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Continúa explotación de trabajadores migrantes indios en Serbia

Categorías: Asia del Sur, India, Serbia, Derecho, Derechos humanos, Medios ciudadanos, Migración e inmigración, Relaciones internacionales, Trabajo, Viajes
Photo via Boobalan Dhanapal. Hunger strike of Indian migrant workers in front of the Kraljevo mayor's office

Trabajadores migrantes indios realizando una huelga de hambre frente a la alcaldía de Kraljevo. Foto de Boobalan Dhanapal vía Unbias the News. Usada con autorización.

Este artículo lo escribió originalmente Yamuna Matheswaran, lo editó Ankita Anand, y se publicó en Unbias The News [1]. Global Voices reproduce una versión editada en dos partes como parte de un acuerdo para compartir contenidos. Lee la primera parte de este informe aquí [2].

Trabajadores migrantes indios han sido seleccionados para trabajar en megaproyectos de construcción en Serbia, país candidato a la UE. Un grupo de trabajadores no está dispuesto a renunciar a luchar por su salario, pese a vacíos legales que una empresa registrada en Estados Unidos ha usado para contratarlos para trabajar en Serbia.

En 2019, más de 150 hombres procedentes de varios estados de India empezaron a trabajar para GP Nikolić [3], empresa de construcción serbia, en varios proyectos de infraestructuras en todo el país balcánico.

“Trabajábamos todos los días, no teniamos un solo día libre”

El proceso de emigración para trabajadores migrantes de India es largo y duro, incluso antes de emprender el viaje. Para conseguir trabajo en Serbia, Mukhtar Ahamad, trabajador del estado de Uttar Pradesh, norte de India, dice que desembolsó el equivalente a unos 680 euros (770 dólares) en tasas de contratación a una agencia no registrada, «Shakti Tread Test Centre», dirigida por Muktinath Yadav. Yadav no respondió a las llamadas ni a los mensajes de Unbias the News para confirmarlo.

Cuando llegaron a Serbia, los trabajadores indios descubrieron que su alojamiento consistía en contenedores prefabricados, con cuatro personas hacinadas en una pequeña habitación. «No teníamos comida adecuada y las habitaciones eran muy pequeñas», dice Boobalan. «Era muy difícil estar en ese lugar tan estrecho. Las organizaciones de derechos humanos nos visitaron, hasta grabaron videos». Además de las insalubres condiciones de vida, los trabajadores y los miembros del sindicato afirman que la calefacción en los alojamientos era mínima o que no había.

Como la mayoría de los inmigrantes procedían de lugares calurosos de India, como Chennai, estaban mal preparados para los inviernos serbios con temperaturas bajo cero y pagaban de su bolsillo ropa de invierno adecuada.

Graphic via Unbias the news. Used with permission. [1]

18 horas
Desde las 6 de la mañana hasta la medianoche.
«Trabajábamos todos los días, no teníamos ni un solo día libre», dice Boobalan, que salipóde India tras recibir un «buen trato» para ir a trabajar a Serbia.
Gráfico vía Unbias the News. Usada con autorización.

Un informe de la Internacional de Trabajadores de la Construcción y la Madera [4] (BWI), federación mundial de sindicatos, que se ha implicado directamente en este caso, señala que los inmigrantes trabajaban entre 10 y 12 horas al día, y seis días a la semana en promedio. Boobalan afirma que lo máximo que trabajó fueron 18 horas al día, desde las 6 de la mañana hasta la medianoche. «Trabajábamos todos los días, no teníamos ni un solo día libre», dice, y añade que cuando finalmente surgieron problemas de pago, la empresa «lo aplazó y dijo: ‘sí, lo tendrán pronto, lo tendrán pronto’, y así siguió durante cuatro meses».

Jasmin Redzepović, de BWI, describe cómo su organización se enteró de los trabajadores indios a finales de 2019. Fue cuando un miembro de un sindicato serbio de trabajadores de la carretera se dio cuenta de que había un grupo de extranjeros trabajando en el proyecto de construcción de la carretera Surčin-Obrenovac y lo notificó a su sindicato. Finalmente, se involucró ASTRA [5], organización serbia que se ocupa de los casos de trata y explotación laboral.

Mucho poder, poca responsabilidad

En su oficina de Belgrado, Srna Ignjatović, de ASTRA, explica que el empleador también había confiscado los pasaportes del grupo que trabajaba en Surčin, hasta que los trabajadores se encargaron de denunciar a la Policía. Los miembros de ASTRA también visitaron las instalaciones de alojamiento y comprobaron que las condiciones de vida eran pésimas. «Estaba todo muy hacinado y sucio», recuerda.

Job advert from Shakti Tread Test Centre, an unregistered agency in Uttar Pradesh recruiting workers for Idea Capital. Originally published in news site Istinomer.

Anuncio de empleo del Centro de Pruebas Shakti Tread, agencia no registrada de Uttar Pradesh que reclama trabajadores para Idea Capital. Publicado originalmente en el sitio de noticias Istinomer [6]. Imagen vía Unbias the News. Usada con autorización.

«Todos los meses tenían que luchar por su salario», dice Ponkumar, de Thamizhaga Kattida Thozhilalargal Mathiya Sangam (TKTMS), afiliada a la BWI. Al final, los trabajadores hicieron huelga para exigir el pago y «la empresa les cortó la electricidad y el agua. Tampoco pudieron usar los baños», añade.

