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Japón enfrenta el problema de las «megaplantas» de energía solar

Categorías: Asia Oriental, Japón, Ambiente, Economía y negocios, Medios ciudadanos
Japan FIT solar installation Awara

Instalación de paneles solares en Awara, prefectura de Fukui [1]. Foto de Nevin Thompson (licencia de imagen CC-BY-3.0).

En los últimos años y en su afán por reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y de deshacerse de su imagen negativa [2] por depender excesivamente de los combustibles fósiles, Japón ha promovido el uso de la energía solar. Sin embargo, las «megaplantas de energía solar» que han sido instaladas en las laderas de las montañas y en las comunidades rurales de todo el país, por lo general causan problemas que dañan la imagen de estos tan necesarios proyectos de energía renovable.

De acuerdo con una estimación [3], existen alrededor de 6000 megaplantas de energía solar operativas en todo Japón. Estas megaplantas de energía solar son instalaciones que producen más de 1000 kilovatios (1 megavatio) de energía cada año, suficiente para alimentar entre 400 y 900 hogares. [4]

Estas megaplantas se han multiplicado desde 2012 cuando el Gobierno estableció un sistema de tarifas de alimentación [5] (FIT por su nombre en inglés) con el fin de promover la inversión en energías renovables. En la actualidad, las nuevas políticas públicas siguen brindando un ambiente propicio para la energía solar en Japón.

En 2020 el entonces primer ministro Yoshihide Suga se comprometió a que Japón disminuyera sus emisiones de carbono a cero para 2050 [6]. En ese mismo año, Shinjirō Koizumi, quien era ministro de Ambiente, estaba tan fascinado con la energía solar que propuso revisar y modificar las leyes [7] con el fin de permitir la construcción de plantas solares en zonas protegidas ubicadas dentro de parques nacionales.

Un ejemplo de la gran escala que poseen estas instalaciones solares –y la escala de los problemas que pueden causar– se puede ver en la prefectura de Okayama [8] ubicada en el país asiático, donde una de las megaplantas de energía solar más grande [9] está compuesta por 900 000 paneles solares instalados en 260 hectáreas de tierra, los que generan 230 000 kilovatios de energía cada año.

Una gran cantidad de personas que viven cerca de las instalaciones mencionan [10] que estas megaplantas de energía solar destruyen el ambiente y no suponen muchos beneficios para las comunidades cercanas. Lo más preocupante son los deslizamientos de tierra [11] que se producen cuando se construyen las megaplantas en las laderas empinadas de las montañas.

Japanese mega solar farm

Paneles solares abarcan la mayor parte de la ladera en Gifu, prefectura de Gifu. Las plantas solares como estas e incluso algunas más grandes causan preocupación en muchos residentes debido al peligro de deslizamientos. Foto de Magari Hiroyuki, 2017. Usada con autorización.

Los opositores de la megaenergía solar también mencionan [12] las razones por las que están en contra, tales como: el peligro de que los paneles solares se desplacen en caso de fuertes tifones, los campos electromagnéticos potencialmente dañinos emitidos por la generación de energía solar, así como también el intenso resplandor de los paneles solares.

Parece ser que la oposición de los ciudadanos es tan alta que una encuesta [13] de Mianichi Shimbun [14] en 2021 reveló que el 80 % de las 47 prefecturas de Japón tienen problemas con las megaplantas de energía solar.

Parte del problema radica en el sistema de tarifas de alimentación, ya que bajo este sistema el Gobierno japonés otorga contratos a largo plazo a los productores de energía renovable. Es por esto que varias compañías e inversionistas, quienes especulan con la compra y venta de contratos de tarifas de alimentación, lo han visto solo como una oportunidad para generar dinero [11]. El sector es tan lucrativo que grandes inversionistas como Goldman Sachs han creado una bolsa de valores [15] con el fin de comerciar con proyectos solares japoneses.

La participación de las grandes empresas e inversionistas ha significado que la mayoría de los proyectos solares financiados localmente o de menor escala queden fuera del juego: el 32 % de los contratos de tarifas de alimentación [3] se han ido a las megaplantas de energía solar, de las cuales casi el 78 % [16] están financiadas por capital extranjero o capital no local.

