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Único refugio para discapacitados de Jordania en riesgo de cerrar tras agotarse donaciones de COVID-19

Categorías: Medio Oriente y Norte de África, Jordania, Educación, Medios ciudadanos

La Sociedad Al Hussein ha sido por años la única institución que se ocupa de niños con discapacidad en Jordania, y ahora corre el riesgo de cerrar. Imagen facilitada por la Sociedad Al Hussein.

Situado en un callejón sin salida residencial en el oeste de Amán (Jordania), un camino en pendiente conduce a las coloridas puertas correderas de la Sociedad Al Hussein. Durante más de 40 años, la Sociedad se ha dedicado a atender a personas con discapacidad en todo el Reino. En la actualidad, enfrenta amenaza de cierre por problemas económicos de la pandemia del COVID-19.

La «Sociedad Al Hussein para el Bienestar de la Infancia» fue fundada en 1971 por Su Alteza Real (SAR) la Princesa Majda Raad para prestar servicios a niños huérfanos de Jordania y capacitarlos. Cuando un centro de renombre que atendía a niños con discapacidades físicas cerró, los desesperados beneficiarios se dirigieron a la Sociedad Al Hussein en busca de ayuda. En 1978, SAR decidió reorientar el mandato de la Sociedad para atender a niños con discapacidades físicas y la amplió para incluir una pequeña escuela primaria y un modesto departamento de fisioterapia.

La Sociedad pronto se vio desbordada, y SAR se dio cuenta de la gran necesidad de un centro de rehabilitación más grande y profesional.

A lo largo de los años, la Sociedad Al Hussein pasó de centrarse exclusivamente en el bienestar de  niños a atender a todas las personas con distintas discapacidades, independientemente de su edad, sexo o nacionalidad. Se convirtió en la única organización de Jordania que ayuda a los beneficiarios sin exigirles ninguna documentación personal. Fue construida por el público, para el público.

Según la literatura, se estima que la prevalencia de la discapacidad en Jordania en 2018 se sitúa entre el 11 y el 15 % de la población, que supera los 10 millones de personas. Esto significa que al menos 1,1 millones de personas dependen del apoyo y los servicios de la sociedad.

La directora ejecutiva de la Sociedad, Anni Mazagopian, dijo a Global Voices:

Al Hussein’s history represents the history of the concept of disability in Jordan as a whole. It developed from a medical model into a social model

La historia de Al Hussein representa la historia del concepto de discapacidad en Jordania en su conjunto. Pasó de ser un modelo médico a un modelo social.

Anni añadió a Global Voices: «No estamos prestando un servicio complementario a las personas con discapacidad. Nuestros servicios son fundamentales para facilitar su inclusión en sus comunidades. Es nuestro deber y su derecho humano básico».

La Sociedad Al Hussein presta servicios integrales de rehabilitación para personas con discapacidad y sus cuidadores, tanto a nivel institucional como sobre el terreno, y llega a personas que no pueden contactarlas. Es un centro nacional de recursos para ayudas a la movilidad y adaptación del entorno, que equipa a los beneficiarios con dispositivos de ayuda y hace accesible su entorno.

Además, la educación inclusiva está en el centro de la institución, con una escuela primaria construida para el aprendizaje diferenciado y la satisfacción de las necesidades específicas de cada niño. La Sociedad también ofrece formación clínica para estudiantes universitarios en fisioterapia, terapia ocupacional y educación inclusiva.

Pronto se consiguió apoyo internacional, y la Sociedad se asoció con organizaciones no gubernamentales internacionales de gran prestigio y con empresas del sector privado.

El modesto departamento de fisioterapia creció hasta incluir terapia ocupacional, apoyo psicosocial, logopedia e hidroterapia. Los beneficiarios iban desde recién nacidos hasta ancianos.

La demanda de rehabilitación aumentó a medida que se desarrollaba la crisis siria en 2011, ya que la discapacidad entre los refugiados alcanzó más del 20 % de la población total [1]. Al aumento de la demanda le siguió pronto un mayor apoyo, y la Sociedad comenzó a ofrecer a las organizaciones asociadas desarrollo de capacidades para ayudar a satisfacer las crecientes necesidades.

A mediados de 2019, la Sociedad Al Hussein atendía activamente a más de 4000 personas en todo el Reino Hachemita de Jordania, a través de su sede en Ammán y de sus clínicas móviles itinerantes.

2020

El punto álgido de 2019 para la Sociedad Al Hussein se dio cuando llegó la pandemia de COVID-19. Las restricciones de viaje, los numerosos confinamientos y la reorientación de la financiación [2] de los principales donantes hicieron que la Sociedad enfrentara su año financiero más difícil.

En una entrevista [3] con Jordan News, el ministro de Desarrollo Social de Jordania, Ayman Mufleh, declaró que la «incertidumbre económica causada por la pandemia hizo que muchos donantes redujeran o incluso suspendieran su apoyo, lo que afectó la labor y el apoyo que hacen las organizaciones benéficas locales».

«La supervivencia de la Sociedad depende en gran medida de los proyectos de desarrollo y generación de ingresos. El COVID-19 obligó a nuestros donantes a redirigir su financiación hacia los esfuerzos de ayuda humanitaria y todos nuestros programas se paralizaron de forma asombrosa», afirma la señora Mazagopian. «Los medios de vida de más de cien empleados se vieron amenazados y no pudimos llegar a nuestros beneficiarios, especialmente en las zonas de difícil acceso, donde la necesidad es mayor».

Una organización galardonada [4] –el principal experto en el campo de la discapacidad y la rehabilitación en Jordania– se quedó sin apoyo.

Amenaza de clausura

La Sociedad Al Hussein sigue recuperándose de las consecuencias económicas de la pandemia.

«Si no se ofrece un apoyo urgente a la Sociedad para mantener sus programas, corre un riesgo extremo de clausura. La clausura de esta institución nacional significaría el fin del único modelo disponible en Jordania que ofrece servicios de rehabilitación completos e integrados, que trabajan para lograr y mantener la independencia de las personas con discapacidad», dice la señora Mazagopian.

La amenaza de clausura está cada vez más cerca, y miles de beneficiarios podrían perder el acceso a servicios fundamentales, como educación especializada y rehabilitación. No solo eso, sino que las organizaciones y socios que trabajan en el sector de la rehabilitación también perderán la oportunidad de adquirir conocimientos y habilidades de 50 años, que están a la altura de los estándares reconocidos internacionalmente.

«La clausura de la Sociedad afectará gravemente a los estudiantes desde el punto de vista académico», dijo el padre de un niño que se beneficia de los servicios de educación y rehabilitación de la Sociedad Al Hussein. «No podemos encontrar mejores servicios para nuestros hijos en otro lugar, desde el punto de vista de la educación ni de la rehabilitación… los métodos de enseñanza que usa la Sociedad Al Hussein se adaptan a las capacidades de mi hijo y las desarrollan», dijo el padre.

Un alumno de tercer grado de la Sociedad Al Hussein dijo a Global Voices: «Si la escuela [de la Sociedad Al Hussein] cierra, no podré estudiar ni hacer nada. Quiero mucho a la escuela y si la escuela cierra, me sentiré muy mal. Me quieren y me respetan mucho. Por favor, no cierren mi escuela».

Sin embargo, superar esta crisis financiera aún está al alcance de la mano, dijo la señora Mazagopian, pero exige los esfuerzos combinados de todos los interesados de la Sociedad y de los miembros de la comunidad jordana en general.