Turquía anuncia nuevas medidas para normalizar vínculos con Armenia

Ministro de Exteriores turco, Mevlut Çavuşoğlu, en rueda de prensa conjunta en Moscú, 14 de marzo de 2018. Foto de МИД России/MFA Russia en Flickr (CC BY-NC-SA 2.0).

Durante su discurso ante el Parlamento nacional, el 13 de diciembre, el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Mevlüt Çavuşoğlu, anunció que Turquía estaba dispuesta a normalizar los vínculos con Armenia. La medida incluye la designación de enviados mutuos y la reanudación de vuelos chárter entre Estambul y la capital de Armenia, Ereván, según el ministro de Asuntos Exteriores. El anuncio del 13 de diciembre se produce apenas unos meses después de una serie de señales diplomáticas positivas entre Turquía y Armenia.

Estos pasos podrían significar el fin de las gélidas relaciones que han mantenido ambos países durante más de 30 años. Turquía cerró su frontera con Armenia en 1993, durante la primera guerra de Karabaj, en una muestra de solidaridad con su viejo aliado Azerbaiyán. Pero no solo el cierre de las fronteras obstaculizó los lazos entre ambos países. Según Talha Köse, profesor asociado del Departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Ibn Haldun, «la desconfianza histórica bilateral, las percepciones negativas, los enfrentamientos geopolíticos durante y después de la Guerra Fría y la falta de cooperación comercial» también influyeron. Los dos países ni siquiera intercambiaron embajadores.

Al día siguiente de las declaraciones de Cavusoglu, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Armenia, Vahan Hunanyan, confirmó su disposición al diálogo:

Armenia has always been and remains ready for the process of normalization of relations with Turkey without preconditions, which is enshrined in the program of the Government of Armenia. In this regard, we assess positively the statement of the Foreign Minister of Turkey on the appointment of a special representative for the normalization of relations, and confirm that the Armenian side also will appoint a special representative for the dialogue.

Armenia siempre ha estado y sigue estando preparada para el proceso de normalización de las relaciones con Turquía sin condiciones previas, que está consagrado en el programa del Gobierno de Armenia. En este sentido, valoramos positivamente la declaración del ministro de Asuntos Exteriores de Turquía sobre el nombramiento de un representante especial para normalizar las relaciones, y confirmamos que la parte armenia también nombrará un representante especial para el diálogo.

Ankara dijo que iba a nombrar a Serdar Kilic como su enviado, mientras que Armenia aún no ha hecho ningún nombramiento.

Algunos consideran que la medida es un intento de mejorar la desesperada situación económica de Turquía y también de reforzar sus relaciones con Estados Unidos, que han sido tensas desde que Turquía compró misiles de defensa a Rusia, pero otros no están de acuerdo.

El veterano periodista Cengiz Candar escribió recientemente que la decisión del país de cambiar su rumbo con respecto a Armenia no tenía nada que ver con obtener beneficios económicos o de política exterior. Candar escribió que fue «el cambio en el equilibrio de poder en el sur del Cáucaso» lo que «ha llevado a Turquía y Armenia a normalizar sus decisiones».

Intentos de resolución previos

Turquía y Armenia estuvieron a punto de encontrar un terreno común en 2008, después de que representantes de cada país se reunieron en Zúrich y acordaran una serie de protocolos destinados a normalizar las relaciones entre ambos países.

Tras la reunión, el entonces presidente de Turquía, Abdullah Gul, viajó a Ereván para ver el primero de los dos partidos de clasificación para la Copa del Mundo entre Turquía y Armenia. Un año después, el entonces presidente de Armenia, Serzh Sargsyan, viajó a la provincia turca de Bursa para ver otro partido de fútbol entre las dos selecciones. Estas visitas se describieron en su momento como «diplomacia del fútbol«.

Las negociaciones acabaron en fracaso después de que Turquía se retiro por la creciente presión de Azerbaiyán. Armenia declaró formalmente la nulidad de los protocolos en 2018.

Consecuencias de renovar vínculos

Ahora, las posibilidades de que Azerbaiyán interfiera son escasas. «Antes del retiro de Armenia de esta región, Bakú veía la apertura de las fronteras por parte de Turquía como una traición y la criticaba duramente. Ahora, tras la tregua, esta cuestión está fuera de discusión y no será una sorpresa ver un tono más suave por parte de Azerbaiyán que en 2009″, dijo Hasan Selim Özertem, analista político de Ankara, en entrevista con Eurasianet.

