Familia Madrigal. Imagen de Disney, encontrado en Wikimedia [1] bajo uso legítimo.
Unos meses después de su salida en cines, se puede decir quela película “Encanto [2]” de Disney fue un éxito [3] en Colombia. Aunque se ha generado en el subconsciente colectivo de que las películas de Disney son una fantasía de princesas, “Encanto” de Disney tiene una connotación que colma de orgullo a los colombianos, pues es notoria la investigación en los detalles sobre lo tradicional y cultural.
Encanto cuenta la historia de una familia matriarcal que vive en una casa mágica en el corazón de Colombia, en la cual cada miembro tiene un don extraordinario, como la fuerza, la adivinación, o la sanación. Todos menos la nieta de la cabeza de hogar, Mirabel Madrigal, quien busca su lugar en la familia.
Los dos directores de la película, Jared Bush y Byron Howard, estuvieron investigando desde 2016 en Colombia acompañados por un comité de Disney.
Poster de la película Encanto de Disney. Imagen de Disney, encontrado en Wikimedia bajo uso legítimo.
A la vez, se asesoraron de profesionales colombianos como antropólogos, botánicos, arquitectos, músicos y lingüistas. Hay que resaltar que tuvieron en cuenta para el doblaje en español a un elenco que está conformado por voces casi completamente de origen hispano, en el que se destacan entre otros, cantantes y actores colombianos a Carlos Vives, Sebastián Yatra y Maluma.
La inspiración está en todo lo bonito que muchas personas desconocen de Colombia y que incluso a quienes lo habitan se sorprenden por el realismo mágico [4], al estilo del escritor colombiano premio nobel de literatura Gabriel García Márquez [5] (GABO), que incita a soñar.
La Colombia que, a través de la cumbia [6], la salsa y diferentes cantos, nos llevan a ver en la película un país multicultural, manifestado en símbolos tan tradicionales como el acordeón, la ruana [7], la mochila Wayúu [8], las alpargatas [9], los sombreros y otros trajes típicos. Aquí un video del famoso cantante colombiano Rubén Dario Salcedo. [10]
La diversidad étnica de los colombianos, también es notoria en Encanto, dónde hay personajes de distintos tonos de piel y de ojos; estatura, fisonomía y cabellos.
En deportes también se notan las costumbres autóctonas de nuestra tierra como el tejo [11] y el fútbol. Pero también hay un homenaje a través de Luisa Madrigal a la atleta en levantamiento de pesas, María Isabel Urrutia [12], quien ganó la primera medalla de oro de Colombia en los Juegos Olímpicos de Sydney en 2000. A la vez este querido personaje Luisa, por su corpulenta figura, podría decirse que es un homenaje al artista pintor y escultor antioqueño Fernando Botero [13].
Captura de pantalla de la atleta María Isabel Urrutia en Señal Colombia/Youtube [14]
Como cultura popular, los agüeros [15]. Vemos como Bruno se echa sal por encima del hombro porque es una creencia popular de que ésta brinda protección ante momentos difíciles o situaciones riesgosas. Los chismes [16] se reflejan principalmente con Dólores Madrigal. En Colombia son frecuentes los rumores, comentarios y chismes de toda índole y en diversos espacios y contextos.
La variedad gastronómica, representada por varias regiones colombianas como el eje cafetero [17], la costa, o el centro de Bogotá, es mostrada en vajillas pintadas y fabricadas en un pueblo del oriente de Antioquia, El Carmén de Viboral [18], conocido como la “cuna de la cerámica artesanal” y fue declarada Patrimonio Inmaterial de la Nación [19] en 2020.
Captura de pantalla de una artesana de El Carmén de Viboral, en Comercial Vivoral Cerámica/Youtube [20]
El café [21], las arepas [22], las mazorcas [23], los buñuelos [24], el ajiaco [25] (sopa de pollo y papa) pero a la vez en las hierbas y sus beneficios curativos, como lo muestran con el personaje Julieta Madrigal, madre de Mirabel, quien en sus bolsillos guarda plantas medicinales [26].
Buñuelos de Colombia. Wikimedia commons [27] (CC BY-SA 2.0) [28]
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Se evidencia el país megadiverso donde la flora y la fauna se mezclan entre la exuberancia de la vegetación amazónica que es magistralmente detallada. También las montañas que rodean el pueblo de Encanto parece ser inspirado de la Valle de Cocora.
Valle de Cocora. Flickr [29] (CC BY-NC-ND 2.0) [30]
La orquídea, la flor nacional [31], esta en el cabello de Mirabel Madrigal. Las flores se multiplican con la hermana de Mirabel, Isabela Madrigal, que también hace alusión a las silletas de flores [32] y las palmeras reflejadas en el entorno de la casa. Las silletas son elaboradas por los campesinos del corregimiento de Santa Elena, con tablas de madera, que sirven de base para un arreglo floral. Lleva acondicionado un lazo para poder cargarlas en su cabeza y espalda. Ellos las exhiben en la tradicional Feria de Las Flores en Medellín [33] para rememorar la forma en que los campesinos cargaban sus flores y caminaban largos trayectos para venderlas en el centro de Medellín.
Niña silletera. Wikimedia commons [34] (CC BY-SA 2.0) [28]
Hay guacamayas [35], burros [36], chigüiros [37] (también llamados capibara o carpincho), jaguares [38], colibríes [39]… Al parecer también hay un homenaje con las mariposas amarillas [40] a las que hace alusión el Nóbel de literatura Gabriel García Márquez en su libro «Cien años de Soledad».
Un chigüiro o capibara. Flickr [41](CC BY-NC-ND 2.0 [30])
Aun así, en lo personal, considero que pudieron haber ampliado la actuación para algunos vecinos o entorno de la familia Madrigal para mostrar la problemática social. Es cierto que al inicio muestran que se trata de una familia desplazada por la violencia, lo cual es muy válido dado que Colombia es el país con más desplazados internos [42] del mundo.
Muestran una inspiración de una Colombia positiva donde todo es abundancia, cuando las estadísticas del informe [43] de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, FAO, demuestran un porcentaje muy alto de personas que aguantan hambre.
Lo cierto es que Encanto literalmente encanta, pues quien se sienta a verla, tiene la oportunidad de manifestar sus emociones y relajarse para admirar, reír, enojarse o llorar, pero sobre todo soñar, porque en conclusión plasma esa Colombia positiva y bonita que siempre hemos querido tener o mostrar.