Japón pide medidas más estrictas contra el COVID-19 para el personal militar estadounidense

U.S. Marine Corps and JASDF personnel await the arrival of JASDF F-2 aircraft at the East Fuji Maneuver Area

Personal del Cuerpo de Marines y la Feruza Aérea de Estados Unidos esperan la llegada de un avión F-2 de la JASDF en el Área de Maniobras de Fuji Este en Shizuoka, Japón. Foto del Cuerpo de Marines de Katie Gray, publicada en Flickr el 9 de diciembre de 2021 (CC BY-NC-ND 2.0).

El Gobierno japonés ha declarado un estado de emergencia limitado en tres prefecturas tras un repentino aumento de las infecciones por COVID-19 durante la primera semana de enero. Aunque se han producido aumentos diarios de COVID-19 en todo Japón, se teme que el personal militar estadounidense sea el responsable de encender una nueva ola explosiva de COVID-19 en el país.

Dos de las prefecturas, Yamaguchi, en el oeste de Honshu, y Okinawa, archipiélago situado en el extremo occidental de Japón, albergan extensas instalaciones de Estados Unidos que también han registrado aumentos repentinos de COVID-19 en la última semana. La tercera prefectura, Hiroshima, es vecina de Yamaguchi y de su propia presencia militar estadounidense.

Jim Rion, escritor y traductor que vive en Yamaguchi, señaló la correlación entre los recuentos de casos y la presencia militar estadounidense en el oeste de Japón:

¿Alguien puede identificar las bases militares estadounidenses?
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6 de enero (2022) nuevos recuentos de casos de COVID-19 en las prefecturas de Yamaguchi y Okinawa, y en las prefecturas de la región de Kyushu:

Yamaguchi 181 [Nota: alberga bases militares estadounidenses].
Fukuoka 80
Saga 19
Nagasaki 10 [Alberga presencia naval estadounidense]
Kumamoto 24
Oita 8
Miyazaki 6
Kagoshima 61
Okinawa 981 [alberga bases militares estadounidenses].

Los temores de un brote de COVID-19 provocado por el personal militar estadounidense comenzaron el 3 de enero, después de que los comandantes de la base estadounidense de Iwakuni (prefectura de Yamaguchi) anunciaran 143 nuevos casos de COVID-19 en los cinco días anteriores. En Okinawa, el 1 de enero se habían notificado 235 casos en el Ejército estadounidense, cifra sin precedentes en un solo día para los militares de ahí hasta ahora.

El 5 de enero, se registraron más de 2000 casos diarios de COVID-19 en todo Japón por primera vez en más de tres meses. Aunque no se relaciona con la presencia militar estadounidense en el país, las principales ciudades –incluidas Tokio y Osaka—– registraron un aumento de nuevos casos de COVID-19 a medida que avanzaba la semana.

El 6 de enero, Hiroshima, vecina de Yamaguchi, anunció 273 casos diarios, el mayor desde finales de agosto. El 8 de enero, Okinawa registró más de mil casos diarios de COVID-19, lo que el gobernador de la prefectura, Tamaki Denny, calificó como una «explosión» y pidió al Gobierno central japonés una acción más decisiva.

Mientras tanto, bajo el casi estado de emergencia de Japón, también conocido como «mambo» (マンボ, o まん延防止等重点措置), los restaurantes y bares de las tres prefecturas ya no pueden servir alcohol a partir del 9 de enero, y se les anima a cerrar temprano en un esfuerzo por ayudar a evitar la transmisión del COVID-19.

Para algunos, el «mambo» de Japón no basta para enfrentar la actual amenaza del COVID-19. La percepción de que el personal militar estadounidense, los contratistas y sus dependientes generalmente se abstienen de usar mascarillas y de cumplir con otras medidas de conducta para ayudar a mitigar la propagación del COVID-19, junto con el hecho de que hay al menos 54 000 miembros del personal estacionados en 85 instalaciones ubicadas en todo Japón, por no hablar de los 8000 empleados civiles y contratistas, además de otros 45 000 dependientes, han contribuido a la preocupación de la gente.

Military facilities of the United States in Japan, 2016

Instalaciones militares de Estados Unidos en Japón (2016). Fuente: Wikimedia. Licencia de la imagen: Condiciones de uso estándar del Gobierno de Japón (versión 1.0)

También se teme que no haya pruebas de COVID-19 ni requisitos de vacunación para el personal militar estadounidense y sus dependientes cuando se les hace rotar hacia Japón en vuelos militares.

En respuesta a la presión ejercida por Tamaki, de Okinawa, y por otros gobernadores de prefecturas, el ministro japonés de Asuntos Exteriores, Hayashi Yoshimasa, pidió a los mandos estadounidenses que impusieran más restricciones a los desplazamientos del personal militar a la base, para ayudar a prevenir la propagación del COVID-19.

El 6 de enero, el Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo que el gobierno de Biden «haría todo lo posible en colaboran con Tokio para frenar la propagación del virus». Sin embargo, una lectura de la reunión entre Blinken y Hayashi, su homólogo japonés, no menciona los brotes de COVID-19 en las bases estadounidenses de Japón. Al final de la semana, algunos políticos opositores en Japón pedían restricciones más rigurosas para los militares estadounidenses, incluido el confinamiento del personal en la base.

El gobernador Tamaki de Okinawa, donde los casos diarios de COVID-19 se elevaron a 1400 el 7 de enero, exigió que Japón revisara y actualizara el Acuerdo sobre el Estatuto de las Fuerzas, que da un marco legal a la presencia militar estadounidense en el país, para imponer una cuarentena obligatoria al personal del servicio.

Según el acuerdo, la Policía japonesa ejerce poca autoridad legal sobre el personal estadounidense asignado en el país. Las medidas COVID-19 de Japón, como las mascarillas y el distanciamiento social, se basan en el cumplimiento voluntario y en las normas y convenciones sociales compartidas. En cambio, el personal militar estadounidense destinado en las comunidades de acogida de todo el país suele seguir sus propias normas de conducta personal, que aplican sus propias cadenas de mando.

Para algunos estadounidenses que viven en Japón, como Dan Castellano, escritor y traductor que vive en Tokio, el papel que se percibe de los militares estadounidenses en la nueva ola de COVID-19 de Japón es una fuente de vergüenza:

Okinawa podría declarar medidas de emergencia por COVID  a medida que el virus se propague desde la base estadounidense.
————
Como estadounidense estoy absolutamente enfurecido por este comportamiento de los militares de Estados Unidos.

Por el momento, la dirigencia militar estadounidense en Japón se ha comprometido a mejorar las medidas de mitigación de COVID-19 con nuevas restricciones de salud, que incluyen mascarillas y una prueba obligatoria de COVID-19 negativa antes de viajar al país.

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