Investigación revela sesgo de medios serbios en 2021: Positivos sobre Rusia y China, negativos sobre la Unión Europea y Estados Unidos

Tienda de revistas, Serbia. Foto de Zoran Drekalović/Istinomer, usada con autorización.

Este artículo apareció originalmente en Verdadómetro (Truth-O-Meter), una iniciativa de comprobación de hechos del Centro de Investigación, Transparencia y Responsabilidad (CRTA). A continuación se publica una versión editada como parte de un acuerdo para compartir contenidos con Global Voices.

En el transcurso de 2021, los medios serbios presentaron a Rusia y China principalmente de forma positiva, mientras que la Unión Europea, Estados Unidos y la OTAN salieron normalmente de forma negativa, como muestran los resultados del seguimiento de los medios realizado del Centro de Investigación, Transparencia y Responsabilidad (CRTA) desde diciembre de 2020 hasta noviembre de 2021. Las principales conclusiones del estudio indicaron la presencia de un sesgo y una polarización extrema en la cobertura, liderada por la frecuencia de las televisoras nacionales que tuvieron mayor impacto y alcance de audiencia.

El análisis de un año del CRTA incluyó el contenido de los medios sobre los actores extranjeros (Unión Europea, Estados Unidos, Rusia, China y la OTAN) de los 12 medios más poderosos y con mayor audiencia y lectores en Serbia: TVs: RTS 1, TV Pink, TV Prva y TV Happy; periódicos: Informer, Blic, Kurir, Večernje novosti y los portales de Internet: Blic, Kurir, Novosti y B92. En los últimos 12 meses, el seguimiento registró diferentes tonos en la mención de estas potencias -percepción positiva, negativa o neutra-, y la investigación incluyó toda la cobertura mediática sobre política, Ejército y armamento, sanidad, economía, Kosovo, derechos humanos, cultura y las guerras de desintegración de Yugoslavia.

Estados Unidos ocupó el primer lugar en las noticias de los medios, con 26 853 menciones en el contenido de los medios. En segundo lugar empataron Rusia (19 735) y la Unión Europea (19 555), mientras que por detrás estaban China (8.834) y la OTAN (5075) (Figura 1).

Sin embargo, no solo eran importantes cuántas menciones tenían, sino también cómo eran, qué señales emitían los creadores de opinión pública sobre estas potencias. Si excluimos la cobertura neutra, la OTAN quedó rezagada con un 30 % de cobertura mediática negativa y solo un 3 % de contenido positivo. Aunque era el primero en número de menciones, Estados Unidos era el penúltimo en cuanto a la percepción: solo el 4 % de los contenidos presentaban a Estados Unidos de forma positiva, y el 18 % eran negativos. En la mitad de la tabla figuraba la Unión Europea, con un contenido tres veces más negativo que positivo.

Los dos primeros puestos estaban reservados a los «amigos serbios», que podíamos oír y ver a menudo en los medios. China obtuvo el segundo lugar con una buena proporción de declaraciones positivas (18 %) y negativas (6 %), mientras que el primer puesto fue para la más popular Rusia, con un 25 % de declaraciones positivas frente a un 6 por ciento de negativas (Figura 2).

La fuente de los artículos y reportajes negativos sobre China y Rusia procedía principalmente de medios extranjeros, usados para informar sobre la política exterior. Por ejemplo, cuando el presidente estadounidense Biden o algún representante de la Unión Europea criticaron a Rusia, mientras que tanto los actores extranjeros como los nacionales compartían la producción de contenidos negativos sobre la Unión Europea, Estados Unidos y la OTAN.

¿De qué hablamos?

El tema de la política fue el centro de atención durante 12 meses y las potencias extranjeras se mencionaron sobre todo en el contexto de la política interior, exterior y regional o de la integración de la Unión Europea.

Periódicos serbios, incluidas las revistas de medicina alternativa «Herbolario ruso», «Médico ruso» y «Cura ruso». Foto de Filip Stojanovski (CC-BY 3.0).

El segundo lugar fue inestable, cambiaba entre varios temas. En diciembre de 2020 y principios de 2021, cuando otra ola de COVID-19 sacudió a Serbia y al mundo, la atención sanitaria pasó a un segundo plano. La narrativa principal en este periodo se refería a que la Unión nuropeao cumplía la promesa y entregaba la cantidad garantizada de dosis de vacunas a Serbia y a la región de los Balcanes Occidentales, mientras que, por otro lado, se aseguraban enormes cantidades a través de China trayendo la salvación del coronavirus en ese periodo.

