Este artículo es obra de Khalid Ibrahim, director ejecutivo del Centro del Golfo para los Derechos Humanos (GCHR), organización independiente y sin ánimo de lucro que promueve la libertad de expresión, asociación y asamblea pacífica en la región del Medio Oriente y Norte de África.
Noof Al-Maadeed es una joven catarí de 23 años llena de ambiciones y grandes esperanzas. Fue víctima de violencia doméstica por parte de miembros de su familia, entre ellos su padre, y tras comprobar que las instituciones gubernamentales de su país no podían darle protección alguna, huyó a Gran Bretaña para lo que usó el teléfono de su padre sin su conocimiento para obtener permiso para viajar. En una entrevista televisiva del 4 de agosto de 2020, habló de su huida de Catar el 26 de noviembre de 2019 al Reino Unido vía Ucrania.
Al llegar a Gran Bretaña solicitó asilo político. Durante su estancia en este país, Noof se presentó como defensora de los derechos de la mujer catarí, y explicó cómo la tutela masculina impide a las mujeres trabajar o viajar sin el consentimiento de un hombre de su familia, y cómo se abandona a las mujeres víctimas de violencia machista y se les deja prácticamente sin protección.
Noof retiró su solicitud de asilo en Gran Bretaña después de que las autoridades cataríes le aseguraron que se encargarían de protegerla si volvía a su país natal. El 6 de octubre de 2021, Al-Maadeed publicó en su cuenta de Instagram un video en el que explicaba los detalles de su regreso desde Londres el 30 de septiembre a la capital, Doha, a donde llegó al día siguiente.
Lo que sucedió después es incomprensible. Las autoridades cataríes, que se comprometieron a protegerla, como deberían hacer con todos sus ciudadanos, rompieron todas sus promesas y la abandonaron a su suerte a que intentara sobrevivir a la violencia doméstica.
En un video subido a su cuenta de Twitter el 12 de octubre, Noof dijo que había sufrido tres intentos de asesinato por parte de su familia. También describió la entrada de su padre en el vestíbulo del hotel donde estaba alojada, a pesar de ser una de sus principales fuentes de problemas y la razón de que ella huyera de casa. Quizás el siguiente tuit, fechado el 12 de octubre, resume honestamente las torturas que sufrió desde su regreso:
اهلي و الناس الي يصيرون لي يبون يذبحوني.
— نوف المعاضيد (@noofalmaadeed) October 12, 2021
Noof nos entiende, ¿a qué le tienes miedo?
————-
Mi familia, y quienes considero los míos, quieren matarme.
Poco después publicó el siguiente tuit:
الشيخ تميم الوحيد الي يقدر يوقف الخطر الي على حياتي بيديه. pic.twitter.com/YeIgO4QNZu
— نوف المعاضيد (@noofalmaadeed) October 12, 2021
El jeque Tamim es el único que puede detener las amenazas a mi vida con sus propias manos.
El 13 de octubre, Al-Maadeed desapareció completamente de las redes sociales, y desde entonces se desconoce su paradero. El emir de Catar, Tamim bin Hamad Al Zani, en cuya protección y apoyo confiaba Noof, no ha podido mantener a salvo a una ciudadana que no ha cometido ningún delito quey volvió a su país voluntariamente fiándose de las promesas sobre su seguridad que le hicieron las autoridades cataríes.
Desde su desaparición ha habido informes contradictorios sobre lo sucedido con la joven de 23 años. Según algunos de estos informes, Al-Maadeed fue asesinada por su familia, mientras que otros hablan de una detención forzada en un hospital psiquiátrico bajo fuerte sedación. Mientras tanto, el Gobierno catarí se niega a dar información documentada para probar que Noof sigue viva, lo que suscita muchas sospechas.
El Gulf Center for Human Rights no puede confirmar ninguna de las informaciones mencionadas, pero responsabiliza de cualquier daño que le hubiera podido sobrevenir a las autoridades que no la protegieron. En este momento, todo indica que Noof enfrenta serias amenazas a su vida y a su libertad. Si no la han matado, es muy probable que sufra una larga detención incomunicada que pondría su vida en peligro inminente.
De nuevo, el GCHR pide a la comunidad internacional, y en particular a las instituciones de Naciones Unidas y a los Gobiernos con influencia en Catar —incluidos los miembros de la Unión Europea— que emprendan acciones inmediatas para presionar a las autoridades cataríes para que se aseguren de que Al-Maadeed se encuentra a salvo y puede vivir libremente en Catar.
El Gobierno de Catar no puede seguir ignorando la exigencia internacional de que se esclarezca la verdad, y su silencio debe ser condenado, puesto que es suya toda la responsabilidad de preservar la seguridad de sus ciudadanos, incluida Nouf Al-Maadeed.