Qué significa la «neutralidad» de Bolsonaro sobre la invasión de Rusia a Ucrania

Bolsonaro y Putin en una reunión en Brasilia en 2019. Imagen principal: Marcos Corrêa/PR, foto aérea de parte del territorio ucraniano: Ivan Sigal/Global Voices

Una semana antes de la invasión a Ucrania, Vladimir Putin apareció ante las cámaras acompañado de un visitante oficial en Rusia, el presidente brasileño Jair Bolsonaro.

La situación en la frontera entre Rusia y Ucrania ya era tensa y tenía al mundo en estado de alerta. Durante la visita, Bolsonaro dijo que Brasil era solidario con Rusia y que ambos países colaboran en muchos rubros, y citó agricultura, petróleo y gas, según CNN Brasil.

Al lado del mandatario ruso, el brasileño afirmó que «predicaba la paz y respetaba a quien actuara de ese manera».

Em otros momentos, dijo que quedó con un sentir de un matrimonio perfecto, llamó  «amigo» a Putin y declaró que ambos compartían valores como «Dios y familia», según el portal UOL.

Menos de diez días después, cuando la invasión en Ucrania ya tenía una semana y las imágenes de ataques a civiles conmocionaban al mundo, Brasil estuvo entre los 141 países que votaron a favor de la sanción de condena a Rusia en Naciones Unidas. Brasil ocupa un asiento en el Consejo de Seguridad.

El embajador brasileño Ronaldo Costa Filho justificó la decisión y dijo que «se cruzó una línea».

Sin embargo, el presidente brasileño parece resistirse a manifestarse claramente sobre la guerra, lo que genera acusaciones gasta de sus partidarios conservadores.

El vicepresidente Hamilton Mourão, general de reserva, dijo que «Brasil no era neutro», que el país respetaba la soberanía de Ucrania y defendió una «posición más enérgica» de Occidente contra Rusia tras la invasión. Bolsonaro lo desautorizó.

En su transmisión en vivo semanal por redes sociales el 24 de febrero, sin citar el nombre de su vicepresidente, el presidente recordó quién es el responsable de la Constitución y dijo que que Brasil estaba comprometido con la paz.

“La decisión es mía, pero quiero escuchar a quienes realmente son ministros tratar estos asuntos. Somos de paz, queremos la paz. Viajamos en paz a Rusia. Hicimos un contacto excepcional con el presidente Putin”, afirmó, según el sitio Poder360.

Horas después, dio inicio a su descanso de carnaval, en el litoral de São Paulo, donde paseó en jetski.

Los discursos de Bolsonaro, reforzados por el canciller brasileño Carlos França el 8 de marzo, indican que la posición es de neutralidad, sin condenar la invasión ni «tomar partido».

Visita a Moscú

A comienzos de marzo, el periodista brasileño Jamil Chade reveló que se evitó un plan de evacuación de brasileños que viven en Ucrania — cerca de 500 personas– antes de que empezara el conflicto para no afectar el viaje de Bolsonaro programada a Moscú.

Como el gobierno de Putin afirmó que no tenía intenciones de atacar Ucrania, cualquier movimiento para avisar a los brasileiros de lo contrario podría parecer una falta de confianza en la palabra do Kremlin, dijo Chade.

Bolsonaro, que no se ha vacunado contra el COVID-19, se sometió a cinco pruebas para poder reunirse con Putin y retomar «las relaciones que quedaron interrumpidas por la pandemia», como definió el ruso. Bolsonaro enfatizó que la atención de la reunión no era Ucrania y mostró su solidaridad con Rusia.

Los líderes y sus traductores trataron acuerdos bilaterales que favorecían a los sectores de energía, ambiente, defensa, ciencia y tecnología, educación y cultura.

También se conversó sobre el aumento del suministro de fertilizantes rusos, la principal importación rusa en Brasil. A inicios de febrero, un grupo ruso había negociado la compra de una fábrica de fertilizantes de la empresa estatal Petrobras. Las negociaciones siguen.

Neutralidad brasileña

Antes de la invasión a Ucrania, los partidarios de Bolsonaro llegaron a difundir memes en redes sociales que asociaban su visita con el retiro de tropas rusas de la frontera.

