El 28 de febrero de 2022, los cibernautas de Sudán se dieron cuenta de que algunas publicaciones de los comités de resistencia de varios barrios habían desaparecido de sus líneas de tiempo de Facebook. Los comités de resistencia son parte integrante de las protestas actuales contra el régimen militar en el país, y las plataformas de redes sociales como Facebook son fundamentales para su labor de organización. Algunos usuarios especularon con la posibilidad de que las publicaciones desaparecieran por un ciberataque de Rusia o de la empresa canadiense Dickens and Madison, contratada anteriormente por el Gobierno sudanés. Sin embargo, un análisis cuidadoso revela que el ataque probablemente se originó en Egipto, vecino del norte de Sudán con un profundo interés en la política interna de su vecino.
Los comités de resistencia son organizaciones vecinales que han desempeñado un papel crucial en la movilización de las protestas desde la revolución de 2019. Estos comités se consideran el lugar de la resistencia de base en Sudán. Los comités nacieron durante la dictadura del derrocado Omar Al Bashir, y han crecido en un entorno no democrático y, sin embargo, han conseguido mantenerse internamente democráticos y sin estructura jerárquica gracias a su compromiso con la elección democrática de los funcionarios. Los comités de resistencia no están afiliados a ningún partido político, lo que los hace difíciles de vencer, ya que no practican la política de la forma que esperan los militares, aunque tienen objetivos claros y son radicales al cumplirlos.
Los grupos prodemocráticos de Sudán se enfrentan a ataques de Comportamiento Inauténtico Coordinado (CIC) en Facebook y Twitter, en grupos nacionales como los Hermanos Musulmanes y el régimen derrocado, como de redes extranjeras de Rusia y Emiratos Árabes Unidos. El CIC se produce cuando un grupo de páginas o personas colaboran para engañar a los demás sobre quiénes son o qué hacen. Estos ataques tienen como objetivo principal afectar a la opinión pública mediante la difusión de desinformación, pero el último ataque tenía como objetivo cambiar el algoritmo para ocultar información en el timeline de Facebook del usuario.
La naturaleza de la interferencia es difícil de precisar desde fuera de Facebook, pero se observan fácilmente ciertos patrones. En primer lugar, en febrero de 2022 empezaron a aparecer en las noticias de usuarios sudaneses nuevas páginas con entre uno y quince millones de seguidores, no relacionadas con personas influyentes o famosas. Normalmente, estas páginas se centran en suscitar sentimientos religiosos o emocionales, lo que aumenta sus métricas de participación.
Los usuarios que están detrás de estas páginas aprovechan la nueva función de Facebook que permite fusionar páginas. Cuando dos o más páginas se fusionan, los seguidores migran a una nueva página, y los usuarios se encuentran siguiendo una página a la que no estaban suscritos.
Después de fusionar las páginas así, quienes están detrás seleccionan algunos seguidores a quienes seguir, y reacciona a sus publicaciones de forma positiva o negativa, lo que afecta su visibilidad para los demás. Como ha revelado recientemente Frances Haugen, las distintas respuestas de la barra de reacciones de Facebook se ponderan de forma diferente, y al votar regularmente a la baja o reaccionar negativamente a las publicaciones de una persona, las grandes cuentas se aseguran básicamente de que nadie las vea. En efecto, estas acciones ocultan las publicaciones, es decir, silencian las publicaciones del comité de resistencia sin decírselo.
Las pruebas preliminares sugieren que las cuentas de Facebook de los comités de la resistencia sudanesa han sido objeto de ataques similares. Varias desaparecieron de las listas de noticias durante muchos días hasta que los usuarios sudaneses enfrentaron la situación y buscaron y difundieron contenido de los comités de la resistencia a pesar de las prohibiciones en la sombra.
La siguiente tabla presenta ejemplos de algunas páginas implicadas en este comportamiento:
La página incluía un llamado a sus seguidores para que se unieran al grupo, como se muestra en la foto de abajo.
El propietario del grupo se llama (Mohamed Ramadan, ID de perfil 100005090072733), su cuenta es original y está activa desde enero de 2013. El perfil de Mohamed dice que es de la ciudad egipcia de Assiut. Algunos de sus publicaciones son sobre Mohamed Abutraika y Mo Salah, los jugadores de fútbol egipcios más famosos, y la mayoría están en árabe egipcio. La página número (5) de la tabla anterior tiene tres administradores y están en Egipto, como se muestra en la foto de abajo.
Este análisis sugiere que se trata de un ataque planificado que comenzó el 16 de febrero de 2022. Las cuentas dicen que están en Egipto, aunque podrían estar utilizando una VPN y publicando desde un lugar diferente. Sin embargo, el Gobierno egipcio tiene una razón para ser antagónico con los comités de resistencia sudaneses porque convocaron una protesta junto a la carretera continental entre Egipto y Sudán, exigían la asignación local de los recursos que viajan a través de la carretera. Egipto también apoya el golpe militar en Sudán que los comités de resistencia rechazan desde el 25 de octubre de 2021.
Del mismo modo, no sería raro que el Gobierno egipcio se inmiscuyera en el espacio digital de Sudán. En junio de 2019, una campaña dirigida por una empresa egipcia elogió el gobierno militar, tras la masacre de Jartum en la que las Fuerzas de Apoyo Rápido (FPR) mataron a más de cien sudaneses durante sus demandas de un gobierno civil. La campaña estaba dirigida por una empresa propiedad de un exmilitar egipcio y tenía como objetivo Facebook, Twitter, Instagram y Telegram, con contenido a favor del Ejército.
Estas páginas fueron eliminadas antes de su publicación, y no está claro si fueron eliminadas por Facebook o por los propios propietarios de las páginas. La siguiente captura de pantalla muestra los contenidos eliminados del archivo de «publicaciones guardadas» de Facebook.
Recientemente, Meta ha incrementado la represión contra los CIC y éste puede ser un ejemplo. Pero para proteger aún más a los comités de resistencia, los activistas de Meta exigen que la simple verificación de sus páginas ayude a estos pilares de la revolución sudanesa a evitar ataques similares en el futuro.