«¡Cállate, mujer! Tu día es el 8 de marzo»: ¿Cómo se celebra el Día Internacional de la Mujer en Turkmenistán?

El 8 de marzo es el día internacional de la mujer. Foto cortesía de Guzel Tuhbatullina.

El famoso lema de los hombres, “¡Cállate, mujer! Tu día es el 8 de marzo!” es un símbolo irónico de la realidad  cotidiana de las mujeres en Turkmenistán. A las mujeres en Turkmenistán se les concede un solo día en el año cuando los hombres acceden “gentilmente” a honrarlas. Durante los demás días del año, a las turcomanas los hombres les recuerdan constantemente (en broma o en serio) que deben quedarse calladas. Es el destino de las turcomanas esperar como “fantasmas”, sin hablar, hasta que el 8 de marzo mágicamente se rompe el hechizo de su silencio.

Realmente, el 8 de marzo, el Día Internacional de la Mujer, es una fecha paradójica en Turkmenistán. A pesar de su origen en la lucha de las mujeres por la igualdad, en los últimos 30 años la fecha se ha transformado en otro triunfo de chauvinismo y machismo. En vez de ser un día para que Turkmenistán celebre los logros de la mujer y unirse por la igualdad. Las turcomanas terminan celebrando feminidad y dependencia femenina por los hombres.

Perdidos en múltiples discursos

Toda festividad está asociada con un movimiento social que está unido de cerca con la historia y mentalidad nacional de ese país. El Día Internacional de la Mujer no es excepción. Antes de la ocupación de la región de Transcaspia (actual territorio de Turkmenistán) en la Rusia zarista, los roles de hombres y mujeres los regulaban costumbres y tradiciones nómadas (también llamadas “adat”) y cánones islámicos (también llamados “sharia”). La literatura dominante rusaoccidental de que los logros de la emancipación de la mujer en Turkmenistán ocurrió en tiempos soviéticos. Sin embargo, ese análisis pasa por alto que incluso antes de que los soviéticos colonizaron el actual Turkmenistán, ya había muchas turcomanas “emancipadas”.

Históricamente, las túrquicas han sido consideradas compañeras equitativas capaces de luchar al lado de y contra los hombres. En las sociedades nómadas, a las niñas se les enseñaba de muy chicas a manejar armas igual que a los chicos.

Visto de esta perspectiva, la retorica predominante de que los soviéticos crearon la igualdad de género y que civilizó la “salvaje” Asia Central no es más que una visión imperial hegemónica envuelta en racismo.

Aunque la Constitución de Turkmenistán garantiza igualdad de derechos civiles para hombres y mujeres, los medios controlados por el Estado promueven los roles tradicionales de género. Los medios perpetuaron estereotipos arcaicos al retratar a las mujeres como símbolos de pureza, belleza y decencia.

El 8 de marzo en Turkmenistán

Foto de «La Virgen de Uzbekistán» de Max Penson, URSS, años 30. Reproducción de la fotografía original. Esta es una foto icónica que muestra el «éxito» del hujum de la URSS sobre las mujeres de Asia Central. Foto vía Twitter.

En el Turkmenistán contemporáneo, el 8 de de marzo se ha celebrado como el Día Internacional de la Mujer desde 2008. Antes de eso, la fecha era el 21 de marzo. El cambio lo hizo el primer  presidente de Turkmenistán, Saparmyrat Niyazov, para unirlo con con Novruz Bayram, festividad zoroastriana con motivo del inicio de la primavera. En tiempos de Turkmenbashi, las celebraciones combinadas se conocían como Primavera y Día Nacional de la Muer.

La celebración del Día de la Mujer como fecha singular se instauró en Turkmenistán bajo el liderazgo del actual presidente, Gurbanguly Berdimuhamedov, (comúnmente reconocido como “Arkadag”, “protector”) em 2008. Sin embargo, la idea inicial de celebrar derechos iguales para la mujer se sustituyó con la celebración de la belleza femenina y la maternidad, con lo que el día se hizo similar al Día de la Madre.

Tal vez la comprensión distorsionada de los derechos de la mujer en Turkmenistán surge del hecho de que las turcomanas nunca marcharon por sus derechos y derechos fundamentales, como sus hermanas en KirguistánKazajistán. En cambio, a las turcomanas las alimentaron con la noción de la “emancipación femenina” y “derechos de la mujer” primero en los tiempos soviéticos y luego por las agencias de desarrollo.

A la fecha, las turcomanas aún no han dado pasos para pedir su libertad, no han luchado por eso. En tanto Turkmenistán siga aislado del resto del mundo bajo el mando brutal y excéntrico de Berdimuhammedov, la igualdad de género seguirá siendo un sueño inalcanzable.

¿Cómo celebra el Estado del Día de la Mujer?

Para “honrar” sus contribuciones a la sociedad, el Estado empezó a conceder bonos en efectivo (60 manats, cerca de tres dólares en la tarifa del mercado negro en marzo de 2022) a todas las mujeres que trabajan o estudian. Las amas de casa y emprendedoras no pueden recibir este “generoso” regalo. En contraste, en in Turkmenistán un kilo de azúcar cuesta nueve manats, el aceite vegetal cuesta entre 19 y 25 manats por litro, y el kilo de muslos de pollo cuesta 16 manats, que es como decir que según el Estado, las contribuciones de la mujer no se consideran más valiosas que una pequeña compra de alimentos.