En mayo de 2021, cuando con el ´clima más cálido, la pandemia disminuyó, los temas de salud perdieron su relevancia, por lo que el mundo continuaría su guerra en paz, asegurando armas, haciendo alianzas entre diferentes fuerzas, y los temas del Ejército pasaron a segundo plano, y alcanzaron su punto máximo en agosto durante las crisis de Afganistán y el retiro de las tropas estadounidenses (la presentación de Estados Unidos aquí fue extremadamente negativa).

Hasta octubre de 2021, el Ejército era el segundo tema más representado, y luego la economía lo desplazó. El análisis mostró que los temas relacionados con la energía estaban cuatro veces más presentes en el ámbito de la economía que en septiembre del mismo año.

Por último, los temas relacionados con Kosovo fueron los menos representados, de modo que solo durante los picos de julio, cuando el presidente de Serbia Aleksandar Vučić y el primer ministro de Kosovo Albin Kurti se reunieron en Bruselas, estos temas ocuparon más espacio en los medios, sobre todo en septiembre durante la disputa sobre las matrículas de los vehículos (Figura 3).

En el contexto de estos temas, la presentación de Rusia y China fue más positiva que negativa, mientras que, por el contrario, la Unión Europea y los Estados Unidos fueron predominantemente negativos. El único tema en el que la Unión Europea se presentó de forma más positiva que negativa fue el económico. Se observó que las donaciones de la Unión Europea, la entidad que más apoyo financiero presta a Serbia, fueron reconocidas (Figura 4).

¿Quién quería ser primero?

Aleksandar Vučič, presidente de Serbia, fue el actor político más presente en los medios, con el mayor número de menciones en artículos y reportajes con referencias a potencias extranjeras, mucho más que cualquier otro funcionario del gobierno. Esto supuso una gran diferencia, ya que Vučić estaba al mando de todo, lo que resulta obvio por el hecho de que las palabras del presidente se citaron 4444 veces en los contenidos de los medios analizados con presencia identificada de potencias extranjeras.

Al mismo tiempo, la primera ministra Ana Brnabić ocupó el segundo lugar con 1022 menciones, seguida de Ivica Dačić (739), Nikola Selaković (454), Petar Petković (439), Aleksandar Vulin (362) y otros (Figura 5).

Si no tenemos en cuenta el tono neutro, el presidente de Serbia fue citado mayoritariamente en los noticiarios con menciones positivas a Rusia y China, y en los de tono negativo a las actividades de la Unión Europea y Estados Unidos (Figura 6).

 

¿Cuál fue el mensaje de los medios?

En los medios que hemos analizado, la televisión era el medio de información más potente, por donde los ciudadanos de Serbia recibían predominantemente su información. La televisión representaba el enfoque más radical, con diferencias más contrastadas entre la cobertura positiva y la negativa.

A los telespectadores de la frecuencia nacional se les ofrecía la imagen en blanco y negro de «Occidente malvado» y «Oriente amistoso», y los defensores más ruidosos de esa imagen del mundo eran TV Pink y TV Happy. Los telediarios matutinos representaron un importante generador de estereotipos, ya que los analistas progubernamentales, los periodistas y los miembros de la coalición gobernante ofrecían a la audiencia una visión del mundo extremadamente dicotómica (Figura 7).

Los diarios no se diferenciaban de sus colegas de televisión, más poderosos, y las voces más fuertes procedían de Informer, Večernje novosti y Kurir. Las portadas, reservadas a la promoción del Gobierno y a la continua campaña negativa contra la oposición, representaban un terreno fértil para crear un discurso negativo sobre los países occidentales, designan convenientemente a los opositores como «mercenarios estadounidenses», «agentes de la OTAN», etc. Por supuesto, no solo en las portadas, sino también en otras columnas y páginas, no se perdió la oportunidad de ensalzar a Rusia y China y menospreciar a Estados Unidos, la OTAN y la Unión Europea (Figura 8).

Por último, los portales de internet ofrecieron un enfoque más equilibrado, pero con la tendencia a informar a favor de un bando y en contra del otro (Figura 9).

Dado que las encuestas de opinión pública sobre las actitudes de los ciudadanos hacia los actores extranjeros controlaban dichas correlaciones, se observaba a Rusia y China como amigos de Serbia, la actitud hacia la Unión Europea era ambivalente y poco amistosa hacia Estados Unidos y la OTAN, era obvio que en su cobertura, los medios no solo fomentaban sino que instruían las actitudes de los ciudadanos.

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