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Nepalíes huyen de Ucrania ante avance de rusos

Categorías: Asia del Sur, Nepal, Derechos humanos, Guerra y conflicto, Medios ciudadanos, Política, Relaciones internacionales, Respuesta humanitaria, Rusia invade Ucrania
Collage of screenshots from videos by Ishwor Devkota. Image via Nepali Times. Used with permission. [1]

Nepalíes en Ucrania. Capturas de pantalla de videos de Ishwor Devkota [1]. Imagen vía Nepali Times. Utilizada con autorización.

Este artículo se publicó [1] por primera vez en Nepali Times. Se reproduce una versión editada en Global Voices en virtud de un acuerdo de compartir de contenidos. Se han cambiado los nombres para mantener el anonimato.

Cuando Govinda terminó su turno en una empresa de mensajería y regresó a su albergue en Kiev el 24 de febrero de 2022, encontró en su teléfono muchas llamadas y mensajes de familiares y amigos en Nepal. Sabía que las cosas estaban empeorando ya que Rusia ocupaba partes de Ucrania, pero estaba tan ocupado que no se dio cuenta de que había estallado una guerra a gran escala [2].

«Mi familia en Nepal se había enterado de lo que ocurría antes que yo», nos dijo por teléfono.

Al principio, como muchos de los 4000 nepalíes en Ucrania, Govinda y sus amigos decidieron esperar. Sin embargo, cuando las sirenas antiaéreas empezaron a sonar cerca de su albergue, cerca del aeropuerto Sikorsky de Kiev, supieron que era el momento de salir.

«Oímos que las fronteras estaban abiertas, así que corrimos para salvar nuestras vidas», recuerda Govinda, pero no sabían lo que les esperaba allí.

Salieron de Kiev en un tren abarrotado a las 19:00 horas, llegaron a Lviv, tomaron un autobús y luego un taxi que los dejó a 25 km de la frontera debido a un atasco. Caminaron durante siete horas en medio de un frío glacial, para llegar a la frontera recién a las 6 de la tarde. No pudieron arrastrar sus maletas y las dejaron en el camino.

En un calvario que se ha repetido muchos miles de veces en esta crisis, Govinda y otros nepalíes tuvieron que esperar otras 24 horas en el frío insoportable para que les llegara su turno de cruzar la frontera.

Los ucranianos tenían un sistema que permitía primero mujeres, niños y ancianos. Luego les tocó el turno a los europeos y otros extranjeros, y recién entonces a los estudiantes y trabajadores africanos y asiáticos.

«Experimentamos bastante racismo», dice Govinda. «Todos estaban cansados, con hambre, irritables, desesperados por salir. Sin embargo, fuimos bastante afortunados, para otros ha sido mucho peor. Me he encariñado mucho con Ucrania, y me siento realmente mal por lo que está pasando la gente allí».

Al control fronterizo de Przemyśl [3], en el lado polaco, Inmigración no permitía la entrada de personas sin visado en Polonia. Pero a medida que crecía la multitud, cedieron y concedieron sellos de entrada de un mes.

«Polonia nos pareció cálida y acogedora, nos dieron comida y transporte a la capital»,, dijo Govinda

En el momento en que Govinda y otros nepalíes estuvieron atrapados en la frontera, Ishwor Devkota, de la Asociación de Nepalíes No Residentes (NRNA en inglés), recibió una llamada de nepalíes varados y condujo siete horas hasta el puesto de control de Przemyśl. Era un caos absoluto, y todos los intentos de convencer a los guardias polacos para que sacaran a los nepalíes fueron en vano.

«No podíamos hacer nada en ese momento, así que regresamos con las manos vacías»; dijo Devkota, que dirige el restaurante Namaste Nepali en Breslavia.

En los cinco días transcurridos, más de 200 nepalíes que consiguieron huir de Ucrania han llegado a Varsovia, donde la NRNA se ocupa de ellos. Hay muchas mujeres.

«Alquílanos un albergue y utilizamos donaciones para cuidar de los compatriotas nepalíes, pero esta guerra podría prolongarse, y necesitamos una estrategia a más largo plazo», nos dijo por teléfono, e instó al Gobierno de Katmandú a intervenir.

Se dice que el embajador de Nepal en Berlín, Ram Kaji Khadka [4], está de camino a la frontera ucraniana para ver si puede sacar a los nepalíes que siguen atrapados al otro lado. Mientras los refugiados varados se quedan sin comida y dinero, algunos nepalíes que siguen en el lado ucraniano han llamado para decir que temen los ataquen.

Una docena de nepalíes han conseguido llegar Eslovaquia. Jaya Prasad Siwakoti, miembro del Comité de Rescate de NRNA en Europa, ha cerrado su restaurante en Bratislava para alimentarlos y alojarlos. Más de 70 nepalíes también han cruzado la frontera con Rumanía [5].

Dentro de Ucrania, los nepalíes que quedan hablan del temor a un ataque ruso a gran escala en las ciudades. Muchos son estudiantes, otros son trabajadores como Govinda.

«Conseguí salir a salvo, pero el futuro es muy incierto para mí», dijo Govinda a Nepali Times por teléfono. «No veo que volver a Nepal sea una opción inmediata. Además, la embajada dijo que teníamos que comprar nuestros propios billetes de vuelta. Veremos si podemos trabajar mientras esperamos aquí».

Govinda pagó 800 000 rupias nepalíes (unos 6600 dólares) a un agente para que lo llevara en Europa, y fue a Ucrania. «Nunca había oído hablar de Ucrania, y no parecía tan mala cuando la busqué en Google. Europa era Europa y era lo que más me importaba», recuerda.

Entró en Ucrania con un visado de estudiante para asistir a clases de idiomas, pero eso no era más que una excusa para entrar en el país. Abandonó las clases de idiomas y empezó a trabajar en un restaurante de shawarma [6], y luego tarde se cambió a una empresa de mensajería que le pagaba 500 dólares al mes.

Prakash es otro nepalí que también llegó a Varsovia, y dice que por el momento solo está contento de haber escapado de la zona de guerra en Ucrania. «Ahora nos tomamos un día a la vez, e intentamos calibrar la situación y trabajar si nos lo permiten».

Prakash primero trabajó en Malasia [7] y, con sus ahorros, pagó 1.4 millones de tupíes nepalíes (unos 11 500 dólares) a un reclutador para que lo llevara a Europa, pero cuando llegó a Ucrania, descubrió que Europa Occidental estaba fuera de su alcance. Ganaba 800 dólares al mes y seguía pagando sus préstamos.

Y añade: «Aunque vuelva a Nepal, tendré que volver a emigrar para ganar dinero para pagar».

Para más información sobre este tema, consulte nuestra cobertura especial Rusia invade Ucrania [8].