Cuando los ataques comenzaron, el ministro do turismo brasileño declaró que Putin no había escuchado el mensaje de paz de Bolsonaro. El mismo ministro, Gilson Machado, había afirmado que el mandatario brasileño convencería al ruso de no empezar la guerra.

Según la prensa brasileña, una rama militar que es parte del Gobierno aconsejó a Bolsonaro de quedarse del lado de Putin.

Un reportaje del diario Folha de S. Paulo también afirma que el Gobierno y el sector agrícola del país determinaron que se agregara "guiños a Rusia" en declaraciones "que contemplan argumentos que defiende el gobierno de Putin".

"Negociadores extranjeros, al mencionar esa preocupación a las autoridades brasileñas, reciben como respuesta que el país está contra la violación de las fronteras ucranianas, pero que eso no obliga a respaldar íntegramente la línea de acción de las potencias occidentales y que la postura de Itamaraty ha sido coherente", afirmó el reportaje.

No obstante, los economistas evalúan que la política de "neutralidad" adoptada puede impactar negativamente a Brasil.

El 2 de marzo, el periodista Lauro Jardim publicó en su columna del diario O Globo que en grupos de WhatsApp, Bolsonaro haría sido más abierto sobre lo que piensa: habría hablado de un mensaje con la teoría de la conspiración sobre un Nuevo Orden Mundial, que solo Rusia, China y la Liga Árabe podrían enfrentar.

"Los mismos que desean que el presidente brasileño tome una posición firme en el conflicto entre Rusia y Ucrania, son quienes desean tomar nuestra Amazonía", dijo en un momento, según el columnista.

Seguridad electoral

Bolsonaro es candidato a la reelección en las elecciones de octubre. En las encuestas, aparece detrás del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT).

Bolsonaro respaldó el discurso que cuestiona la seguridad de las urnas electrónicas brasileñas, sistema vigente con más de 20 años, con el que fue elegido diputado. A pesar de eso, el presidente negó haber tratado el asunto de la seguridad electoral con Putin.

"No es un asunto para tratar fuera de Brasil, con todo respeto. Si alguien hace cualquier aclaración en ese sentido, a mi entender está extrapolando su actividad", afirmó en el diario Estado de S. Paulo, cuando estaba en Moscú, en febrero.

El presidente del Tribunal Superior Electoral (TSE) brasileño, ministro Edson Fachin, afirmó que estudia los ciberataques rusos ocurridos en las elecciones por el mundo.

El lado ucraniano

La "neutralidad" que defiende el presidente en la guerra fue tendencia en Twitter brasileño el 27 de febrero, fecha de la declaración de Bolsonaro sobre la postura brasileña.

Se estima que cerca de 600 000  descendentes de ucranianos viven actualmente en Brasil. La Sociedad Ucraniana de Brasil (Subras) publicó una que afirmaba que "como brasileños, [esperaban] una posición de nuestros representantes".

En el portal UOL, el presidente de la Representación Central Ucraniano-Brasileña, Vitorio Sorotiuk, dijo que Bolsonaro no respondió a la invitación del presidente Volodymyr Zelensky para visitar Ucrania, como parte de su viaje al este europeo, la presidencia brasileña no habló con el reportaje.

"Bolsonaro ofendió al presidente de Ucrania y nos dio la espalda", afirmó Sorotiuk.

En respuesta a la posición brasileña, la embajadora ucraniana en Naciones Unidas, Yevheniia Filipenko, dijo en declaraciones a UOL que llegó el momento de que los Gobiernos tomaran posición. Para Filipenko, "solo hay espacio para la acción, para terminar con las agresiones y y con los ataques".

Para el encargado de negocios de la embajada da Ucrania en Brasil, Anatoliy Tkach, el presidente Bolsonaro estaría "mal informado" sobre la guerra.

"En este momento no se trata de apoyar a Ucrania, se trata de apoyar los valores democráticos, en el derecho internacional, incluidos los fundamentos como no violación de fronteras, respeto de la soberanía internacional, soberanía do Estado e integridad territorial”, afirmó Anatoliy Tkach en una entrevista en el noticiero Jornal Nacional, da TV Globo.

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