Amantes del carnaval de Trinidad y Tobago solo tendrán un «sabor» de la fiesta este año, pero ¿acaso lo quieren?

Fotograma de un Blue Devil, personaje tradicional del Carnaval de Trinidad y Tobago, de la serie de Carnaval «This is Home» de NGC. Imagen de Walt Lovelace, usada con autorización.

Si estos fueran tiempos «normales», la mundialmente famosa temporada de Carnaval de Trinidad y Tobago ya habría empezado, con las fetas y los conciertos de soca atrayendo a grandes multitudes, y las primeras rondas de los concursos de tambor metálico y de disfraces en pleno apogeo, todo lo que conduce al desfile callejero de dos días, el lunes y el martes anteriores al Miércoles de Ceniza, que este año cae el 2 de marzo. Pero son tiempos de pandemia y, el festival de 2021 se canceló y los creativos sintieron las consecuencias, así que el Gobierno ideó una manera de hacer una versión del Carnaval para 2022.

Se trata de «Sabor a Carnaval«, un intento de permitir que todos los sectores del panorama del Carnaval celebren eventos en tres «zonas seguras» designadas. Estos tres lugares que cumplen con el protocolo COVID-19 -el Queen's Park Savannah, la meca tradicional de la fiesta local, y el Queen's Hall, ambos en la capital, Puerto España; así como el Naparima Bowl, espacio de arte escénico en el sur de Trinidad- solo serán accesibles para espectadores y artistas totalmente vacunados.

A diferencia del reciente Carnaval de Miami, el enfoque implica el uso de grupos, por lo que las personas estarán físicamente distanciadas unas de otras dentro de sus propias burbujas sociales mientras frecuentan cualquiera de los eventos con tarjeta. En particular, no se ofrecen las entrañables celebraciones del J'ouvert, que anunciaron el inicio de la fiesta callejera, ni el Desfile de Bandas, pero sí otros eventos programados para el 4 de febrero.

La reacción del público a la noticia fue variada. No solo Trinidad y Tobago está inmersa en la propagación comunitaria de la variante ómicron, con nuevos casos positivos diarios que rondan los 600 y una estimación del 49,5 % de la población totalmente vacunada, sino que la idea de que el Gobierno dedique lo que en un principio se dijo que eran algo más de 30 millones de dólares trinitenses (algo menos de 4,5 millones de dólares estadounidenses) a una versión no probada y reducida del festival parecía una economía veleidosa para algunos activistas culturales.

A raíz de algunas críticas, el presupuesto se ha reducido a 20 millones de dólares trinitenses (algo menos de tres millones de dólares estadounidenses), y la mayor parte se asignó a tres actores clave: Pan Trinbago, Trinbago Unified Calypsonians Organisation (TUCO) y Trinidad and Tobago Carnival Bands Association.

Una medida que no ha sentado bien al usuario de Facebook Nigel A. Campbell, que declaró:

[S]lashing the budget for ‘A Taste of Carnival’ does not make the event better, and worse does not make the public outcry go away. Pods build without confirmation of an expenditure budget. Why Gypsy [calypsonian Winston «Gypsy» Peters, chair of the National Carnival Commission] still have a job? Why NCC still spending government money? Why it so late in execution and marketing? A $15M ‘signal that the entertainment sector is reopening’ is one way of spending the People's money. The sector response is muted as high demand talent has left these shore to explore the markets overseas: foreign exchange, jobs, and audiences. A plan that began too late is now reduced to thing to show that ‘we care.’ Not good enough.

El presupuesto de «Sabor a Carnaval» no hace que el evento sea mejor, y lo que es peor, no hace que desaparezca el clamor del público. Los grupos se arman sin la confirmación de un presupuesto de gastos. ¿Por qué Gypsy [el calipsista Winston «Gypsy» Peters, presidente de la Comisión Nacional del Carnaval] sigue teniendo trabajo? ¿Por qué la Comisión Nacional del Carnaval sigue gastando dinero del Gobierno? ¿Por qué se retrasa tanto en ejecutar y comercializar? Una «señal de reapertura del sector del entretenimiento» de 15 millones de dólares es una forma de gastar el dinero del pueblo. La respuesta del sector es tibia, ya que los talentos de gran demanda han abandonado estas costas para explorar los mercados de ultramar: divisas, puestos de trabajo y audiencias. Un plan que empezó demasiado tarde se reduce ahora a algo para demostrar que ‘nos importa’. No es suficiente.

