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Erdoğan y la guerra del AKP contra el arte y la cultura

Categorías: Medio Oriente y Norte de África, Turquía, Arte y cultura, Censura, Derecho, Derechos humanos, Humor, Libertad de expresión, Medios ciudadanos, Política, Protesta, GV Advox, Tocar la nota equivocada

«Contra la censura en Flickr» de alias65 (CC BY-NC-SA 2.0 [1]).

Durante la ceremonia anual de los Grandes Premios Presidenciales de la Cultura y las Artes en diciembre de 2021, el presidente Recep Tayyip Erdoğan se dirigió a la multitud [2]: «Cuanto más fuertes sean en la cultura y las artes, más podrán dirigir y gestionar su entorno. Es un hecho que las armas más poderosas de quienes dirigen el sistema global hoy en día son las herramientas de la cultura». En los años transcurridos desde su llegada al poder, el Partido Justicia y Desarrollo (AKP), que gobierna Erdoğan, se ha hecho lentamente con el control [3] de gran parte del panorama artístico y cultural del país.

Decenas de conocidos artistas, cantantes, compositores y cómicos han enfrentado intimidaciones [4], represiones y amenazas por su trabajo. Estos grupos son conocidos por usar sus oficios para hablar de los agravios y la política de todo el país y, por tanto, se les percibe [5] como una amenaza para el partido gobernante. Incluso los grupos de teatro [6], humor y sátira han enfrentado importantes presiones [7] por parte de los dirigentes del Gobierno. También ha habido muchos ejemplos en los que el Gobierno ha intentado bloquear series de televisión [8], espectáculos [9] y música extranjera [10]. Las justificaciones suelen ser amplias, con acusaciones de que el material promueve la propaganda terrorista [11], fomenta el consumo de drogas [12], insulta al presidente [13], ofende los valores familiares [9] locales o hasta ofrece desinformación cultural [14].

Pero no siempre fue así.

En sus reflexiones [3] sobre los primeros años de gobierno del AKP, el académico Emre Tansu Keten escribió que cuando el partido llegó al poder en 2002, se centró significativamente en las artes y la cultura, y se abrieron varias instituciones artísticas importantes entre 2002 y 2011. «El proceso de armonización con la Unión Europea y el fomento del sector privado para invertir en el campo de la cultura y las artes trajo la armonización del campo cultural con el programa económico neoliberal y el apoyo del AKP a este procesom y abandonó su propia agenda cultural – por un tiempo», escribió Keten.

Pero los cambios en el entramado de la dirección política –especialmente tras las protestas del parque Gezi [15]– cambiaron la visión del partido gobernante sobre las tendencias artísticas y culturales del país, «el Gobierno, que vio el campo cultural como una herramienta económica y diplomática a lo largo de la década de 2000, empezaría a instrumentalizar políticamente la cultura después de 2010, especialmente tras el levantamiento de Gezi, debido a la política de polarización cultural basada en la identidad a la que se aferró», escribió Keten.

Otros sostienen que el cambio ya era visible tras la reelección del AKP en 2011. En una entrevista a Eurasianet en 2012, el politólogo Cengiz Aktar afirmó, tras conseguir una tercera victoria, que «el primer ministro se siente ahora tan confiado y tan seguro del poder infinito [del AKP], que está dando una señal de ingeniería social global».

Cuatro años después de esa entrevista, un fallido golpe militar cambió drásticamente el tejido político y social del país. Días después del golpe, el Gobierno declaró el estado de emergencia, y permitió Gobierno «gobernar por decreto y sin control judicial ni oposición», escribió [16] entonces el periodista Barçın Yinanç. En su informe [17] de junio de 2021, PEN América, organización sin ánimo de lucro dedicada a preservar la libertad de expresión, escribió: «Erdoğan y el AKP respondieron al intento de golpe de Estado de 2016 con una represión despiadada, socavando las normas democráticas y tomando nuevas palancas de poder. Han usado agresivamente estos poderes para atacar a la disidencia a escala de toda la sociedad», Entre los atacados desde el golpe están «escritores, artistas y otros creativos».

Con el COVID-19 llegaron nuevas restricciones [18]. Aunque Erdoğan anunció que Turquía levantaría las restricciones restantes relacionadas con la pandemia a partir del 1 de julio de 2021, acabó creando nuevas normas a largo plazo, decidió que a partir del 1 de julio todas las actividades musicales tendrían que terminar a medianoche [19]. En un discurso desde Ankara, dijo: «Disculpen, pero nadie tiene derecho a molestar a nadie por la noche». La etiqueta #Kusurabakiyoruz (no te disculpamos) comenzó a ser tendencia inmediatamente en el Twitter turco, y decenas de ciudadanos y músicos expresaron su descontento con la nueva prohibición.

