En algunas épocas del año en Trinidad y Tobago, como Divali, Navidad y Año Nuevo, los espacios en línea se llenan de historias de niños y ancianos traumatizados, por no hablar de los animales que desaparecen o mueren, aterrorizados por el sonido de los fuegos artificiales.
A pesar de que la Ley de Infracciones Sumarias del país establece parámetros muy claros sobre la venta y el uso de fuegos artificiales -se requiere permiso de la Policía para encenderlos, multas de mil dólares por hacerlo de forma ilegal e irresponsable dentro de las ciudades, etc.- los ciudadanos han tenido que soportar ataques auditivos anuales, incluso mientras piden desesperadamente que se apliquen las leyes. Así fue hasta principios del siglo XXI, cuando los espectáculos pirotécnicos eran acontecimientos públicos que se organizaban profesionalmente para celebrar hitos como el Día de la Independencia.
Desde 2014, la Red de Bienestar Animal y la Sociedad de Trinidad y Tobago para la Prevención de la Crueldad contra los Animales (TTSPCA) han estado haciendo campaña para poner fin a la venta de fuegos artificiales, con la esperanza de frenar la práctica apuntando a la cadena de suministro. Sin embargo, el 3 de enero de 2022, en Facebook, la usuaria Darlene Easton publicó una actualización de estado en la que explicaba por qué no confiaba en que esto ocurriera:
While this is something I feel very strongly about, the reality is that fireworks will not be banned in this country, despite the adverse effects it has on many people, animals and property. […]
How [are] firework[s] importers able to obtain forex approval for large sums of money, for a product which will literally go up in smoke and has no sustainability value, but hundreds of small Mom and Pop business[es] are struggling to obtain foreign exchange to sustain their businesses?
Why are the police unable or unwilling to enforce the laws in accordance with the Explosives Act Chapter 16:02 and the Summary Offences Act Chapter 11:02 […]?
Why have the voices of the people signing petitions and voicing their concerns and protesting against the undiscerning use of fireworks been ignored for several years?
Why [have] the scores of social media posts asking for help to find lost pets who have fled the safety of their homes, in absolute fear and terror after a night of fireworks, not touched the hearts of the people who can actually make a difference regarding the laws?
Aunque es algo que me preocupa mucho, la realidad es que los fuegos artificiales no se van a prohibir en este país, a pesar de los efectos adversos que tienen sobre muchas personas, animales y propiedades. […]
¿Cómo pueden los importadores de fuegos artificiales obtener la aprobación de exportación por grandes sumas de dinero, para un producto que literalmente se convertirá en humo y no tiene ningún valor de sostenibilidad, pero cientos de pequeñas empresas familiares están luchando para obtener aprobación para mantener sus negocios?
¿Por qué la Policía no puede o no quiere hacer cumplir las leyes de acuerdo con la Ley de Explosivos, capítulo 16:02, y la Ley de Delitos Sumarios, capítulo 11:02 […]?
¿Por qué se han ignorado durante varios años las voces de las personas que han firmado peticiones y han expresado sus preocupaciones y han protestado contra el uso no controlado de los fuegos artificiales?
¿Por qué las decenas de publicaciones en las redes sociales que piden ayuda para encontrar a las mascotas perdidas que han huido de la seguridad de sus hogares, con absoluto miedo y terror después de una noche de fuegos artificiales, no han tocado los corazones de las personas que realmente pueden marcar la diferencia con respecto a las leyes?
Aunque Easton admite que «los fuegos artificiales son bonitos de ver y a mucha gente no le afectan personalmente», Andre Abraham, director general de Fire One, principal minorista de fuegos artificiales del país, también ha dicho que ve su negocio como una forma de elevar a sus compatriotas y fomentar un sentimiento de orgullo nacional-, cree que «ha llegado el momento de revisar y modificar las leyes relativas a la venta y el uso de fuegos artificiales».
