Africanos en Ucrania: «Somos estudiantes, no tenemos armas»

Apartamentos en Kiev (Calle Oleksandr Koshyts) tras bombardeo durante la invasión rusa de Ucrania. Imagen de Wikimedia de la Municipalidad de Kiev, 26 de febrero de 2022 (CC BY 4.0).

Cuando Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero, miles de ciudadanos huyeron de sus hogares en busca de espacios más seguros al otro lado de las fronteras del país de Europa del Este; los vuelos civiles que conectaban Ucrania con el resto del mundo fueron cancelados, y las personas tuvieron que desplazarse por tierra en trenes, autobuses y autos. Entre los civiles que huyen se encuentra la comunidad de africanos, que enfrenta los retos de la falta de apoyo oficial de su país, y a la discriminación racial sobre el terreno en Ucrania y en los pasos fronterizos.

La valentía y la resiliencia de los ucranianos en la defensa de su nación ha sido muy celebrada en las redes sociales, como la de los soldados ucranianos que mandaron al buque de guerra ruso a “que se jodan“, la ucraniana que ofrecía a los soldados rusos semillas de girasol, para que “los girasoles crecieran al morir”, o la del presidente ucraniano que rechazó la oferta de evacuación de Estados Unidos.

Sin embargo, esto dista mucho de ser una imagen completa de la situación en Ucrania. Los estudiantes africanos que se expresan en las redes sociales hablan de una experiencia más compleja con la discriminación.

Hay 16 000 estudiantes africanos en Ucrania

Ucrania, con más de 240 universidades y más de 76 500 estudiantes internacionales, es un destino popular para los estudiantes de países en desarrollo, como India y los países africanos. Myroslava Hladchenko, investigadora de la Universidad Nicolás Copérnico de Polonia, explica que un título de una universidad de Ucrania está bien reconocido para seguir estudiando, mientras que el proceso de admisión es menos estricto, y las tasas y el costo de vida son más bajos que en otros países europeos.

En Ucrania hay 16 000 estudiantes africanos. Entre ellos, los estudiantes marroquíes forman el grupo más numeroso con 8000 estudiantes, seguidos por los nigerianos (4000) y egipcios (3500), informó Deutsche Welle. Mientras que Egipto y Marruecos advirtieron a sus estudiantes que abandonaran Ucrania antes de la invasión, se dejó que los de otras nacionalidades africanas se organizaran por su cuenta para salir.

Según World University News, Study in Ukraine, la fuente de información oficial del Gobierno ucraniano para los estudiantes internacionales, les aconsejó el 24 de febrero que siguieran las noticias, se mantuvieran en contacto con sus universidades y dieran prioridad a la seguridad.

El 26 de febrero, el periódico keniuano The East African informó de las reacciones de los países de África Oriental, tanto Uganda como Tanzania, que animaban a los estudiantes a “seguir las indicaciones de las autoridades locales y a controlar la situación en los canales de noticias”. Un comunicado (sin fecha) de las embajadas de Tanzania en Estocolmo y Berlín circuló por las redes sociales el 28 de febrero con un contacto de WhatsApp para que los estudiantes tanzanos que necesitaran ayuda se comunicaran.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Nigeria anunció el 24 de febrero que había planes para evacuar a los estudiantes nigerianos el mismo día que Ucrania cerró su espacio aéreo. Sin embargo, el 26 de febrero, la embajada de Nigeria en Polonia tuiteó que un diplomático estaría esperando a los estudiantes nigerianos que cruzaran de Ucrania a Polonia.

El 26 de febrero, el Gobierno de Sierra Leone declaró, según un tuit del periódico local NewsWatch, que los 97 estudiantes sierraleoneses en Ucrania estaban a salvo y se habían contabilizado. El Gobierno del país de África Occidental también pidió a las vecinas naciones europeas, como Hungría, que acogieran a los estudiantes si conseguían cruzar las fronteras.