Además de esto, los costos de financiamiento del sistema de tarifas de alimentación se cobran a los contribuyentes [11] por medio de facturas de energía que tienen precios más altos. Como consecuencia, los precios de la electricidad en Japón aumentaron un 37 % [17] entre 2011 y 2014.

Asimismo, gran parte de la energía producida en las megaplantas de energía solar no se utiliza en la localidad donde están, sino que se consume en zonas urbanas lejanas y es por esta razón que varias de las comunidades presentan un rechazo cada vez mayor [18] por estos megaproyectos.

Los habitantes del pequeño pueblo de Heguri ubicado en la prefectura de Nara [19] hace poco formaron [20] un grupo de oposición e iniciaron una demanda con el objetivo de detener la construcción de una megaplanta de energía solar de 48 hectáreas con 50 000 paneles solares en su comunidad. Estos habitantes estaban especialmente preocupados por [21] los deslizamientos de tierra, la destrucción del ambiente y los 22 000 voltios de ondas electromagnéticas que se prevé que transcurran directamente por debajo de su pueblo.

Algunas personas usaron las redes sociales para expresar su frustración. Una cuenta de Twitter llamada «Los alumnos de la escuela secundaria de Heguri se oponen al megaproyecto de energía solar» señaló:

¿Qué es el alto voltaje especial? Conocimientos básicos para maximizar la tarifa eléctrica de una corporación El alto voltaje especial requiere equipos a gran escala para instalar con energía de alto voltaje, y es peligroso, por lo tanto, tome las medidas de seguridad suficientes.
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En este artículo (mencionado [25] en el tuit) se señala que una persona puede recibir una descarga eléctrica solo con pasar a menos de dos metros de los cables de muy alta tensión. A pesar de eso, los funcionarios municipales y los constructores inescrupulosos van a enterrar los cables a solo un metro por debajo de un camino por donde los niños transitan para ir a la escuela.

En paralelo, en el sitio de amantes del alpinismo Yamap [26], el usuario Yugo documentó y dio su opinión sobre [27] la destrucción y la deforestación que ya se había producido como consecuencia de la construcción del proyecto.

Erosion of a hillside caused by solar fit installation

Imagen de Yugo, usuario de Yamap. «Lo más probable es que este lugar era un valle con campos de arroz», comentó Yugo luego de recorrer la zona el 18 de julio de 2021. Foto de Yugo. Usada con permiso.

Aproximadamente mil residentes presentaron su oposición al llevar al tribunal del distrito local las más de 9000 firmas [28] recolectadas en apoyo a la eliminación del proyecto. Como respuesta, el Gobierno de la prefectura de Nara ordenó la paralización del proyecto [29] en junio del 2021. Además de esto, las autoridades locales detectaron problemas [30] en la solicitud enviada inicialmente por los constructores en 2019 y descubrieron que el proyecto no cumplía [31] con las normas de seguridad pertinentes.

En la actualidad, el futuro del proyecto es incierto. Aunque aún no se han iniciado las construcciones, los lugareños están preocupados por los potenciales deslizamientos de tierra debido a la gran franja árida de la ladera de la montaña que se encuentra alrededor de Heguri, y también por lo que vendrá.

Keiichi Tada, que vive en Heguri, señaló que al principio tenía una imagen positiva de la energía solar o la tan llamaba «energía limpia», pero luego de conocer los detalles del proyecto en su comunidad cambió de parecer. «Destruir un ambiente tan hermoso y amenazar la vida de los lugareños no es ni ecológico ni limpio», declaró Tada [32] a Mainichi Shimbun en septiembre de 2021.

De manera similar, en una entrevista con Asahi Shimbun [33] sobre los problemas de la energía solar en Japón, el profesor Yoshio Hata de Okayama University of Science comentó [34] «si la energía renovable, que se supone que debe proteger el ambiente, es en realidad perjudicial, entonces es como poner la carreta por delante del caballo».

Las fuentes de energía renovable son una parte esencial para combatir el cambio climático, sin embargo, la manera en la que Japón ha abordado los megaproyectos solares tiene un efecto contrario, ya que perjudica la percepción pública [35] del potencial que estos tienen.