¿Esquivará Turquía una crisis de aceite de girasol?

Bruce Fritz, departamento de Agricultura de Estados Unidos. Dominio público, Wikimedia Commons

En los últimos meses, Turquía se ha visto sacudida por varias crisis —financiera, política, ambientaldiplomática—, y ahora enfrenta un nuevo problema: la escasez de aceite de girasol. Tras la invasión de Ucrania por parte de Rusia el 24 de febrero, ha llegado a Turquía el impacto económico de la guerra en forma de interrupción de las importaciones de grano, lo que afecta al suministro de semillas de girasol del país. Como resultado, en las últimas semanas, los turcos han visto luchas políticas, en las que el partido en el poder acusa a la oposición de sembrar el pánico, carreras en los supermercados, donde los ciudadanos se pelean por las botellas de aceite barato, y precios desorbitados en uno de los ingredientes de cocina más básicos del país.

Mientras tanto, la Dirección General de Seguridad dijo que se están investigando unas 45 cuentas de redes sociales por difundir información provocadora y desinformación sobre la escasez de aceite. Aunque aún no esta claro qué consecuencia enfrentan sus propietarios, aunque el historial que tiene Turquía al perseguir críticos del Gobierno dice mucho. En 2021, el partido gobernante anunció la creación de una nueva ley que castiga la difusión de bulos y desinformación en internet, con penas de hasta siete años.

Los ciudadanos literalmente se atropellan para echarle mano al aceite con descuento.

Cerca del 65 % de las semillas de girasol y alrededor del 64,6 % del trigo que consume Turquía se importa de Rusia, según un reportaje de Bianet. Aunque Turquía también compra girasol y trigo a Ucrania, tiene una menor dependencia de este país, ya que las importaciones solo suponen el 4,2 % del girasol y el 13,4 % de trigo.

Erkut Sonmez, experto en gestión de cadenas de suministros de la Universidad de Nebraska en Lincoln explicó a The Washington Post que hay 30 barcos cargados de trigo y girasol en el mar de Azov preparados para viajar a Turquía, pero el proceso está paralizado desde que Rusia prohibió la navegación comercial en el mar de Azov el 24 de febrero.

Según Tahir Büyükhelvacıgil, presidente de la Asociación de Fabricantes de Aceite Vegetal (BYSD), Turquía consume más de tres millones de toneladas de aceite de girasol al año. Aunque el propio país satisface 1,7 millones de esa demanda, la guerra ha interrumpido el suministro de Rusia y Ucrania que cubre el resto. Büyükhelvacıgil añadió que aunque Turquía estaba dispuesta a pagar a pesar de los altos precios, que han alcanzado los 2000 dólares por tonelada, procesar esos pagos resulta problemático a causa de las sanciones impuestas a Rusia, que afectan a las transacciones SWIFT.

Los críticos del partido gobernante Justicia y Desarrollo (APK) acusan al Gobierno de dar otro paso en falso, de lo que el Gobierno no ha tardado en defenderse. El presidente Recep Tayyip Erdoğan desacreditó a la oposición por provocación y falta de moral, mientras que el jefe del Movimiento Nacionalista (MH), Devlet Bahçeli, afirmó que era deshonroso inducir al pánico, según publicó  Gazete Duvar. El MH gobierna en coalición con el APK

Pero no han sido los partidos opositores los que han causado la crisis del aceite de girasol que ha provocado ingentes compras y acumulación de este producto. Es el impacto económico global de la guerra de Ucrania, la gran dependencia que tiene Turquía de la energía, comercio y turismo rusos y las poco ortodoxas políticas económicas de Erdoğan. En febrero de 2022, la inflación de los precios al consumo alcanzó un 54,44 %. Los precios de los alimentos se han disparado desde el comienzo de la guerra, y a inicios de marzo, el país se vio forzado a subir los precios de los combustibles siete días seguidos. «Los precios de los combustibles ya habían subido un 10 % en febrero, con un incremento anual de 131% según datos del Instituto Turco de Estadística. Este incremento anual amenaza con superar el 155 % a finales de marzo de 2022″, informó AlMonitor.

Ali Ekber Yıldırım, especialista en políticas agrícolas de Turquía advirtió ya el 25 de febrero, segundo día de la invasión rusa de Ucrania, que el aceite de girasol sería uno de los productos importados que sufriría mayores aumentos en su precio, por la gran dependencia de Turquía en su importación. El partido opositor İYİ culpó a las políticas agrícolas existentes del efecto secundario económico que va a provocar la guerra de Ucrania en Turquía. Ergin Kahveci, vicepresidente de este partido para asuntos agrícolas y desarrollo rural, dijo a Gazete Duvar que «esta dependencia está causada por nuestra incompetencia. A corto plazo, esta guerra nos llegará en forma de crisis en el suministro de trigo, y sobre todo de semillas y aceite crudo de girasol». Mientras tanto, para paliar la potencial crisis en la importación de trigo, el Partido Democrático de los Pueblos de Kurdistán (HDP) presentó una propuesta legislativa ante el Parlamento que plantea crear incentivos para que los agricultores satisfagan la demanda si la guerra sigue escalando en Ucrania. Esto es algo que el Parlamento debe considerar, ya que Rusia anunció el 14 de marzo que suspendería sus exportaciones de trigo, cebada, maíz y centeno hasta el 30 de junio, según informa Reuters.

Programa diario de la era AKP:

➖ Cola del pan por la mañana
➖ Cola del aceite de girasol al mediodía
➖ Cola de verdura barata por la tarde
➖ Cola en la gasolinera por la noche.

El 9 de marzo, la Dirección General de Asuntos Marítimos tuiteó que los barcos que transportan aceite de girasol ya estaban de camino a Turquía, y se esperaba su llegada entre el 15 y el 17 de marzo.

El barco cargado con 6099 toneladas de aceite de girasol que esperaba en Yeisk (Rusia) ha salido del puerto y se espera su llegada a Mersin el 15 de marzo. Los otros tres barcos cargados con aceite de girasol han salido del puerto de Rostov y su llegada a nuestro país está prevista para el 17 de marzo.

A pesar de que el Gobierno intenta tranquilizar a la población afirmando que el país tiene suficientes reservas de aceite de girasol, el ministro de Agricultura anunció el 9 de marzo que se prohibían todas las exportaciones de aceites y margarinas.

Mientras tanto, en redes sociales siguen circulando imágenes y videos de supermercados donde se ven largas colas para comprar aceite de girasol.

Tras las alzas del precio del aceite de girasol, siguen llegando imágenes de los mercados. Este video fue grabado en un supermercado de Estambul. Los contenedores de aceite que llegan del almacén prácticamente desaparecen antes incluso de que las coloquen en la estantería.

Pero aunque la crisis del aceite de oliva pueda eludirse, no puede decirse lo mismo de la vulnerable economía del país.


Para más información sobre este tema, consulte nuestra cobertura especial Rusia invade Ucrania.

 

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