Turquía se muestra prudente en la guerra entre Ucrania y Rusia

Presidente de Ucraina Volodymyr Zelensky y el presidente de Turquía Recep Tayyip Erdoğan en Kiev, febrero de 2020, vía Wikimedia Commons (CC BY 4.0),

Desde fines de febrero, naciones y empresas de todo el mundo han anunciado importantes sanciones, económicas y políticas, contra Rusia, dirigida a los sectores de finanzas, energía, transporte, tecnología y visados. Numerosos bancos rusos han sido retirados del sistema de mensajería SWIFT. Los activos del Banco Central de Rusia han sido congelados, medida sin precedentes según Faisal Islam, editor de economía de la BBC. El presidente de Rusia, el ministro de Asuntos Exteriores, el círculo íntimo de Putin, y miembros de alto nivel de la élite rusa también han sido objeto de medidas.

Alemania decidió enviar armas a Ucrania, en lo que algunos llaman una decisión política histórica. Mientras tanto, la mayor parte de Europa y Canadá cerraron su espacio aéreo a las líneas aéreas rusas. Si bien Estados Unidos, Reino Unido, Europa y Canadá se han aliado para pedir sanciones contra Rusia, el Gobierno turco, que desde hace tiempo ha intentado actuar como mediator en la crisis ruso-ucraniana, y como miembro de la OTAN, está procediendo con cautela. Sin embargo, la nación cambió su posición política el domingo 27 de febrero, cuando el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Mevlüt Çavuşoğlu, afirmó que Ankara estaba “dispuesta a aplicar un pacto internacional que podría prohibir el paso a buques de guerra rusos y ucranianos por el estrecho que conecta el mar Negro con el sur”.

Hasta los últimos días de febrero, Turquía estaba dispuesta a preservar su neutralidad entre sus aliados de la OTAN y Rusia. El Ministerio de Asuntos Exteriores emitió un comunicado el 22 de febrero, que calificaba el reconocimiento de las llamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk por parte de Moscú como “una clara violación de la unidad política, la soberanía y la integridad territorial de Ucrania”.

“En el cuarto día de guerra, repetimos el llamado del presidente [Recep Tayyip] Erdogan para el cese inmediato de los ataques rusos y el inicio de negociaciones de alto al fuego”, dijo el portavoz presidencial Ibrahim Kalın en Twitter. Kalın añadió que Turquía está a lado de los ucranianos y seguirá esforzándose por poner fin a esta “guerra injusta e ilegal”.

El comunicado se dio un día después de que el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy agradeció a su homólogo turco y al pueblo de Turquía la prohibición del paso de buques de guerra rusos por el mar Negro en un tuit.

Agradezco a mi amigo el señor presidente de Turquía 🇹🇷 Erdogan y al pueblo de Turquía 🇹🇷 por su fuerte apoyo. La prohibición del paso de buques de guerra rusos 🇷🇺 por el mar Negro y un significativo apoyo militar y humanitario para Ucrania  🇺🇦 son extremadamente importantes hoy en día. ¡El pueblo ucraniano  🇺🇦 nunca lo olvidará!

Según la plataforma de noticias en línea Middle East Eye, los funcionarios turcos negaron haber hecho tal promesa.

Ucrania pidió a Turquía que cerrara su estrecho a los buques de guerra rusos cuando Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero. “Pedimos que se cierre el espacio aéreo, los estrechos del Bósforo y el los Dardanelos. Hemos transmitido a la parte turca nuestra demanda pertinente. Al mismo tiempo, queremos que se impongan sanciones a la parte rusa.” dijo el embajador ucraniano Vasyl Bodnar en una rueda de prensa.

El 25 de febrero, el ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlüt Çavuşoğlu, dijo que Turquía no podía impedir que los buques de guerra rusos accedan al mar Negro a través de sus estrechos, ya que no es legalmente compatible con la Convención de Montreaux de 1936, que regula los estrechos de Dardanelos y el Bósforo.

Hablando desde Kazajistán el 25 de febrero, Çavuşoğlu dijo que Turquía estaba examinando las peticiones de Kiev, pero que, basándose en la Convención, Rusia tenía derecho a devolver los barcos a su base de origen, en este caso, el mar Negro. Por lo tanto, si Turquía decidiera aceptar las peticiones de Ucrania y cerrar los estrechos a los buques rusos, dijo, solo se les impediría viajar fuera de su base de origen hacia el Mediterráneo.

Además de conceder a Turquía plena soberanía sobre ambos estrechos y garantizar el paso de buques civiles en tiempos de paz, en virtud de la Convención de Montreux de 1936, Ankara tiene el control de los estrechos y puede limitar los despliegues militares en el mar Negro en casos de guerra o si se siente amenazada.

En su entrevista con la radiodifusora local NTV del 25 de febrero, Çavuşoğlu dijo que para invocar la Convención de Montraux, la invasión rusa primero debe ser definida legalmente como guerra. “Algunos dicen que [la escalada en Ucrania] es una «invasión total, un ataque». [El secretario general de la OTAN, Jens] Stoltenberg dijo en una parte de su discurso ‘invasión total, ataque’ y luego utilizó el término ‘guerra’, pero legalmente, por supuesto, esto necesita definirse”, dijo Çavuşoğlu.