«Establecer lazos diplomáticos y desbloquear las fronteras son de vital importancia para que Ankara haga realidad sus aspiraciones estratégicas en el sur de Cáucaso y más allá», escribió recientemente el periodista turco Fehim Tastekin para AlMonitor.

Pero este es también un «tema doloroso» en Armenia, según informa la plataforma de noticias regionales JamNews. Que Turquía no reconozca los acontecimientos de 1915, la ausencia de relaciones diplomáticas y el apoyo de Turquía a Azerbaiyán durante la guerra de Nagorno-Karabaj de 2020, que duró 44 días, hace que muchos armenios no vean a Turquía como un aliado.

Al dirigirse al Parlamento, Çavuşoğlu dijo que Turquía consultaría a Azerbaiyán en cada paso, con un claro mensaje de que, a diferencia de los protocolos de Zúrich de 2009, Ankara no mantendrá a Bakú en la oscuridad, escribió el periodista Amberin Zaman para AlMonitor el 15 de diciembre. «Al hacerlo, Ankara está vinculando efectivamente el progreso en sus propios tratos con Ereván al progreso entre Azerbaiyán y Armenia para alcanzar un acuerdo de paz global propio, que está lejos de estar asegurado», escribió Zaman.

La participación de Azerbaiyán es algo que se recibe con cautela en Armenia. «La mayoría de los analistas y funcionarios armenios creen que Ereván debería buscar la normalización con Ankara de uno en uno, sin que Rusia, Azerbaiyán ni nadie más se involucre. Turquía, por su parte, parece estar más interesada en buscar la normalización en el marco de su propuesta de plataforma «3+3″, organismo regional formado por los estados del sur el Cáucaso y sus vecinos: Armenia, Azerbaiyán y Georgia, más Irán, Rusia y Turquía», escribió la periodista Ani Mejlumyan para Eurasianet.

Más allá del marco diplomático, Turquía también está interesada en las posibles perspectivas económicas. Según el último punto del acuerdo trilateral negociado por el presidente ruso Vladimir Putin y firmado conjuntamente por el primer ministro armenio Nikol Pashinyan y el presidente azerbaiyano Ilham Aliyev en noviembre de 2020, «se desbloquearán todas las conexiones económicas y de transporte de la región».

«Se trata de una serie de rutas de transporte que han estado cerradas desde principios de la década de 1990, lo que aisló a Armenia y al exclave azerbaiyano de Nakhchivan del acceso internacional. Si todas estas rutas cerradas se ‘desbloquean’, como estipula el acuerdo, el impacto más notable será la reactivación de la ruta norte-sur que va de Rusia a Armenia e Irán a través de Azerbaiyán», escribió Thomas de Waal, investigador principal de Carnegie Europe, especializado en Europa del Este y la región del Cáucaso. «Una nueva red ferroviaria de buena calidad con mínimos controles fronterizos también impulsaría el comercio este-oeste, especialmente si se reabre la frontera entre Armenia y Turquía, cerrada desde 1993″, señaló de Waal.

El frágil proceso de normalización entre Turquía y Armenia podría descarrilar en cualquier momento, aunque Candar sugirió que los siguientes pasos podrían reforzar el proceso:

First, the Armenian and Turkish special envoys will meet to discuss the opening of the land border. The process will probably be followed with the Turkish flag carrier’s landing on the tarmac of the international airport in the Armenian capital. The following step might be the appointment of ambassadors. If all of these are achieved, the railroad link between Armenia and Turkey, linking the latter with Azerbaijan, could be expected.

En primer lugar, los enviados especiales de Armenia y Turquía se reunirán para discutir la apertura de la frontera terrestre. El proceso irá probablemente seguido del aterrizaje de la compañía aérea de bandera turca en la pista del aeropuerto internacional de la capital armenia. El siguiente paso podría ser el nombramiento de embajadores. Si todo esto se consigue, podría esperarse la conexión ferroviaria entre Armenia y Turquía, que unirá a esta última con Azerbaiyán.

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