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El paso de migrantes cubanos por Nicaragua: ¿Una herramienta política?

Categorías: Latinoamérica, Cuba, Nicaragua, Migración e inmigración, Política

Ilustración por Giovana Fleck.

Este artículo fue escrito anónimamente por un@ autor@ en Cuba, usando el nombre ficticio de “Luis Rodriguez”.

Después de la frustrada convocatoria [1] a la marcha cívica para el cambio el 15 de noviembre del 2021 y el exilio de su líder Yúnior García Aguilera [2] pareciera que la antorcha de la rebeldía y la oposición se han apagado en Cuba. El panorama no puede ser peor: la inflación se ha disparado [3], el desabastecimiento y la falta de medicamentos, y alimentos se empeoró [4]. La ineficiencia del gobierno cubano y el bloqueo estadounidense agudizan [5] la crisis humanitaria que vivimos.

En un escenario donde la calidad de vida continúa deteriorándose muchos cubanos han optado por salir del país a cualquier precio. Como en circunstancias anteriores [6], la emigración vuelve a convertirse en una válvula de escape ante la crisis económica y política que atraviesa la nación.

La cifra de personas cubanas migrantes detenidas en la frontera estadounidense [7] duplicó su tamaño entre 2020 y 2021, hasta llegar a picos a finales del año, cuando se detuvo a 8,199 en diciembre [8] 2021. A diario, cientos de cubanos buscan vuelos hacia Managua, Nicaragua.

Más migración, menos protestas

Muchos analistas dentro y fuera de la isla han interpretado [9] el inesperado anuncio [10] del presidente de Nicaragua Daniel Ortega del 22 de noviembre del 2021 de otorgar libre visado a los cubanos que desearan viajar a ese país como un favor político hacia Cuba para disminuir la presión interna que viene enfrentando desde las protestas del 11 de julio del 2021 y de esa manera estimular la salida del país de inconformes que pudieran protagonizar una nueva protesta social. Oficialmente, la medida fue otorgada para [11] «promover el intercambio comercial, el turismo y la relación familiar humanitaria.»

Según [12] la periodista independiente Yoani Sánchez [13], directora de la plataforma 14ymedio, cuyo acceso está bloqueado en la isla:

Con la jugada que acaba de hacer, el régimen cubano se asegura de que Joe Biden tenga muy pronto un quebradero de cabeza y una gran discusión interna debido al aumento considerable en el número de migrantes provenientes de esta Isla. De paso, se libra dentro del territorio nacional de los más inconformes y rebeldes, que podrían protagonizar la próxima explosión social al estilo de la ocurrida el pasado 11 de julio.

Esta estrategia del régimen cubano no resulta novedosa, tanto la crisis del Mariel en 1980 [14] como los balseros en 1994 [15] han servido al régimen como mecanismo de reducir el descontento interno que siempre ha tenido el totalitarismo en Cuba, aunque siempre hayan intentado mostrar al mundo una imagen de lealtad al socialismo.

Esta tesis ha sido defendida por Brian Latell [16], antiguo académico del Instituto de Estudios cubano y cubanoamericanos de la Universidad de Miami, quien expresó en su biografía sobre Fidel Castro [17] que los éxodos migratorios de cubanos hacia EE. UU han sido la estrategia histórica que ha utilizado el régimen cubano para exportar el descontento.

Hasta el 2015, la mayoría de los cubanos que intentaban arribar al territorio de EE. UU se debió a la decisión de Ecuador [18] de no exigir visado a los ciudadanos cubanos y esto como era esperar estimuló una oleada de cubanos que emigraban con el objetivo de llegar a EE.UU. En ese contexto muchos cubanos perdieron la vida y fueron víctimas [19] de grupos criminales que se dedican al tráfico de personas.

En ese contexto Nicaragua había funcionado como una especie de muro de contención para la emigración irregular hacia EE. UU en la región de Centroamérica, a través de la negociación que ejerció [12] Arturo Cruz en el 2008, quien fungía como Embajador de Nicaragua ante EE. UU, con el objetivo de controlar el narcotráfico, el terrorismo y la migración.

En el 2019 comenzó a hacerse notorio los viajes de cubanos [20] a Nicaragua para hacer comercio y comprar productos que en Cuba por la escasez son imposibles de comprar tras la flexibilización del proceso de otorgamientos de visas. Con la decisión que entró en vigor en enero del 2022 cuando se reanudaron los vuelos [21]después de la pandemia, que suele emprender algunas aerolíneas los migrantes cubanos, se ahorrarían alrededor de 1600 kilómetros en su recorrido hasta México.

¿Una estrategia contra los EE.UU?

Algunos analistas, incluyendo a Yoani Sánchez, alegan que detrás de esta decisión se esconde su otro objetivo: utilizar a Nicaragua como trampolín y generarle una nueva crisis migratoria a EE.UU en su frontera con México. Este argumento es apoyado por el senador republicano Marco Rubio [22], quien expresó [23]:

Este verano expresé mi preocupación y advertí que el régimen cubano utilizaría la migración masiva como un arma tras las históricas protestas del 11 de julio. El régimen Ortega-Murillo está ayudando a la dictadura cubana al eliminar los requisitos de visa para instigar la migración masiva hacia nuestra frontera sur.

En el 2017, el entonces presidente Barack Obama puso fin [24] a la política de “pies secos, pies mojados” para los cubanos, que por 20 años dejaba a los cubanos quedarse en EE.UU aunque hubiesen migrado de forma irregular.

Pero para la periodista Yoani Sánchez, “La administración estadounidense puede tomarse el asunto de una forma muy diferente a la que proyecta La Habana, y la escapada de miles de cubanos dejaría también muchos efectos en una sociedad ya envejecida.”

Las consecuencias más esperadas de esta crisis son en el plano social pues aunque el régimen cubano logre disminuir temporalmente la presión interna y las nuevas formas de oposición que viene lidiando provocará un daño demográfico aún mayor a una nación con la población más envejecida [25] de América latina. Son muchos los profesionales y jóvenes que están emigrando en este momento, vendiendo sus casas y propiedades con tal de costearse un viaje sometido a disímiles obstáculos y peligros.

Si el régimen cubano no ve esta este éxodo como la señal más visible del cambio político que necesita Cuba es impostergable, no sólo puede ser su suicidio político, sino la perpetuación de la agonía y el sufrimiento de una nación.