Francia Márquez: La lideresa afrocolombiana que quiere ser presidenta

Francia Márquez. Foto de Darwin Torres. Usada con permiso.

El nombre de Francia Márquez Mina empezó a ser reconocido en el año de 2018 luego de que se le otorgara el premio Goldman para el medioambiente por su trabajo protestando la minería ilegal en su comunidad. Hoy, es precandidata a la presidencia de Colombia.

Sus planteamientos contra el racismo, el patriarcado, la corrupción y el extractivismo en Colombia la colocan como un símbolo de resistencia capaz de representar a millones de personas que han sido golpeadas por el despojo, la corrupción y la violencia en ese país. 

La filosofía política de Francia se inspira del concepto de ética tradicional sudafricana Ubuntu, palabra en zulú y xhosa que significa «soy porque somos», el lema de la precandidata. Ubuntu marca una filosofía de la comunidad y la interdependencia. “Soy un eslabón de la cadena y la cadena no se rompe aquí,” ha dicho en una convención feminista en 2021.

«Soy porque somos» es el logo y lema de Francia Marquez. Foto: Wikimedia commons (CC BY-SA 4.0)

El centro de su planteamiento es de construir desde las bases y de manera colectiva, incorporando a todos los sectores históricamente excluidos. Las mujeres, los pueblos indígenas, los pueblos afrodescendientes y las comunidades LGBTQ+ han sido el foco de sus discursos y de su campaña. Ha recorrido las principales ciudades del país con convocatorias masivas, llenas de colorido, de música y esperanza para quienes ven en Francia Márquez Mina, una mujer con una historia similar a las suyas y proveniente de territorios y procesos sociales afines, y no de las mismas elites colombianas.

El premio Goldman se le otorgó luego de un largo proceso de activismo comunitario que la llevo a organizar a las mujeres del corregimiento La Toma, en las montañas del Cauca, deteniendo la minería ilegal de oro en sus tierras ancestrales en el 2014. Francia Márquez entonces encabezó una marcha de 10 días, 80 mujeres y 350 millas hasta la capital colombiana. El resultado de esta batalla fue la salida de todos los mineros y equipos ilegales del territorio.

En su corto discurso de aceptación del premio, Márquez Mina dejó claro su liderazgo y compromiso con las luchas por el ambiente, su conciencia en la lucha afrodescendiente, y su compromiso con la libertad, la justicia y la verdad:

Soy una mujer afrodescendiente. Crecí en un territorio ancestral que data de 1636. Desde pequeños nos enseñan el valor de la tierra. Sabemos que los territorios en los que construimos nuestra comunidad y recreamos nuestra cultura no son un regalo, pues le costó a nuestros mayores muchos años de trabajo y sufrimiento en las minas y haciendas esclavistas. La crianza en mi comunidad se basa en valores como la solidaridad, el respeto y la honestidad.

Entonces, con 36 años, Francia continuó por el camino de la visibilización y denuncia de una realidad que aqueja no solo a su territorio, sino a muchos otros territorios ancestrales, afrodescendientes e indígenas, exponiendo incluso su vida en un país que de acuerdo con Amnistía Internacional, es “el país más letal para los defensores de derechos humanos.

En Colombia, los pueblos afrodescendientes son parte de los grupos históricamente marginalizados, pues son el resultado del proceso de esclavización de personas africanas y que hoy siguen siendo víctimas de racismo estructural, homicidios y desplazamientos forzados por conflictos armados, narcotráfico y tomas de posesión de sus tierras por empresas de minería y madera.

Hoy es parte de una coalición que ha sido denominada como el Pacto Histórico, el resultado de una alianza conformada por partidos de izquierda y de centroizquierda del país, que tendrá su consulta nacional el 13 de marzo para elegir a su candidato a las elecciones de mayo del 2022. Por el momento, Gustavo Petro, senador y ex alcade de Bogotá, encabeza las encuestas preelectorales.

Márquez Mina, a diferencia de otros precandidatos, no cuenta con una gran experiencia en el ruedo político. Pese a lo anterior, se ha presentado tal cual es: abogada, afrodescendiente, madre, cabeza de familia y lideresa comunitaria que ha pasado la mayor parte de su vida como activista ambiental y defensora de los derechos humanos. Sin embargo, cuando hasta recientemente solamente era reconocida, especialmente,  por las comunidades afrodescendientes y los movimientos ambientalistas, su figura y planteamientos se han hecho exponencialmente más visibles, y la fuerza con la que se presenta ha sido motivo de debate y sorpresa para el país. 

En tiempos de pandemia, y con las limitaciones de aglomeraciones y plazas públicas, la campaña de Márquez Mina ha llenado las redes sociales de mensajes, encuentros, fotos, música, adhesiones de personas y grupos sociales.

 Para muchos colombianos, Márquez Mina, mujer afrocolombiana y precandidata a la presidencia, ya escribió un nuevo capítulo en la historia de Colombia. Esta mujer, quien ha sido amenazada de muerte por su activismo y que ha visto compañeros y compañeras perder la vida por la defensa de la vida, es un referente no solo para mujeres y niñas afrodescendientes como ella, sino para todo el pueblo afro, para que sepan que es posible escribir un futuro diferente. 

En ese sentido, la primera candidata de la historia de Colombia que es una mujer negra cerró la oficialización de su candidatura con lo siguiente: 

Díganle a Colombia que después de 200 años, la nieta de las mujeres que fueron quemadas vivas por parir la libertad y la dignidad para este país, coloca todos sus esfuerzos, todo su amor, todo su compromiso, para hacer de esta Colombia un mejor lugar. Para que nuestros hijos e hijas puedan vivir en dignidad. Soy porque somos y como pueblo no nos rendimos, ¡carajo!

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