En Facebook, Rubadiri Victor señlaló:

How this money is to be allocated should be underpinned by international Best Practice understandings of the role of government money and the role of practitioners.

La forma de asignar este dinero debe basarse en la comprensión de las mejores prácticas internacionales sobre el papel del dinero del Gobierno y el papel de los profesionales.

Algunas de las medidas que sugirió son una financiación de subvenciones por méritos y evaluación de pares, el respeto al proceso artístico y el apoyo del sector empresarial.

En Twitter, el fotógrafo David Wears publicó una declaración del patrimonio del fallecido diseñador de Carnaval, Wayne Berkeley:

3 de febrero de 2022
El patrimonio y la familia del difunto Kenneth Wayne Berkeley desean afirmar nuestra posición sobre la decisión del Gobierno de celebrar un «Sabor a Carnaval».
Nosotros, la familia de Wayne, estamos en total desacuerdo con la decisión de organizar actividades de Carnaval en un momento tan peligroso. Creemos que los recursos usados para esta serie de eventos se pueden destinar a un mejor uso, como la asistencia sanitaria y el pago de salarios a los más necesitados durante la pandemia.
Además, pensamos que es irresponsable animar al público a congregarse, dada la creciente tasa del virus COVID-19 y la indecisión de nuestra nación por las vacunas.
Además, el corto periodo que se da a los interesados para prepararse es insultante para el sector. Los trajes y las actuaciones tardan meses en prepararse y elaborarse.
Wayne sigue siendo el poseedor de 10 títulos de Banda del Año y debemos hacer nuestra parte para asegurar la mejor preservación de nuestra cultura.
Cletus Berkeley
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Los herederos de Wayne Berkeley ha hablado en el programa Taste Of Carnival de la Comisión Nacional del Carnaval de Trinidad y Tobago.

Los usuarios de las redes sociales también plantearon su preocupación por la transparencia, la conveniencia de dar prioridad a un acto de esta naturaleza dadas las actuales necesidades económicas y sanitarias de los ciudadanos, y el hecho de que la mayoría de los niños en edad escolar del país no reciben clases presenciales desde marzo de 2020.

El fotógrafo Abigail Hadeed preguntó:

33 Million allocated for carnival and some goat pens [referring to the pods] and we cannot use this money to get children back to school! Really?

Son 33 millones asignados para el carnaval y algunos corrales de cabras [refiriéndose a los grupos] ¡y no podemos usar este dinero para que los niños vuelvan a la escuela! ¿De verdad?

Allan Karim bromeó:

Over the past two years, 50,000 children went without education because they couldn't afford a laptop…$35 million in laptops could have given them a Taste of Education.

En los últimos dos años, 50 000 niños se quedaron sin educación porque no podían permitirse un computador portátil… 35 millones de dólares en computadores portátiles podrían haberles dado el gusto de la educación.

En una publicación posterior en Facebook, Rubadiri Victor respondió:

I loathe whenever a Creative Sector ‘spend’ is revealed and the first national outcry is ‘dey [They] shoulda spend dat money on Education! Or Health.’ The fact remains that Arts has the historic lowest government subvention [….] stack up that advantage over the years!

Detesto cada vez que se revela un «gasto» del sector creativo y la primera protesta nacional es «¡deberían gastar ese dinero en educación! O en salud». El hecho es que las artes tienen la subvención gubernamental más baja de la historia [….], ¡y que se ha acumulado esa ventaja a lo largo de los años!

En el otro extremo, algunos sectores –entre los que se encuentran las sedes elegidas y algunos entusiastas del Carnaval– acogieron con agrado la iniciativa, como dijo Andy A. Neils:

The hard hit Entertainment sector in Trinidad and Tobago can breathe a sigh of relief as some events can happen in 2022, with proper health and safety protocols in place.

El castigado sector del entretenimiento de Trinidad y Tobago puede respirar aliviado, ya que algunos eventos podrán celebrarse en 2022, con los debidos protocolos de salud y seguridad.

Aunque el presidente del Comisión Nacional del Carnaval, Winston «Gypsy» Peters, sostiene que «por ahora, y en un futuro previsible, no tendremos nuestro Carnaval ‘normal'», las próximas semanas dirán si el «Sabor del Carnaval» se saboreará, o dejará un mal sabor de boca.

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