Huir de Odesa con planes de volver: Cómo afrontan las organizaciones humanitarias la guerra en Ucrania

Muchos refugiados ucranianos huyen a Polonia mientras Rusia intensifica los ataques en Ucrania. Imagen del canal de YouTube de PBS news.

El 3 de marzo, ocho días después de la invasión rusa de Ucrania, Alla Soroka y Robert Gamble se vieron obligados a huir de Odesa, la ciudad donde llevaban trabajando 20 años en erradicar el desamparo infantil y fomentar la resolución no violenta de conflictos. Mientras la guerra se prolonga, tres millones de ucranianos ya se han marchado a los países vecinos, y la nación enfrenta ahora una amenaza existencial. Lo que surja de los escombros tardará décadas y generaciones en reconstruirse.

Alla Soroka es una de las ganadoras del premio International Peace Maker 2017 y trabaja como psicóloga con jóvenes en situación de riesgo en prisiones y orfanatos desde finales de la década de 1990. Robert Gamble, ministro presbiteriano de Florida, llegó a Ucrania en 2005 para ayudar con la epidemia de niños sin hogar. En 2010, ambos crearon This Child Here, que se dedica a formar a familias de acogida y a organizar programas alternativos a la violencia para los desplazados internos por la guerra del Dombás.

El 4 de marzo, me encontré con Alla y Robert cerca del aeropuerto de Bucarest, mientras ambos reflexionaban sobre el hecho de haberse visto obligados a abandonar su hogar. Su ciudad de operaciones, Odesa, está sufriendo constantes bombardeos desde el 26 de febrero, mientras las tropas rusas se preparan para una invasión total de la ciudad. Dado que se prevé que el desplazamiento de los ucranianos se convierta en la peor crisis de refugiados de Europa en el siglo XXI, muchas organizaciones humanitarias del país están elaborando planes para el retorno y la reconstrucción. A continuación, una entrevista entre Alla, Robert y Global Voices.

La guerra

Robert: Por supuesto, cuando las tensiones empezaron a aumentar en 2021, todo el mundo pensó que era un engaño. No tenía ningún sentido. Cuando empezaron los bombardeos, mi cuñado me llamó. Es coronel del Ejército estadounidense y me dijo: «Las guerras de este tipo se extienden, y se extienden muy rápido. Tal vez se prolonguen demasiado, por lo que llegarán hasta ti. Tienes que salir mientras puedas».

Alla: El 2 de marzo se informó que las tropas rusas de Moldavia estaban bombardeando la ciudad vecina. Ahora están bombardeando Odesa. Todas las tropas, de todas partes, se dirigen a Kiev y rodean los centros de población. Intentan llegar a la capital desde todas las direcciones, dividir a los militares ucranianos en cuatro y cortar todos los caminos hacia las ciudades.

Por ahora, los soldados ucranianos han sido increíbles hasta el momento. Hubo un soldado que mandó a la mierda a un barco ruso. Ahora todo el mundo lo cita en todo el país, está en todos los carteles, es lo primero que suelta la gente cuando se encuentra con las tropas rusas. Ya no es una maldición, se ha convertido en la plataforma política oficial del país.

Está claro que hay un espíritu de lucha, algo de bravuconería. Cuando todo empezó, todo el mundo estaba muy organizado, sin pánico y con muy poco miedo. Mucha gente tiene la sensación de que hemos estado luchando durante ocho años, y que estamos solos en esta lucha, nadie viene al rescate. Hay una cierta falta de claridad que, en cierto modo, es vital en este momento. Es imposible mantener la cordura.

Mucha gente agradece a a Putin por unirnos. La gente ha ganado un respeto desmesurado por Zelensky. Incluso quienes lo criticaban mucho dicen ahora que lo defenderán. En Odesa, todo sigue funcionando. Hay llamadas telefónicas gratuitas, gas gratuito, todos los canales funcionan, Internet es rápida, todos los medios se han unido, independientemente de su ideología. Han sabido crear un frente unido en la línea de la información.

Divisiones nacionales

Robert: Se puede percibir el sentimiento en las calles de Odesa. Hay mucha rabia. Tiene sentido, la gente ve lo que le está pasando a su país. Ves tanques aplastando autos civiles con gente dentro. Bombardeo de barrios residenciales. Niños que mueren. Saqueos de los soldados rusos. Pero no es una ira universal contra Rusia.

Mi exesposa, de etnia rusa, luchó con su madre durante tres años tras [la anexión de Crimea en] 2014. Antes de la guerra, su madre venía a Odesa cada verano. Cuando empezó la guerra [en 2014], dijo que nunca volvería porque había nazis. Por supuesto, al cabo de unos años, finalmente se convenció de volver de visita y tuvo esta revelación de lo ridículo que era todo, de que nunca hubo nazis para empezar. Así que vendió su apartamento en Rusia y se mudó definitivamente a Odesa.

Alla: Intenté convencer a mis padres para que dejaran Odesa. Dijeron que no, «Nos gusta nuestra casa. Estamos esperando a que los rusos nos liberen». Están viendo exclusivamente las noticias rusas a través de internet. Esto es culpa mía. Les compré un computador y les enseñé a usar internet para hablar con mi hermana que vive en el extranjero, y ahora eso les ha convertido en dos propagandistas.

Siempre han sido pro-Rusia. Mi padre solo recita noticias rusas: «Son todos nazis, están matando a su propia gente, todo es culpa de la OTAN». Le digo que he trabajado con los soldados en el Dombás, que he trabajado con esas familias, que he pasado meses con ellos, y simplemente no me cree.

Cuando se asiente el polvo

Robert: Piensa en cuántos hombres, cuántas personas, morirán en esta guerra. ¿Cuántas familias quedarán completamente destrozadas? ¿Y cuántas familias se romperán junto a la división ideológica entre Rusia y Ucrania?

Piensa en los niños viendo esos horribles videos de la guerra una y otra vez durante los siguientes diez años. Esto solo servirá para alimentar el odio. Dividirá a medio continente. Queda mucho camino por recorrer hasta que esta guerra termine y nadie estará contento con el resultado. Pero todo el trabajo duro debe comenzar cuando el polvo se haya asentado.

Alla: No podíamos quedarnos sentados escuchando las bombas y las noticias. Sabía que la única manera de poner nuestra experiencia al servicio de Ucrania era salir, organizar la ayuda y volver con fuerza. Así es como sacaremos al país adelante, no solo durante la guerra, sino después. En este momento, todavía es muy incierto.

Cuando los judíos salieron de Egipto, vivieron en el desierto durante 40 años. Durante 40 años, hasta que creció una generación que conoció la vida libres de esclavitud. En Rusia y en Ucrania, nuestro futuro ha sido cancelado. Por un lado, los meten en la cárcel por salir a la calle con un cartel, por otro lado, huyen de sus casas de los bombardeos y duermen en el metro. ¿Puedes imaginarte qué futuro nos han dejado?


Para más información sobre este tema, consulta nuestra cobertura especial Rusia invade Ucrania.

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