Tras la intervención de los sindicatos, ASTRA y funcionarios del Gobierno indio, el primer grupo de trabajadores de Surčin fue repatriado a India en enero y febrero de 2020. Según Ponkumar, otros 50-70 aproximadamente, incluido Boobalan, se quedaron. Cuando se les pregunta por qué decidieron quedarse, Boobalan explica que, a diferencia del grupo que trabajaba en Surčin, en ese momento seguían recibiendo sus salarios. Sin embargo, sus problemas para cobrar comenzaron poco después, agravados por la dura realidad de la pandemia de COVID-19.

Boobalan relata cómo él y sus compañeros intentaron que se les escuchara. «[La empresa] no entendía nuestra situación económica. No nos respondieron adecuadamente», dice. «Nos pusimos en huelga: estuvimos sentados en nuestras habitaciones durante cinco días. Luego fui a la oficina del alcalde de Kraljevo y me quejé en la comisaría».

Letter from Boobalan Dhanapal to Kraljevo Police. Image via Unbias the News. Used with permiossion. [1]

Carta de Boobalan Dhanapal a la Policía de Kraljevo. Imagen vía Unbias the News. Usada con autorización.

«Finalmente, hicimos una huelga de hambre frente a la oficina del alcalde. Fue entonces cuando la embajada de India nos llamó y nos dijo que termináramos nuestra huelga, y que ellos resolverían el asunto». Los trabajadores pidieron que se les pagara y se les enviara a casa. Finalmente, fueron repatriados en agosto-septiembre de 2020, pero sin sus salarios pendientes.

En una respuesta a la BBC en agosto de 2020 [7], la propietaria de GP Nikolić, Nina Nikolić, afirmó que no había problemas con los alojamientos, que los propios trabajadores resolvieron sus contratos en marzo y que la empresa no les debe ningún dinero. Nikolić también afirmó que, pese a eso, la empresa seguía haciéndose cargo de su seguro médico. Sin embargo, los miembros de Boobalan y de la BWI señalan que un trabajador que había sufrido una lesión en la pierna [7] no tuvo acceso al sistema sanitario ni recibió ninguna ayuda del empresario. «El sindicato de la carretera llamó al sindicato de trabajadores de la salud, y consiguieron que uno de sus miembros tratara al trabajador», dice [7] Redzepović de la ICM.

Un informe de enero de 2020 [8] de la publicación serbia Danas citó a Nikolić que solo se retrasó el salario de noviembre ya que «nuestros socios comerciales nos debían dinero», y que la empresa compró los billetes de avión de los trabajadores y les pagó 5000 dinares serbios a cada uno (unos 47 dólares) para gastos de viaje. Nikolić no respondió a las llamadas ni a las múltiples consultas por correo electrónico sobre las acusaciones contra su empresa.

Violaciones contractuales y vacíos legales

GP Nikolić, empresa serbia para la que trabajaban los migrantes indios, es una filial de Idea Capital LLC, registrada en Miami (Florida), con una sucursal en Kraljevo. Los documentos [9] disponibles a través del sitio web del Departamento de Estado de Florida muestran que Nikolić fundó Idea Capital en 2013. También es propietaria de GP Nikolić, empresa familiar fundada en 1991 por el difunto Dragan Nikolić.

A pesar de trabajar para GP Nikolić, fue con Idea Capital con quien los trabajadores habían firmado contratos. Los llevaron a Serbia mediante una cooperación técnica redactada entre las dos empresas de Nikolić.

«Este fue el principal problema en el caso de los trabajadores indios en Serbia porque su contrato era con una supuesta empresa con sede en Estados Unidos», dice Jasmin Redzepović, de la ICM.

Con este motivo, la Inspección de Trabajo declaró que como los contratos se firmaron con una empresa registrada en Miami, el caso es responsabilidad de las autoridades y reglamentos pertinentes de ese país. Sin embargo, el artículo 2 de la Ley Laboral [10] de Serbia estipula que todos los empleados que trabajan en territorio serbio están protegidos por la legislación laboral del país.

Falsas promesas, acuerdos rotos

Durante el proceso de repatriación en agosto de 2020, varios trabajadores firmaron acuerdos con el empleador, con la intermediación de la embajada india. Unbias the News vio el acuerdo. Jasmin Redzepović, de la BWI, dice que la empresa acordó proporcionar una pequeña suma de dinero («demasiado pequeña»), una prueba de COVID-19 y un billete de avión de vuelta a los hogares de los trabajadores. A cambio, los trabajadores renunciaron a todas las reclamaciones contra la empresa.

En realidad, muchos de los trabajadores no recibieron la cantidad completa (400 USD) que figuraba en el acuerdo.

A continuación se muestra un video con una conversación con la abogada Raavi Birbal sobre las leyes indias pertinentes acerca de los trabajadores migrantes indios y si existen disposiciones para proteger sus derechos en caso de que sufran violaciones de sus derechos fuera de India:

Patrones repetidos de explotación

Mientras tanto, en Tamil Nadu, hay una nueva convocatoria [11], con fecha de julio de 2021, para trabajadores que se necesitan en Serbia. Las condiciones del trabajo incluyen jornadas de 10 horas, seis días a la semana, más horas extras. Cuando se le preguntó por la identidad de la empresa que buscaba contratar trabajadores, la agencia que anunció el trabajo, Rainbow Consultant, declinó decir de quién se trataba.

Lee el informe completo aquí [1].