En Azerbaiyán, arrestan a hombre por faltar al respeto a una bandera

El 1 de febrero de 2022, el activista político Fuad Ismayilov, de 36 años, fue condenado a 30 días de detención administrativa tras ser detenido por arriar una bandera turca que ondeaba en el exterior de un restaurante de Bakú, capital de Azerbaiyán. Según un comunicado oficial del Ministerio del Interior, Ismayilov fue detenido por «faltar al respeto a la bandera del Estado de la hermana República de Turquía» y acusado de desobediencia a la Policía, según el artículo 535.1 del Código de Infracciones Administrativas. El activista fue grabado por las cámaras de seguridad cuando cortaba la cuerda que sujetaba la bandera.

Su detención suscitó un debate entre los usuarios azerbaiyanos de Facebook y Twitter sobre el uso y la percepción de los símbolos nacionales, como las banderas.

La activista feminista Narmin Shahmarzade escribió,

Bayrağı "təhqir etdi" adı ilə kimisə həbs etmək, mənə görə, ən mədəni adı ilə quldurluqdur. Heç nə insan həyatından daha…

Posted by Narmin Shahmarzade on Saturday, January 29, 2022

Detener a alguien con el pretexto de haber «insultado» a la bandera es, en mi opinión, un robo. Nada es más valioso que la vida humana. Lo que ustedes santifican como Estado es servir al pueblo. El principal deber del Estado es proteger al ciudadano, su libertad de expresión. ¿Quién determina el símbolo del Estado? En general, ¿por qué se debería respetar el símbolo del Estado? ¿Qué es esta absurda idea? ¿Por qué hay que detener a los ciudadanos que no apoyan la idea de la bandera y expresan esta creencia en la práctica?

Según la legislación nacional, no hay ninguna referencia a un delito por faltar al respeto a los símbolos nacionales de países extranjeros. «El Código Penal de Azerbaiyán contiene normas que solo regulan la conducta hacia la bandera y los atributos estatales de Azerbaiyán», dijo el abogado Fariz Namazli en entrevista con OC Media.

Emin Abbasov, abogado independiente, también tuiteó:

La Policía de Bakú detuvo a un hombre que tiró de la cuerda de la bandera turca y la dejó caer al suelo.
Sin embargo, el Código de Infracciones Administrativas de Azerbaiyán solo establece la responsabilidad por las irregularidades al izar y poner las banderas de Estados extranjeros y de organizaciones internacionales, pero no por el hecho de arriarlas.

En una publicación de Facebook, el abogado independiente Subhan Hasanli abordó la división que el caso del activista creó en la sociedad, y algunos pidieron su castigo inmediato, mientras que otros cuestionan el razonamiento.

First of all, the flag in this country can be considered, a piece of cloth by some, and a sacred symbol by others. We must accept this. In a society, if we live together, we have to think of not only those who think alike, but those who think differently. It would be good if we consider, not to hurt those who think differently, not to disrespect symbols and values they consider sacred. Second, I cannot understand those who keep going on about the importance of the flag this time around. Weren't you applauding when LGBTQ+ symbols and flag were being burned? Or described those acts as freedom of expression? But now, when someone stood against your values you asking for a punishment? We must respect other's values, considered valuable, principled, or sacred. Even when those symbols can be shocking, and annoying.

En primer lugar, la bandera en este país puede ser considerada un trozo de tela por algunos y un símbolo sagrado por otros. Debemos aceptarlo. En una sociedad, si vivimos juntos, tenemos que pensar en quienes piensan igual, sino en quienes piensan diferente. Sería bueno que consideráramos, para no herir a quienes piensan diferente, no faltar al respeto a los símbolos y valores que ellos consideran sagrados. En segundo lugar, no entiendo a quienes siguen hablando de la importancia de la bandera en esta ocasión. ¿No aplaudían cuando se quemaban los símbolos LGBTQ+ y la bandera? ¿O describían esos actos como libertad de expresión? Pero ahora, cuando alguien se puso contra sus valores, ¿piden un castigo? Debemos respetar los valores de los demás, considerados valiosos, de principios o sagrados. Aunque esos símbolos pueden ser chocantes, y molestos.

Pero no se trata solo de tolerancia y respeto. «Los símbolos son poderosos, y las investigaciones psicológicas sugieren que el creciente uso de la bandera nacional podría tener un impacto perjudicial en la cohesión social», escribió Amit Katwala en un artículo de Wired. Citando a Markus Kemmelmeier, psicólogo social de la Universidad de Nevada, Katwala señala: «Las banderas son complicadas. Si se alude a un colectivo y se dice: ‘Esto somos nosotros’, siempre hay alguien que no está incluido».

Kemmelmeier desglosa este argumento en un trabajo de investigación titulado «¿Mostrar patriotismo, pero cosechar nacionalismo? Consecuencias de la exposición a la bandera estadounidense». Él y su coautor, David G. Winter, escriben: «Los símbolos nacionales son fundamentales para cualquier Estado nacional. Dan una representación externa de un colectivo, su historia y sus logros». Los autores argumentan que «la prominencia de la propia identidad nacional compromete el proceso de autoestereotipado», lo que lleva a las personas a comportarse de formas «que consideran normativas o deseables para su identidad nacional». En resumen, los símbolos nacionales probablemente hacen aflorar en los ciudadanos aquello que creen que representa su nación».

En el caso del activista detenido, la bandera en cuestión era la turca. Los dos países se describen mutuamente como poseedores de relaciones fraternales. El apoyo inequívoco a Azerbaiyán por parte de Turquía durante la segunda guerra de Karabaj culminó en el refuerzo de estas relaciones, y en una tendencia a colgar banderas turcas frente a establecimientos de todo el país, como cafeterías, restaurantes, bancos y tiendas. Gran parte de los medios sociales y tradicionales criticaron a Ismayilov por faltar al respeto a la bandera del «país hermano, Turquía».

Este es quizás el primer caso de fuerte reacción pública contra alguien que falta al respeto a una bandera extranjera en Azerbaiyán. El periodista Shemshed Agha investigó los casos anteriores en los que se faltó al respeto a una bandera extranjera y documentó al menos seis ejemplos en los que se faltó al respeto a las banderas de Rusia, Irán, Israel, Estados Unidos, Armenia y Colombia, pero en ningún caso se detuvo a los autores. «Por eso, el Ministerio del Interior no debe remitirse a su hermano, sino a las leyes vigentes, y tomar decisiones en función de las normas», escribió Agha.

Irónicamente, Ismayilov declaró tras su detención que había cortado la cuerda no porque faltara al respeto a la bandera turca, sino porque consideraba que la bandera se exhibía en lugares inapropiados (cafés, restaurantes), informó el servicio de la BBC en Azerbaiyán.

Mientras tanto, el abogado de Ismayilov, Javad Javadov, dijo al servicio de la BBC en Azerbaiyán que apelarán la decisión.

En términos más generales, como señala Moisés Naim en este artículo de opinión para The Washington Post, «las banderas y el nacionalismo van de la mano, y estamos viviendo tiempos de nacionalismo exacerbado. Seguramente necesitamos una comprensión más profunda de la dinámica del nacionalismo y del poderoso atractivo de los símbolos políticos». Solo se puede añadir la necesidad de relaciones selectivas que algunos países pueden tener con otros, especialmente los que se perciben como «fraternales».

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