El viernes 7 de enero de 2022, un informe del Boletín Oficial [20] presentó una serie de prohibiciones relacionadas con la normativa sobre el ruido en los locales de entretenimiento. Las nuevas restricciones prohíben la música en directo en espacios abiertos y semiabiertos en zonas calificadas como muy sensibles (residencias, hospitales, centros de atención a niños y ancianos, internados y residencias de estudiantes), sensibles (hoteles, colegios e instalaciones religiosas) y menos sensibles (edificios administrativos y comerciales, parques infantiles e instalaciones deportivas). En las zonas muy sensibles, los locales solo pueden tener música en directo en el interior. En las zonas sensibles, se prohíben las actividades al aire libre, como conciertos y festivales, después de medianoche. En las zonas menos sensibles, aunque la música en directo es libre después de medianoche, los conciertos, festivales y actividades similares al aire libre están prohibidos después de medianoche..

Sobre la nueva normativa, el abogado Ali Gül escribió [21] en su cuenta de Twitter: «Con el cambio en la normativa publicada en el Boletín Oficial, casi todas las actividades de entretenimiento están prohibidas después de la medianoche en Turquía».

Usar instituciones existentes

El Consejo Supremo de Radio y Televisión de Turquía (RTUK) fue creado en 1994, y es la principal autoridad reguladora del sector audiovisual del país. Sus competencias se ampliaron enormemente [22] en 2019, cuando se le dio a la institución la autoridad de regular también las emisoras en línea. Ese mismo año, RTUK prohibió [23] la serie televisiva estadounidense Modern Family porque el programa usaba un lenguaje soez y mostraba a un niño nacido fuera del matrimonio. Un año más tarde, Netflix dejó de lado [24] una serie de televisión antes de que comenzara la producción [8] porque RTUK «se opuso a un personaje gay en el papel secundario descrito en el guion».

También está la cadena pública del país, TRT, que censuró unas 200 canciones en 2018, según informó DW [10], porque la música fomentaba [10] el alcoholismo o el terrorismo.

En 2921 [25], el Ministerio de Asuntos de la Familia de Turquía también se involucró en la censura de contenidos, xon el argumento [26] de que el K-pop, que tiene una importante base de fans [27] en Turquía, «estaba alejando a los jóvenes de sus familias y animándolos a vivir un estilo de vida sin género». En Twitter, los fans turcos incluso iniciaron [28] la etiqueta #kpopyasaklanmasın [K-pop debería estar prohibido].

«No es la primera vez que una tendencia musical mundial es objeto de los medios turcos. A mediados de la década de 1990, los principales medios de Turquía argumentaron que los grupos occidentales de heavy metal fomentaban el satanismo. La principal diferencia ahora es que, mientras las preocupaciones anteriores se centraban sobre todo en los jóvenes de familias laicas, el K-pop ha desencadenado preocupaciones entre los conservadores», informó [29] Ahval en 2019.

Artistas protestan con rap

En su artículo de 2019 en The Washington Post, la académica Lisel Hintz escribió: «particularmente en los regímenes represivos, la crítica sutilmente velada a través de lo que generalmente se considera ‘medios de entretenimiento’ puede desempeñar un papel subversivo, astillando la legitimidad de los gobernantes». Hintz se refería a dos videos de rap específicos publicados simultáneamente [30] a medianoche de 2019.

La canción Susamam [31] (que se traduce como «no puede permanecer en silencio») se convirtió en el video número uno en tendencias en YouTube el 6 de septiembre de 2019 en Turquía. Era una oda a Turquía y a sus problemas sociales, políticos y culturales más acuciantes. En 48 horas, se convirtió en una de las etiquetas más populares en las redes sociales turcas.

La segunda canción de rap fue lanzada por Ezhel [32], uno de los raperos más destacados de Turquía, «Olay [33]» (Acontecimiento), canción sobre el fallido golpe militar [34] de 2016, las protestas del Parque Gezi [35] y otros acontecimientos polémicos de los últimos años. Hintz escribió que las canciones y su impacto reavivado a través de las redes sociales «reflejan el poder singularmente visceral, desafiante y cautivador de la cultura pop».

Otros, como el periodista y escritor Barbaros Altug, también se muestran esperanzados. En una entrevista con DW, Altug dijo [36]: «Hay artistas que resisten con fuerza, a pesar de todo. Turquía tiene un poder de resistencia que sorprende a todos [37]. Y es más fuerte entre los artistas e intelectuales», y añade que, a pesar de los desafíos, «la lucha por la democracia y la libertad artística sigue valiendo la pena».