Aunque Faris Al-Rawi, fiscal general del país, mostró su lado amante de los animales en Año Nuevo como preámbulo para reexaminar la legislación, sus propuestas de modificación son recibidas con escepticismo.
Request for Feedback – THE SUMMARY OFFENCES (AMENDMENT) BILL, 2021
The draft bill can also be view at https://t.co/xdXclt0Lwt
Feedback can be emailed to events@ag.gov.tt by 26th January, 2022. pic.twitter.com/Pz97jGuDh1— Faris Al-Rawi (@Faris_alrawi_ag) January 6, 2022
Gobierno de la República de Trinidad y Tobago
Oficina del Fiscal General y Ministerio de Asuntos Jurídicos
CONSULTA PÚBLICA
SOLICITUD DE COMENTARIOS
PROYECTO DE LEY DE FUEGOS ARTIFICIALES
PROYECTO DE LEY DE DELITOS SUMARIOS (ENMIENDA), 2021
26 de enero de 2022 a:
events@ag.gov.tt
Asunto: «El proyecto de ley de fuegos artificiales»
El documento se puede ver en:
O https://agla.gov.tt/home/public-consultations/
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Solicitud de comentarios – EL PROYECTO DE LEY DE OFENAS SUMARIAS (ENMIENDA), 2021El proyecto de ley también se puede ver en https://agla.gov.tt/home/public-consultations/
Los comentarios pueden enviarse por correo electrónico a events@ag.gov.tt antes del 26 de enero de 2022.
En Facebook, Animals 360 Foundation publicó:
AG this post leaves us with no confidence that good will prevail. For six years we have begged for legislation to protect all our dogs, all our animals, all our people. You have not acted responsibly and in a timely manner. The blood is now on your hands. Whatever you bring better take fireworks out of the hands of John Public and limit it to regulated 20 minute displays managed by professionals in approved areas that cannot harm people or animals and restricted to national celebrations only i.e. Independence and Old Years. It's really hard now to believe what you have to say and your empty promises.
Esta publicación nos deja sin confianza en que el bien prevalecerá. Durante seis años hemos rogado que se legisle para proteger a nuestros perros, a nuestros animales, a nuestro pueblo. No han actuado de manera responsable y oportuna. La sangre está ahora en sus manos. Sea lo que sea que traigan, será mejor que quiten los fuegos artificiales de las manos del público y los limiten a exhibiciones reguladas de 20 minutos gestionadas por profesionales en áreas aprobadas que no puedan dañar a las personas o a los animales y que se restrinjan únicamente a las celebraciones nacionales, es decir, la Independencia y el Año Nuevo. Ahora es realmente difícil creer lo que tienen que decir y sus promesas vacías.
Para echar más leña al fuego, una publicación en Facebook del ministro Stuart Young, en la que detallaba su visita a una comunidad del este de Puerto España en la que varias personas perdieron sus casas como consecuencia de los restos de los fuegos artificiales que cayeron sobre el tejado:
Fortunately no lives were lost.
This incident highlights how the irresponsible actions of a few, can in a split second, negatively affect the lives of many innocents.
Afortunadamente no se perdieron vidas.
Este incidente muestra cómo las acciones irresponsables de unos pocos pueden, en una fracción de segundo, afectar negativamente a la vida de muchos inocentes.
La mayoría de los comentarios en la publicación apoyaban que se aplicara adecuadamente las leyes sobre fuegos artificiales, mientras que otros –como la Red de Bienestar Animal y la Sociedad Zoológica de Trinidad y Tobago– abogaban por prohibir totalmente los fuegos artificiales que producen ruido. Incluso la Autoridad de Gestión Ambiental, encargada de velar por el entorno natural del país y todo lo que le afecta, señaló que una encuesta que hizo mostraba que cada vez más gente quiere que se prohíban los fuegos artificiales ruidosos.
