri-St. Louis, Nikos Michailidis, y el historiador Axel Corlu, afirmaron que «la representación de la mujer griega como una persona de bajo nivel ético que se acuesta con varios hombres, o más ampliamente el estereotipo de un hombre suní que tiene una aventura con una mujer ‘fácil’ no suní. Y estos estereotipos son, por supuesto, constitutivos del imaginario del nacionalismo y la retórica turcos dominantes».

Pero a fin de cuentas, «Club Estambul» no es un documental ni una pieza histórica. Son múltiples historias entrelazadas, que exploran personajes que buscan su lugar en este mundo, y que navega por la complicada red de la política, la historia, la memoria y la pertenencia.

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