Tras la invasión de Ucrania, Rusia declara la guerra a sus ciudadanos

Captura de pantalla de un vídeo del canal de YouTube de CBC Radio Canadá; habitantes de San Petersburgo esperan en una estación de tren llena. Olga, que se va a España, dice: «la situación puede agravarse en cualquier momento. Tengo mucho miedo».

Desde el inicio de la guerra de Rusia en Ucrania, más de 7.000 personas han sido detenidas por manifestaciones contra la guerra en toda Rusia. Mientras cientos de empresas occidentales siguen retirándose del país y Moscú continúa aislada de la economía mundial, los rusos huyen del país.

Más de 40 países han cerrado su espacio aéreo a los aviones rusos, lo que limita las opciones de huida a Asia Central, el Cáucaso y Medio Oriente. Para evitar la disidencia en su propio país, Moscú también ha empezado a perseguir a la oposición a un ritmo sin precedentes, con amenazas de cárcel a medios y periodistas.

Los castigos draconianos y la persecución social hacen que cada vez sea más peligroso hablar contra la narrativa oficial del gobierno. A medida que el Estado se vuelve más vulnerable y abundan los rumores de una inminente ley marcial, el Gobierno ruso ha declarado la guerra a sus propios ciudadanos.

Guerra contra los medios de comunicación

Las plataformas de redes sociales extranjeras fueron las primeras en sufrir las restricciones. El 25 de febrero, Moscú limitó parcialmente el acceso a Facebook. El 5 de marzo, Roskomnadzor, el organismo regulador de la comunicación en Rusia, prohibió totalmente el acceso a Facebook en todo el país. El acceso a Twitter también se ha visto restringido, después de que la red limitara el acceso a Russia Today y Sputnik, los canales de los medios estatales rusos.

Ese mismo día, la Duma Estatal adoptó por unanimidad una resolución que castiga las «noticias falsas» dentro del país. Cualquier persona que difunda información no comunicada oficialmente por el Gobierno sobre el Ejército ruso, la «operación especial» en Ucrania o que reclame sanciones, puede ser castigada con hasta 15 años de cárcel. La Duma dio varios ejemplos de desinformación grave que debe ser castigada, como difundir fotos «trucadas» de equipos militares quemados, informes sobre ataques a civiles y estimaciones de bajas militares rusas.

La ley de noticias falsas llega tras las restricciones impuestas por Rusia en 2019 a las informaciones de los medios que «faltan al respeto al gobierno», aunque el castigo de hace tres años era mucho más leve. Quienes difundían información «poco fiable» sobre funcionarios del Gobierno y alteraban el orden social se exponían a multas de hasta 1,5 millones de rublos (22 900 dólares) y 15 días de cárcel.

En consecuencia, el acceso a los medios extranjeros se ha visto gravemente recortado. A petición de la fiscalía, Roskomnadzor ha «limitado» el acceso a Meduza, la BBC, Deutsche Welle y Radio Free Europe. En consecuencia, Bloomberg, The Guardian y la BBC han suspendido el trabajo de sus periodistas en el país. La asociación internacional de periodistas de investigación OCCRP también ha sido incluida en la lista de «organizaciones indeseables».

La mayoría de los medios críticos de Rusia han sido silenciados. Ekho Moskvy, Znak.com, The Village, Taiga.info, Dozdh, TV 2 de Tomsk y muchos más, han interrumpido su actividad ante la fuerte presión y la amenaza de persecución judicial. Znak alegó como razón para su cierre «el gran número de restricciones que han aparecido recientemente y que afectan al trabajo de los medios en Rusia».

Los que no han cerrado se ven acosados en persona. La mañana del 5 de marzo allanaron las oficinas del periódico Pskovskaya Guberniya y, como resultado, el sitio web de la publicación ha sido bloqueado.

Los medios que todavía no han cerrado se ven obligados a eliminar historias y a informar únicamente de los comunicados oficiales del Estado. Doce publicaciones nacionales han anunciado que dejarán de cubrir la guerra, como The Bell, VPost y The Blueprint. Novaya Gazeta, cuyo editor fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz 2021, ha eliminado la mayoría de los artículos relacionados con la guerra.

Guerra contra el pueblo

Los sondeos estatales informan que la mayoría de los rusos apoyan las «operaciones especiales» en Ucrania. Los resultados señalan que los habitantes de Moscú y San Petersburgo, especialmente los jóvenes, son quienes muestran un apoyo más firme. Teniendo en cuenta la escalada de la represión en todo el país, muchos han puesto en duda la validez de estos sondeos.

El 1 de marzo, dos madres y sus cinco hijos fueron detenidos por depositar flores frente a la embajada de Ucrania en Moscú. Las madres fueron acusadas de incumplir deberes parentales y de violar las normas de un evento público.

Cientos de personas son detenidas diariamente en relación con las protestas contra la guerra o por oposición política. La Policía está registrando y deteniendo a personas en todo el país por cualquier cosa, desde exhibir banderas ucranianas hasta publicar sobre protestas contra la guerra en las redes sociales.

Las autoridades de Moscú han estado documentando todas las publicaciones en las redes sociales relacionadas con Ucrania y utilizando el software de reconocimiento facial «Sphere» para identificar y detener a quienes usan el transporte público. Desde su puesta en marcha el 1 de septiembre de 2020, más de 2788 personas han sido detenidas al subir al metro. Desde el 24 de febrero, la Policía utiliza «Sphere» para detener a moscovitas que hayan expresado públicamente sentimientos antibélicos.