Movilización de ayuda informal

Sin embargo, en una crisis en la que todo el mundo huye a espacios más seguro más allá de las fronteras, las autoridades locales trabajan bajo presión, y la situación sobre el terreno se vuelve compleja. A falta de directrices oficiales concretas por parte de Gobiernos y embajadas africanas sobre cómo evacuar por seguridad, las personas acudieron a las redes sociales para organizarse y autoinformarse.

En Twitter, WhatsApp, Telegram y en grupos específicos de su ciudad de residencia en Ucrania, u otros grupos en línea que apoyan a las personas que huyen de Ucrania, como Host a Sister (Acoge a una hermana), Africans in and outside Ukraine (Africanos dentro y fuera de Ucrania), comenzaron a contactar a personas necesitadas de ayuda con quienes estén en condiciones de prestar ayuda. Por ejemplo, Koko, estudiante zimbabuense en Dnipro (Ucrania), organizó una iniciativa desde sus plataformas de redes sociales. Pidió recursos para los estudiantes africanos necesitados, formó grupos de WhatsApp, difundió una plantilla para escribir a la embajada e información útil en tiempo de crisis.

Se aconsejó a los africanos que viajaran en grupo a la frontera. Muchos informaron de problemas de acceso a dinero en efectivo, opciones de transporte y aumento de los precios de los viajes. La ausencia de una comunicación clara de los países de origen puede dificultar las cuestiones migratorias al cruzar las fronteras.

Está claro que la situación en el terreno se ha complicado aún más para los estudiantes africanos, que han denunciado experiencias de discriminación racial.

En este tuit, se muestra un video en el que se ve cómo funcionarios ucranianos impiden a los africanos entrar a un tren con destino a la frontera. Otro tuit, en el mismo hilo de Twitter anterior, afirma que “ Los africanos se quedan tirados en la estación de tren después de que se les impidió subir a un tren a un lugar seguro (Polonia) y sin embargo han estado de pie con los ucranianos. Racismo. Ucrania”.

Desde el perfil de Instagram de Bernice Fernande, seguimos el viaje de 24 horas de su amiga tanzana Nenyo de Kharkiv a Lviv, donde se alojan para pasar la noche en una iglesia antes de planear el cruce a Polonia.

Los estudiantes zimbabuenses contaron sus experiencias con la «segregación y el racismo» durante los controles fronterizos de Rumanía. En la frontera con Polonia, un estudiante nigeriano denunció que “los guardias fronterizas paran a los negros y los mandan al final de la cola, diciendo que tienen que dejar pasar primero a los «ucranianos».

El nigeriano Nze tuiteó desde la frontera con Polonia:

Caminamos más de medio día hasta la frontera y todavía nos tratan como basura. En cuanto los medios se marcharon, empezaron a empujar a los africanos para que volviéramos, incluso cuando se formó una cola como si fuéramos plagas de las que hay que deshacerse.

“Somos estudiantes. No tenemos armas”, gritó repetidamente este grupo de estudiantes africanos en un puesto de control fronterizo con Polonia, con las manos en alto. No están armados, llevan teléfonos móviles.

Las denuncias de esos estudiantes sobre su calvario en Ucrania han sido confirmadas por los medios.

The Globe and Mail e Irish Times han dado seguimiento a las denuncias en las redes sociales y han entrevistado a africanos que sufren discriminación racial. Clayton Monyela, jefe de la diplomacia pública sudafricana, confirma el trato discriminatorio que reciben los africanos en las fronteras de Polonia y Hungría.

Así como es reprochable la invasión rusa de Ucrania, también lo es la discriminación racial hacia estudiantes africanos y otros. El tuit satírico del novelista nigeriano Elnathan John capta adecuadamente la verdad conflictiva de esta triste realidad: “Sin embargo, respeto el racismo. Si incluso en una guerra se tiene la energía de separar por motivos de raza, respeto ese nivel de compromiso. Es el nivel de ética de trabajo al que aspiro. Bendito sea”.


Para más información sobre este tema, consulte nuestra cobertura especial Rusia invade Ucrania.

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