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Cómo las bicicletas electrónicas pueden promover el uso de la bicicleta en Tiflis

Categorías: Asia Central y Cáucaso, Georgia, Ambiente, Buenas noticias, Desarrollo, Economía y negocios, Gobernabilidad, Medios ciudadanos, Tecnología

«Bicicleta electrónica en el túnel peatonal de Greenwich» de londoncyclist (CC BY 2.0).

Este artículo se publicó [1] por primera vez en Investor.ge. Una versión editada se publica aquí con el permiso del sitio web original.

Tras años de construcción, Tiflis cuenta con abundantes ciclovías y caninos , pero ¿dónde están los ciclistas? El número de ciclistas que se desplazan por las vías sigue siendo escaso, en lugar del flujo constante que esperaban los planificadores de la ciudad.

Un factor que podría cambiar pronto esta situación es la creciente disponibilidad de las bicicletas electrónicas. Los aficionados a las bicicletas señalan que las numerosas colinas de Tiflis podrían disuadir a los ciclistas potenciales. Las bicicletas electrónicas podrían marcar la diferencia al ayudar en los momentos difíciles.

Jeffrey Kent, cónsul honorario de la República de Irlanda, es uno de los primeros en adoptar la bicicleta eléctronica en Tiflis. Aunque su trabajo lo lleva a menudo fuera de la ciudad, dice que, una vez en la ciudad, suele dejar el auto en la oficina y volver a casa en bicicleta electrónica: «Lo que más me gusta es no sentirme frustrado por el tráfico», dice, y añade que pasar en bicicleta al lado de autos en largos atascos ofrece una emoción especial. Jeffrey es uno de los varios millones de personas que se han aficionado a las bicicletas electrónicas en todo el mundo: no es de extrañar que el director general de Bosch eBike Systems estime que la mitad de las bicicletas que se vendan en la Unión Euroepa en 2025 tendrán motor, según un informe del Financial Times.

Obstáculos para las bicicletas electrónicas en Tiflis

¿Qué impide la adopción de las bicicletas electrónicas en Georgia en 2021? Algunos de los factores que impiden una mayor adopción pueden estar a punto de desaparecer. Desde hace unos años, tiendas de bicicletas de primera calidad como Bikes.ge [2] ofrecen bicicletas electrónicas de calidad. Bikes.ge afirma haber vendido 25 bicicletas electrónicas en los dos últimos años. La disponibilidad local es fundamental, ya que las aerolíneas no las permiten como equipamiento deportivo porque sus baterías son un peligro de incendio.

Aunque las bicicletas electrónicas siguen siendo caras, sus defensores dicen que su costo debe considerarse en el contexto de que sustituyen a un auto para la mayoría de desplazamientos urbanos: la mitad de ruedas y el doble de diversión. Aunque las bicicletas electrónicas del mercado medio tienen un precio de entre 2000 y 4000 dólares (entre 6150 y 12 300 euros), un costo elevado incluso dentro de la Unión Europea, siguen siendo más asequibles que los autos.

Volto Bikes [3] es una empresa de Tiflis que convierte las bicicletas existentes en bicicletas electrónicas como alternativa más económica. Las bicicletas electrónicas usadas, o las versiones económicas con autonomía limitada, están disponibles a partir de 1200 dólares (3690 laris).

Con semejante inversión, la protección frente a los robos es una de las principales preocupaciones: «Puedo salir de casa con una bicicleta», comenta un ciclista, «pero luego no sé dónde dejarla una vez que llego al destino y el riesgo de que alguien se la lleve es bastante grande». También en este caso, algunas soluciones están avanzando por fin. Varias empresas han elaborado rastreadores GPS viables. Los usuarios pueden programar una alarma para recibir una notificación cuando la bicicleta cambie su posición GPS. Una batería de estas bicicletas puede alimentar un rastreador durante semanas y enviar señales a través de redes GSM/de telefonía móvil. La empresa de rastreadores PowUnity afirma que ha ayudado a recuperar más de 160 bicicletas electrónicas robadas en los últimos meses. Es probable que una vez que estos sistemas se pongan de moda en Georgia, unos cuantos ladrones de bicicletas se sorprendan al ver que sus perseguidores les pisan los talones.

Sin embargo, los sistemas de rastreo no resuelven las dificultades generales para estacionar la bicicleta electrónica. Por la pesada batería y el motor, muchos modelos de gama media pesan más que el límite de equipaje de las compañías aéreas, incluso las más generosas. Si se añaden algunas compras, el peso se convierte en un reto importante para quienes viven en pisos altos.