Las autoridades están sometiendo a todos los grupos de la oposición a un control mayor. Los partidarios del líder opositor, Alexander Navalny, están recibiendo advertencias de arresto de la fiscalía en previsión de su organización a gran escala. En la mañana del 6 de marzo, las fuerzas especiales registraron las oficinas de Vladimir Arzhanov y Ekaterina Aleksandrova, colaboradores de los diputados independientes del Ayuntamiento de Novosibirsk.

Las organizaciones de derechos humanos de toda Rusia también están en el punto de mira. Las oficinas de Memorial, organización de derechos humanos más antigua de Rusia que registra los crímenes contra la humanidad perpetrados por la Unión Soviética, fueron allanadas el 4 de marzo. Las autoridades también allanaron las oficinas de Asistencia Cívica, organización de Moscú que asiste a los inmigrantes en Rusia.

Los ministerios también están lanzando una campaña de información en las escuelas rusas. Desde el 1 de marzo, se distribuyeron unas lecciones especiales tituladas «Mi país» para su inmediata difusión en educación secundaria (grados sexto a undécimo del sistema educativo ruso). Los informes de Vkontakte han señalado: «Los estudiantes recibieron información sobre por qué nuestro presidente y el Gobierno se vieron obligados a enviar tropas al territorio de Ucrania, que no se trata de una guerra, sino de una operación especial de mantenimiento de la paz, cuyo objetivo es proteger a la población de las Repúblicas Populares de Donetsk y Luhansk y disuadir a los nacionalistas que amenazan a la población rusa».

El 3 de marzo, el Ministerio de Educación ruso ofreció lecciones de «Defensores de la Paz» para todas las escuelas rusas. Las lecciones forman parte del proyecto federal del Instituto Estatal de Educación, «Educación patriótica de los ciudadanos de la Federación Rusa». El programa, presentado por la cantante Sofia Khomenko, de 12 años, sostiene que ucranianos y rusos son un solo pueblo, que los occidentales han intentado dividir y conquistar Europa del Este, que Estados Unidos ha cometido la mayoría de los crímenes de guerra en los últimos 70 años, que la OTAN ha traicionado a Rusia y que los nazis se han infiltrado completamente en el Gobierno ucraniano.

Los vuelos nacionales al centro y sur de Rusia se suspendieron hasta el 14 de marzo. Los vuelos ya no aterrizan en las ciudades cercanas a la frontera sur de Rusia: las ciudades de Anapa, Belgorod, Bryansk, Voronezh, Gelendzhik, Krasnodar, Kursk, Lipetsk, Rostov del Don, Simferopol y Elista.

Los funcionarios de fronteras rusos someten a quienes intentan salir del país a largos interrogatorios, registros y amenazas. Se les pregunta sobre su postura con respecto al presidente, la guerra en Ucrania y el propósito y la duración de su viaje.

Muchas personalidades han sido despedidas de sus puestos de trabajo por sus declaraciones contra la guerra. Ekaterina Dolinina, directora de los cines Polet y Zvezda, se vio obligada a presentar una carta de dimisión por haber firmado una carta abierta de oposición a la guerra el 26 de febrero.

Rusia ya enfrenta la escasez de alimentos. Las principales cadenas de supermercados están imponiendo restricciones temporales a todas las compras. El grupo X5, que gestiona las cadenas de tiendas Pyaterochka, Perekrestok, Karusel y Chizhik, declaró: «Para que los productos esenciales estén disponibles de forma constante, las cadenas de tiendas minoristas de la empresa y el hipermercado en línea Vprok.ru Perekrestok limitan los grandes volúmenes de compras de determinados productos». Se espera que la guerra en Ucrania cause una escasez mundial de alimentos.

Miles de hombres de toda Rusia han recibido citaciones de las oficinas de registro y alistamiento militar. Las cartas, las llamadas telefónicas y los correos electrónicos se producen en medio del decreto del presidente Vladimir Putin del 18 de febrero, que llama a todo el personal de la reserva a recibir formación militar.

El Banco Central ha prohibido las transferencias de más de 5000 dólares a familiares en el extranjero. El decreto se produce después de que Vladimir Putin prohibiera todas las transferencias de divisas a no residentes en el extranjero, los créditos a cuentas bancarias extranjeras y las transferencias a través de proveedores de servicios de pago electrónico internacionales.

La Duma Estatal ha expresado su deseo de endurecer los castigos. El 3 de marzo, el Partido Liberal Democrático propuso un proyecto de ley para enviar a los detenidos en las manifestaciones contra la guerra al servicio militar en Dombás y Luhansk. El secretario de prensa de Vladimir Putin ha descartado la idea de reclutar a los participantes en las protestas.

La persecución del Gobierno ruso contra sus propios ciudadanos seguirá intensificándose. A medida que la nación se aísle más internacionalmente, las voces de quienes están dentro sonarán cada vez más débiles. Todos los que pueden organizar una oposición sólida han sido encarcelados o exiliados. Quienes tienen algún sentir antibélico son perseguidos, detenidos y amenazados para que guarden silencio. Vladimir Putin está invadiendo a ucranianos y rusos por igual.

Para más información sobre este tema, consulte nuestra cobertura especial Rusia invade Ucrania.

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