Cuando se preguntó a los encuestados sobre las medidas que les gustaría ver en relación con el uso de fuegos artificiales, la mayoría se mostró a favor de prohibir los fuegos artificiales que producen ruido, frente a la prohibición total de esta práctica. Las recomendaciones también incluían la modificación de la legislación actual para incluir prácticas culturales como la explosión de bambú, que tienen efectos adversos similares y que a veces pueden acabar en la pérdida de vidas o de miembros, así como para permitir una aplicación más estricta de las leyes y la aplicación de multas más elevadas.
En un hilo de comentarios de TTSPCA en Facebook, Natasha Núñez señaló:
I hope everyone who liked this post is also sending a response to the latest draft legislation on fireworks to indicate to the AG that what he has produced is not acceptable. [C]ollective action by citizens to advise lawmakers on how to serve US is the only way to achieve real change.
Espero que todos que hayan gustado esta publicación también envíen una respuesta al último proyecto de ley sobre fuegos artificiales para indicar que lo que ha producido no es aceptable. [La acción colectiva de los ciudadanos para asesorar a los legisladores sobre cómo servir a Estados Unidos es la única manera de lograr un cambio real.
Aarti Gosine fue una de las personas que enviaron sus comentarios al ministerio, en el que cuestionaba la asignación de «días y horas en que estos fuegos artificiales pueden encenderse sin licencia», la posibilidad de encender fuegos artificiales en «terrenos de propiedad privada» y la asignación de apenas 800 metros como zona de seguridad por contaminación acústica de la práctica.
El 7 de enero, tras revisar el proyecto de ley del fiscal general, la TTSPCA reiteró sus recomendaciones al Comité Parlamentario Mixto de 2017,:
A ban on the sale of fireworks to members of the public
A ban on the use or discharge of fireworks by members of the public
A permit/ licensing arrangement for the use of fireworks for special events.
Restrictions on the location, and period during which fireworks can be used at special events
A requirement to inform responsible agencies and the public in advance of any special event.
A transition to ‘silent’ or reduced noise fireworks at special events
Prohibición de vender fuegos artificiales al público
Prohibición de usar o descargar fuegos artificiales por parte de los ciudadanos
Un acuerdo de permiso/licencia para usar fuegos artificiales en eventos especiales.
Restricciones sobre la ubicación y el período durante el cual se pueden usar fuegos artificiales en eventos especiales
Obligación de informar a los organismos responsables y al público con anticipación a cualquier evento especial.
Transición a fuegos artificiales «silenciosos» o de ruido reducido en eventos especiales
Al día siguiente, el ministro Young dijo que creía que los fuegos artificiales eran un mal uso de recursos y que no debían estar disponibles para compra del público.
Como muchos otros, Elspeth Duncan, activista de los animales y columnista de un periódico de Tobago, estuvo de acuerdo:
Unless there is enforcement of the law, no legal amendments re fireworks will amount to anything…just as amendments to the laws against animal cruelty have, thus far, amounted to nothing. As it stands, the draft fireworks bill is unacceptable. According to one source, the draft sounds like it was written by the sellers of fireworks themselves.
Barring a complete ban on fireworks (which will probably never happen in TT), Minister Stuart Young’s call for a ban on the sale of fireworks to members of the public will be, for many (and hopefully most) of us, the only acceptable amendment to the legislation.
A menos que se aplique la ley, ninguna enmienda legal sobre los fuegos artificiales servirá de nada… al igual que las enmiendas a las leyes contra la crueldad hacia los animales no han servido de nada hasta ahora. Tal como está, el proyecto de ley sobre fuegos artificiales es inaceptable. Según una fuente, el proyecto parece haber sido redactado por los propios vendedores de fuegos artificiales.
Salvo una prohibición total de los fuegos artificiales (que probablemente nunca se producirá en Trinidad y Tobago), el llamado del ministro Stuart Young para que se prohíba la venta de fuegos artificiales al público será, para muchos (y esperemos que para la mayoría), la única enmienda aceptable a la legislación.