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El 4 de diciembre de 2021, Azerbaiyán devolvió diez prisioneros de guerra armenios capturados en noviembre de 2021, a cambio de mapas que detallan la ubicación de las minas terrestres, según un comunicado emitido por el Servicio de Seguridad del Estado de Azerbaiyán.
Los enfrentamientos de noviembre fueron, aparentemente los peores desde la guerra de Nagorno-Karabaj, que duró 44 días en 2020. Siete soldados azerbaiyanos y seis armenios murieron durante los nuevos enfrentamientos del 16 de noviembre de 2021. Armenia también informó que más de 30 militares armenios fueron capturados como prisioneros de guerra.
Comentando el intercambio más reciente, el subcomandante del Distrito Militar del Sur, Rustam Muradov, dijo que «el trabajo sobre el retorno de los soldados armenios capturados está en curso en este momento. Hay señales positivas. Hay un entendimiento. Creo que esta cuestión debe resolverse por completo. Y las fuerzas de paz rusas pondrán fin a este asunto».
Muradov supervisó todos los intercambios de prisioneros anteriores, incluso después de dejar el puesto de comandante del contingente de mantenimiento de paz. El general ruso también dijo que considera que la devolución de prisioneros es «un deber civil de las fuerzas de paz».
«Como militar, entiendo quiénes son los prisioneros de guerra, lo que han vivido durante su cautiverio. Recuerdo el primer vuelo, cuando salimos de Bakú, y las caras de aquellos militares cuando volaron a Ereván, al aeródromo de Erebuni. Con lágrimas en los ojos, no podían creer que habían llegado a casa», dijo Muradov.
La repatriación de los prisioneros de guerra es un tema doloroso en la sociedad armenia. Según el alto el fuego firmado el 9 de noviembre de 2020, ambas partes se comprometieron a devolver a todos los prisioneros. Sin embargo, aunque Armenia devolvió a todos los prisioneros azerbaiyanos, aún no se sabe cuántos prisioneros de guerra armenios siguen en Azerbaiyán.
Aunque Azerbaiyán ya ha devuelto más de cien prisioneros, según algunas estimaciones, entre 40 y 140 soldados armenios siguen cautivos en Azerbaiyán. Tras los enfrentamientos de noviembre, el país capturó a otros 32 soldados (aunque diez fueron devueltos en un reciente intercambio). El resto de los cautivos son considerados «saboteadores» y están sujetos a las leyes internas de Azerbaiyán.
El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas, Valery Gerasimov, se refirió a este asunto el 9 de diciembre, afirmó que, en el marco de la operación de mantenimiento de paz en el territorio de Nagorno-Karabaj, el personal militar ruso se centra ahora en la repatriación de los prisioneros, la ejecución de proyectos de infraestructura y la solución de otras cuestiones humanitarias.
«Las Fuerzas Armadas rusas siguen llevando a cabo tareas de mantenimiento de la paz en Nagorno-Karabaj. Hace más de un año consiguieron detener la sangrienta guerra y crear las condiciones para restablecer la paz en la región. Con el fin de reducir la tensión y observar el régimen de alto el fuego, las fuerzas de paz rusas han organizado el servicio en puestos de observación y patrullas en la zona de la operación de mantenimiento de paz», dijo Gerasimov.
Tensiones en casa con prisioneros de guerra armenios
En Armenia, el sentir sobre los prisioneros restantes difieren. En entrevista con Eurasianet, Siranuysh Sahakyan, activista de derechos humanos que representa a los prisioneros ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, dijo: «Nuestras autoridades [armenias] deberían haber entendido que la devolución de los prisioneros de guerra no está sujeta a negociación, sino que la exige el derecho internacional». Sahakyan también dijo que la posición oficial de Ereván en el actual proceso de intercambio ha «creado un ambiente que permite a Azerbaiyán resolver la cuestión con pedidos de concesiones a Armenia».
Según un informe de Ani Mejlumyan para Eurasianet, el Gobierno armenio ha recibido críticas recientemente por la cuestión de los prisioneros de guerra. En una grabación de video secreta distribuida en un canal anónimo de Telegram que se filtró el 7 de diciembre, Alen Simonyan, presidente del Parlamento y estrecho aliado del primer ministro Nikol Pashinyan, supuestamente dijo que consideraba a los soldados restantes como desertores.
Aunque Simonyan desestimó posteriormente el video por supuestamente estar editado fuera de contexto, desencadenó una ola de protestas en varias ciudades de Armenia. En Gyumri, la segunda mayor ciudad de Armenia, los familiares de algunos de los soldados actualmente cautivos se concentraron ante el edificio del Gobierno local y exigieron que el Gobierno responda. «Alen Simonyan tiene que respondernos», dijo una mujer. «Hemos esperado pacientemente, pero nuestra paciencia se ha agotado, ahora verán lo que pasa».
En la capital, Ereván, se hicieron demandas similares. «Necesitamos que nos devuelvan a nuestros hijos. ¿Qué hizo ayer Alen Simonyan? Envió un mensaje a los turcos [término despectivo usado para referirse a los azerbaiyanos], dice que no tenemos prisioneros de guerra, para masacrarlos. ¿Está regalando nuestros hijos a Azerbaiyán? Le pondré un lazo rojo y se lo regalaré a Azerbaiyán», dijo uno de los padres a los periodistas del Canal 5 de televisión de Armenia.
En una entrevista con Eurasianet, Benyamin Poghosyan, director del grupo de reflexión de Centro de Estudios Estratégicos Políticos y Económicos de Ereván , dijo que el Gobierno podría estar presentando intencionadamente a los prisioneros restantes como desertores y delincuentes en caso de que no puedan asegurar su regreso para evitar la «indignación pública».
«Podrían estar haciendo esto porque ya no hay más mapas que dar y no queda nada que comerciar», dijo Poghosyan a Eurasianet.