Además, el presidente Berdymuhammedov enfatizó que el objetivo de dar esos “regalos” es reconocer los méritos de la mujer reviviendo una nueva era de una Estado poderoso. Más simplemente, a las turcomanas se les incentiva activamente al nacimiento y crianza de patriotas saludables y a preservar los valores de la familia tradicional. En realidad, el Día de la Mujer, en el palacio presidencial, cada año se concede a las mujeres el título honorario especial de “Ene mähri” («amor de madre”), parecido al título soviético “madre heroína”, que se concede a las madres que han dado a luz ocho o más hijos. Parece que a las mujeres se les homenajea solamente por sus úteros, por lo que pueden producir en favor del Estado, y no por sus elecciones en torno a qué hacer con su vida y su cuerpo. En un día dedicado a fortalecer y realzar a las mujer, ¿cómo pueden sentirse valoradas las turcomanas si las celebran solamente por su capacidad de dar a luz?

¿Cómo se celebra el Día de la Mujer?

Turcomana amamanta a su recién nacido. Se supone que ilustra el éxito del Hujum, las iniciativas políticas soviéticas destinadas a liberar a la mujer mediante el desvelo en el Asia Central soviética y otras regiones de mayoría musulmana. Foto vía Twitter.

El 8 de marzo es el día en que los turcomanos evitan intencionalmente recordar a las mujeres dónde pertenecen, a la cocina, ¡por supuestos! Aunque hasta ahí es donde llegan el respeto y la celebración, el 8 de marzo los turcomanos brindan para desear que la mujer “siga femenina, tierna, dulce”, y llaman a la mujer  “sexo débil” (en ruso “слабый прекрасный пол”; en turcomano: “ejizje aýallar we gyzlar”). Surge la pregunta de por qué la mujer solamente debe “complacer al ojo» y permanecer “dulce y bella” para los hombres. El destino de la belleza no es sustancial en los momentos complicados de la vida. En cambio, ¿por qué no cuidar a las turcomanas a ser fuertes y valientes? ¿Exitosas y decididas? Tristemente, ninguna de estas preguntas se hacen abiertamente, porque es deber de una mujer ser dócil y obediente. Dado que las turcomanas no se exponen al concepto de feminismo porque los medios del país y el currículo educativo lo controla el Estado, y que internet está sumamente censurado, es importante pregunta: “¿las turcomanas siguiera saben que pueden desafiar los roles de género tradicionales?”

De otro lado, detrás de la fachada de esta “celebración” de un día, las mujeres con frecuencia pasan por discriminación de género. Por ejemplo, es común que la Policía confisque las licencias de conducir de mujeres y les dan razones falsas sin el debido proceso. El Estado también hace que para las mujeres sea extremadamente difícil obtener una licencia nueva, por lo que se ven obligadas a pagar sobornos. La violencia física contra la mujer y los casos de violación se elevan. Las colegialas turcomanas se ven sometidas a deshumanizantes exámenes ginecológicos por la única razón de determinar su virginidad. En Turkmenistán, no se suele hablar de estos problemas, es más, se refunden bajo el silencio cultural, “utanç (vergüenza silenciosa) y “gadagan” (tema prohibido o tabú).

¿Vientos de cambio?

Las jóvenes educadas en el extranjero siguen teniendo actividad en medios sociales para contrarrestar narrativas dominantes y dar a conocer problemas de género, sobre todo lo relacionados con discriminación laboral, salarios desiguales, violencia doméstica y derechos de salud reproductiva, a través de participación cívica en Instagram. A diferencia de las iniciativas de la juventud de promover el verdadero espíritu del feminismo, acaudalados influenciadoresblogueros turcomanos que vive en la capital de Turkmenistán diluyen el significado del Día Internacional de la Mujer, lo han transformado en un derivado del Día de San Valentín o el Día de la Madre. En vez de celebrar las fortalezas y logros de la mujer, la fecha se ha centrado  en mostrar costosos regalos recibidos de admiradores, esposos o novios.

Por su parte, las mujeres que vive en la periferia protestan  en silencio o se suicidan por el desempleo y la falta de recursos financieros para mantener a sus hijos.

Due to the economic recession, thousands of Turkmen are now unemployed and suffering from hunger in Turkmenistan. When people have to fret about basic food items such as bread, sugar, and oil, how can women even prioritize gender concerns?

Por la recesión económica, miles de turcomanos están desempleados y sufren hambre en Turkmenistán. Cuando la gente debe preocuparse de alimentos básicos, como pan, azúcar y aceite, ¿cómo pueden las mujeres dar prioridad a asuntos de género?

Aunque existe cada vez más interés entre los jóvenes por desempeñar un papel cívico más activo en sus comunidades, sus contribuciones positivas se ven obstaculizadas por las barreras políticas existentes, las fuertes actitudes patriarcales, los arraigados roles de género y las narrativas propagadas de personas influyentes que viven en el país y de los medios estatales. A pesar de los cambios positivos a pequeña escala que se están produciendo en el ámbito comunitario y en el ciberespacio, es poco probable que se produzcan avances importantes sin que el Gobierno se comprometa a actuar en favor de la igualdad de género y el acceso a una educación de calidad, y a medios sin censura. La mera ratificación de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y la creación de un Plan de Acción Nacional (PAN) sobre la Igualdad de Género no es suficiente porque, en el contexto de los países autoritarios, la ratificación no implica un compromiso subyacente. Es más, el Comité Noruego de Helsinki informa que, a pesar de la ratificación de la CEDAW, las mujeres de Turkmenistán siguen teniendo una situación secundaria respecto a los hombres.

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