Se necesitarán nuevas soluciones urbanas. Con cámaras de video, estaciones de bloqueo y, posiblemente hasta carga eléctrica, los propietarios de bicicletas electrónicas podrían convertirse en clientes entusiastas de los estacionamientos subterráneos. Londres ha sido pionera en la creación de hangares para bicicletas en los barrios, que sustituyen a los estacionamientos de la calle y pueden albergar seis bicicletas a la vez, con una cuota anual de alquiler que compensa la subvención municipal. Los hangares se cierran con llave, además del candado de la bicicleta, lo que da una protección adicional también contra los elementos.

Los elevadores de bicicletas son otra posible solución. En esta popular solución de almacenamiento, las bicicletas quedan en lo alto, fuera del alcance, bajo un balcón, por ejemplo.

Aspectos ambientales y de seguridad de la bicicleta eléctrica

La sostenibilidad es una característica clave de las bicicletas electrónicas. Algunos estudios han sugerido que el uso de la bicicleta podría tener un impacto diez veces más positivo para alcanzar el cero neto que un cambio completo a los autos eléctricos. Aunque las bicicletas electrónicas necesitan cargarse, un Tesla podría alimentar toda una flota.

Bikers race in Tbilisi, Georgia.

Ciclistas en Tiflis (Georgia) durante una campaña de 350.org contra el cambio climático. 350.org [4] Flickr utilizado vía (CC BY-NC-SA 2.0 [5])

Sin embargo, el problema del estacionamiento ilustra que para aumentar el uso de la bicicleta en Tiflis hace falta algo más que un cambio en las infraestructuras. Muchos siguen considerando que las carreteras son demasiado complicadas, a pesar de las numerosas ciclovías nuevas. El estudiante Vakho dice que «pensó en ir en bicicleta como una forma de sortear el terrible tráfico de Tiflis, especialmente en las grandes calles atestadas. Pero no puedo porque las carreteras son demasiado peligrosas».

Reducir el exceso de velocidad y la conducción temeraria es esencial para dejar más espacio a los ciclistas más vulnerables. También en este caso, las acciones de unos cientos o miles de hombres (y son casi exclusivamente hombres) con una testosterona mal dirigida limitan en gran medida lo que todos los demás pueden hacer y disfrutar en el país. Todavía queda un largo camino por recorrer (y unos cuantos conductores extradesarrollados que deben ser retirados de la carretera) antes de que muchos padres se sientan cómodos montando a sus hijos en una bicicleta electrónica para llevarlos al colegio.

Por razones de seguridad, también tendría sentido que Georgia adoptara una normativa similar a la de muchos otros países: las bicicletas que ofrecen asistencia hasta un máximo de 25 km/h son de uso libre. Las bicicletas más rápidas, con asistencia hasta 45 km/h, requieren matrícula, seguro y casco.

Para muchos en Georgia, falta otro elemento básico: «Nunca iría en bicicleta porque no sé cómo hacerlo. [Mis padres] nunca me enseñaron», dice Iva. Otro estudiante comenta que, aunque van en bicicleta en su pueblo, no creen que tengan suficiente práctica para circular por las malas calles de la ciudad.

Es probable que el contagio social provoque un cambio dinámico. «No tengo a nadie con quien ir en bicicleta», dice un estudiante. Llevar a un amigo a montar en bicicleta y mostrarle caminos seguros para pedalear puede ser una de las mejores maneras en que los ciclistas de Tiflis pueden ayudar a la gente a cambiar. La Red Ciclista del Cáucaso, grupo de aficionados al ciclismo, organiza regularmente paseos comunitarios, con una popularidad creciente.

En lo que respecta a tomar caminos seguros, las bicicletas electrónicas podrían cambiar las reglas del juego. Hay muchas carreteras secundarias en Tiflis, algunas con baches que las hacen totalmente poco atractivas para cualquiera que vaya en una BMW de asiento bajo. Douglas Morris y otros ciclistas crearon un mapa detallado que muestra estos caminos, disponible aquí [6]. Estos pintorescos callejones podrían contribuir a una mayor afluencia de ciclistas, pero a menudo exigen un poco más de esfuerzo en la subida. Como dice el viejo adagio, «el sudor salva la sangre», y ahora, ese simpático motor de bicicleta electrónica puede encargarse también del sudor.