Sin embargo, la retórica de Ankara cambió después de Moscú atacó Ucrania en su litoral sur utilizando los estrechos de Turquía. “Ahora no se trata solo de algunos ataques aéreos, la situación en Ucrania es oficialmente una guerra. Aplicaremos la Convención de Montreaux”, dijo Çavuşoğlu en una entrevista con la radiodifusora CNN Turk el domingo 27 de febrero.

No obstante, Çavuşoğlu añadió que Turquía no podía bloquear el acceso de todos los buques de guerra rusos al mar Negro debido a una cláusula del pacto que exime a quienes regresan a su base de origen. “No debería haber ningún abuso de esta exoneración. Los buques que declaran regresar a sus bases y pasar por el estrecho no deberían participar en la guerra”, dijo.

Todavía no está claro hasta qué punto Ankara aplicará esa convención. A la luz de las turbulencias económicas internas, perjudicar las relaciones con Moscú puede tener más consecuencias. Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, la lira turca cayó más del 5 % frente al dólar, la mayor caída desde la crisis monetaria que afectó a Turquía en diciembre de 2020.

Según Timothy Ash, economista especializado en Ucrania y Rusia, Erdogan convocó una cumbre de seguridad de altos funcionarios en Ankara para debatir la crisis del 24 de febrero y está tratando de equilibrar las relaciones con Occidente y Rusia. Turquía ha establecido fuertes vínculos con Rusia en los últimos cinco años, e incluso adquirió misiles de defensa aérea S-400 a Moscú. Afirmó que la crisis puede obligar a Erdogan a realinearse con Occidente.

“Si Putin ataca a gran escala, Erdogan tendrá que alinearse con Occidente/Ucrania, y eso significa problemas con Putin en materia de energía, turismo, comercio y Siria”, añadió.

El volumen anual del comercio extranjero de Turquía con Rusia es de 34 700 millones de dólares, según el Instituto Turco de Estadística (TurkStat). Además, Rusia es uno de los principales socios de importación y exportación de Turquía. En 2021, Rusia representó el 19 % de visitantes extranjeros a Turquía, y el país aspira a obtener 34 500 millones de dólares en ingresos por turismo este año, a medida que el sector vuelve a los niveles anteriores a la pandemia.

Hasta ahora, Turquía ha enviado ayuda humanitaria a Ucrania, mientras sus drones Bayraktar han jugado un papel importante en la defensa contra las tropas rusas, según el embajador ucraniano en Ankara, Vasyl Bodnar.

Aun así, los riesgos son elevados, y algunos advierten que Ankara debe tener cuidado en cómo decida avanzar. Según el exembajador Uluç Özülker: “Un ambiente de conflicto o de tensión en la región es un desastre para Turquía”. Con Turquía atrapada entre Rusia y Ucrania, no será posible que Ankara cumpla con las sanciones económicas preparadas por Occidente, añadió Özülker.

Turquía se abstuvo en la votación del Consejo Europeo para suspender a Rusia del organismo el 26 de febrero.

Turquía lleva mucho tiempo intentando cultivar lazos positivos tanto con Rusia como con Ucrania. A principio de febrero de 2022, el presidente Erdogan dijo que Turquía estaba “dispuesta a hacer todo lo necesario” para evitar una guerra. Este enfoque cauteloso puede no ser idealista, “sin embargo es racional”, escribió Howard Eissenstat, profesor adjunto de Historia de la Universidad de St. Lawrence, y observador de Turquía, en un artículo de opinión. “En la crisis actual, la política de Turquía está teñida por sus ambiciones a largo plazo, por su su actual ofensiva de encanto frente a sus aliados occidentales, por sus fuertes lazos económicos con Rusia y Ucrania, por sus propias tribulaciones económicas, y por la comprensión de que una ofensiva demasiado grande contra Rusia o sus aliados de la OTAN podría tener costes devastadores. La política de Ankara respecto a Ucrania tiene como objetivo enhebrar esos intereses contrapuestos. No es, quizás, terriblemente idealista. Pero es racional..

Tras la reunión de gabinete del 28 de febrero, el presidente Erdogan reiteró el compromiso de Turquía con sus aliados, pero afirmó que los intereses regionales del país son igual de importantes, en concreto sus relaciones con Rusia y Ucrania. “Turquía no hará concesiones en sus compromisos con las alianzas, pero no dará la espalda a Ucrania ni a Rusia”, dijo Erdogan. El espacio aéreo del país sigue abierto a las compañías aéreas rusas y, hasta ahora, el país se ha abstenido de sumarse a la extensa lista de sanciones impuestas por Estados Unidos, Reino Unido, Canadá y Europa”.


Para más información sobre este tema, consulte nuestra cobertura especial Rusia invade Ucrania.

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